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Las teorías del aprendizaje y las principales corrientes de la pedagogía hacia
el desarrollo humano
Adler Antero Canduelas Sabrera, Livio Usccachi Huillcahuaman, Marco Antonio
Huamaní Riveros, Luisa Rosario Garrido Huaylinos, Raphael Santiago Mendoza
Delgado, Juan Santiago Mendoza Loayza, Manuel José Riofrio Cisneros
© Adler Antero Canduelas Sabrera, Livio Usccachi Huillcahuaman, Marco Antonio
Huamaní Riveros, Luisa Rosario Garrido Huaylinos, Raphael Santiago Mendoza
Delgado, Juan Santiago Mendoza Loayza, Manuel José Riofrio Cisneros, 2025
Primera edición: Mayo, 2025
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Editorial Mar Caribe
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Latina y el Carib.
2
Editorial Mar Caribe
Las teorías del aprendizaje y las principales
corrientes de la pedagogía hacia el desarrollo
humano
Colonia, Uruguay
2025
3
Sobre los autores y la publicación
Adler Antero Canduelas Sabrera
hps://orcid.org/0000-0003-2131-1898
Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y
Valle, Perú
Livio Usccachi Huillcahuaman
hps://orcid.org/0000-0003-3795-5858
Universidad Nacional de Educación Enrique
Guzmán y Valle, Perú
Marco Antonio Huamaní Riveros
hps://orcid.org/0000-0003-2735-4338
Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y
Valle, Pe
Luisa Rosario Garrido Huaylinos
hps://orcid.org/0000-0001-6326-4482
Universidad Nacional de Educación Enrique
Guzmán y Valle, Perú
Raphael Santiago Mendoza Delgado
rsmendozad@unac.edu.pe
hps://orcid.org/0009-0003-3679-0809
Universidad Nacional del Callao, Pe
Juan Santiago Mendoza Loayza
hps://orcid.org/0009-0005-0471-2464
Universidad Ricardo Palma, Perú
Manuel José Riofrio Cisneros
manuel.riofrio@unmsm.edu.pe
hps://orcid.org/0009-0005-6015-6642
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú
Libro resultado de investigación:
Publicación original e inédita, cuyo contenido es el resultado de un proceso de investigación
llevado a cabo con anterioridad a su publicación, ha sido sometida a una revisión externa por
pares a doble ciego, el libro ha sido seleccionado por su calidad cientíca y porque contribuye
signicativamente al área de conocimiento e ilustra una investigación completamente
desarrollada y nalizada. Además, la publicación ha pasado por un proceso editorial que
garantiza su normalización bibliográca y usabilidad.
Sugerencia de citación:
Canduelas, A.A., Usccachi, L., Huamaní, M.A., Garrido, L.R., Mendoza, R.S., Mendoza, J.S., y
Riofrio, M.J. (2025). Las teorías del aprendizaje y las principales corrientes de la pedagogía hacia el
desarrollo humano. Colonia del Sacramento: Editorial Mar Caribe.
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Índice
Introducción ................................................................................................ 6
Capítulo I .................................................................................................... 8
Teorías del Aprendizaje: Impacto y Corrientes Pedagógicas para el
Desarrollo Humano ..................................................................................... 8
1.1 Introducción a las teorías del aprendizaje y su impacto en la
pedagogía ................................................................................................. 8
1.1.1 Conductismo ................................................................................. 9
1.1.2 Constructivismo .......................................................................... 11
1.1.3 Teoría del aprendizaje sociocultural ........................................... 13
1.2 Teoría psicosocial de Erik Erikson .................................................... 16
1.2.1 Las ocho etapas del desarrollo psicosocial ................................... 17
1.2.2 Impacto de la teoría en la psicología contemporánea .................. 20
1.3 El conductismo por John Watson y B.F. Skinner ............................... 25
Capítulo II ................................................................................................. 32
Teoría del Desarrollo Moral de Lawrence Kohlberg: Etapas, Niveles y
Relevancia Actual ...................................................................................... 32
2.1 Introducción a la teoría del desarrollo moral ..................................... 32
2.1.1 Las etapas del desarrollo moral según Kohlberg ................... 33
2.2 El desarrollo moral desde la interpretación de Jean Piaget ................ 40
2.2.1 Aplicaciones prácticas de la teoría de Piaget ............................... 45
2.3 Teoría de los dominios de Turiel ....................................................... 47
2.3.1 Relación con otras teorías del desarrollo ..................................... 50
Capítulo III ................................................................................................ 54
Aprendizaje Signicativo: La Teoría de David Ausubel y su Impacto en la
Educación .................................................................................................. 54
3.1 Principios del Aprendizaje Signicativo ........................................... 55
3.2 Aprendizaje Signicativo a través de Representaciones: Estrategias y
Evaluación en el Planteamiento Ausubel ................................................ 59
5
3.3 Aprendizaje Signicativo: La Teoría de David Ausubel y su Impacto
en la Educación ...................................................................................... 66
3.4 Aprendizaje Signicativo: La Teoría de Proposiciones de David
Ausubel y su Aplicación Educativa......................................................... 71
3.4.1 Estructura cognitiva .................................................................... 73
Capítulo IV ................................................................................................ 78
Constructivismo y Planteamiento Humanista en la Educación: Perspectivas
de Piaget, Vygotsky, Rogers y Maslow ...................................................... 78
4.1 Teoría del Constructivismo de Jean Piaget ........................................ 79
4.2 Teoría del Constructivismo de Lev Vygotsky .................................... 81
4.3 Potenciando el Ser: Claves para el Desarrollo Personal y Emocional
del Individuo ......................................................................................... 86
4.3.1 Desarrollo emocional y sus componentes ................................... 88
4.4 La motivación intrínseca y la autorrealización en el aprendizaje....... 92
Conclusión ................................................................................................ 99
Bibliografía.............................................................................................. 101
6
Introducción
En la búsqueda constante de optimizar el proceso educativo, las teorías
del aprendizaje han emergido como pilares fundamentales que guían la
práctica pedagógica. Estas teorías no solo ofrecen marcos conceptuales para
entender cómo las personas adquieren y procesan información, sino que
también proporcionan estrategias concretas que pueden ser aplicadas en el
aula para fomentar un aprendizaje signicativo y transformador.
La pedagogía, entendida como la ciencia y el arte de la enseñanza, se
nutre de estas teorías para desarrollar metodologías que se adapten a las
necesidades y características de los estudiantes. Diversas corrientes
pedagógicas han surgido, como las de Piaget, Skinner, Vygotsky, entre otros;
cada una con su propia visión sobre el aprendizaje y el papel del educador.
Desde el conductismo, que enfatiza la observación y el control del
comportamiento, hasta el constructivismo, que promueve la construcción
activa del conocimiento, cada enfoque ofrece herramientas valiosas para
enriquecer la experiencia educativa.
La importancia de las teorías del aprendizaje radica en su capacidad
para inuir no solo en el rendimiento académico de los estudiantes, sino
también en su desarrollo humano integral. A través del entendimiento de cómo
se produce el aprendizaje, los educadores pueden crear ambientes de
aprendizaje inclusivos, motivadores y adaptados a la diversidad de estilos y
ritmos de los alumnos. En este sentido, la pedagogía contemporánea se
enfrenta al desafío de integrar las diversas corrientes teóricas, reconociendo
que el aprendizaje es un proceso complejo, multidimensional y profundamente
inuenciado por factores culturales y sociales, en los estudiantes.
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Además, al reconocer la diversidad cultural de los estudiantes, los
educadores pueden adaptar sus prácticas pedagógicas para ser más inclusivas
y relevantes. Esto implica no solo reconocer y valorar las diferencias culturales,
sino también integrar estas perspectivas en el currículo y en las experiencias de
aprendizaje. De esta manera, el aprendizaje se convierte en un proceso más
signicativo y enriquecedor, que no solo promueve el desarrollo cognitivo,
sino también el crecimiento personal y social de los estudiantes.
El objetivo de este libro es proporcionar una visión integral de la teoría
del aprendizaje según Erikson, Piaget, Kohlberg, entre otros; explorando sus
etapas y niveles, así como las críticas y aplicaciones de su planteamiento. En
este sentido, las teorías del aprendizaje y las corrientes pedagógicas son
fundamentales para comprender cómo se desarrolla el conocimiento y las
habilidades en los individuos. A lo largo de cuatro capítulos, se exploran tres
enfoques prominentes: el conductismo, el constructivismo y el sociocultural,
cada uno aportando perspectivas únicas y valiosas sobre el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Los autores buscan integrar elementos de estas teorías en la pedagogía
moderna, e incentivar a crear entornos de aprendizaje más efectivos, inclusivos
y adaptados a las necesidades de cada estudiante, promoviendo así un
desarrollo humano pleno y signicativo. La educación, al n y al cabo, no es
solo un proceso de transmisión de conocimientos, sino una herramienta
poderosa para la transformación personal y social.
8
Capítulo I
Teorías del Aprendizaje: Impacto y Corrientes
Pedagógicas para el Desarrollo Humano
1.1 Introducción a las teorías del aprendizaje y su impacto en la
pedagogía
Las teorías del aprendizaje son esenciales para entender cómo las
personas obtienen, procesan y conservan información durante sus vidas. Estas
teorías no solo proporcionan un marco conceptual que explica el fenómeno del
aprendizaje, sino que encima inuyen directamente en la práctica pedagógica.
En cuanto las sociedades evolucionan y cambian, encima lo hacen nuestras
comprensiones sobre el aprendizaje, lo que se traduce en diversas corrientes
pedagógicas que buscan adaptarse a las necesidades de los estudiantes.
La pedagogía, como disciplina que estudia la educación y la enseñanza,
se alimenta de las teorías del aprendizaje para desarrollar estrategias y
métodos que faciliten una educación más efectiva. A través de la historia,
diferentes planteamientos han surgido y han sido adoptados en aulas de todo
el mundo, marcando el rumbo de la educación formal e informal. Desde el
conductismo, que enfatiza la observación y el control del comportamiento,
hasta el constructivismo, que promueve un aprendizaje activo y signicativo,
cada corriente aporta valiosas perspectivas sobre cómo los educadores
consiguen apoyar el desarrollo humano.
El impacto de estas teorías en la pedagogía se maniesta en la manera
en que los docentes planican sus lecciones, interactúan con los estudiantes y
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evalúan el aprendizaje. Se puede citar, un docente que adopta un camino
conductista consigue focalizarse en la repetición y la práctica, mientras que
otro que se inclina hacia el constructivismo podría fomentar el trabajo
colaborativo y la exploración. Asimismo, la teoría sociocultural, que destaca la
importancia del contexto y la interacción social en el aprendizaje, ha llevado a
los educadores a considerar factores como la diversidad cultural y las
experiencias previas de los estudiantes en su planteamiento pedagógico.
1.1.1 Conductismo
El conductismo es una de las corrientes más inuyentes en la psicología
y la pedagogía del siglo XX. Su planteamiento se focaliza en el estudio del
comportamiento observable y medible, dejando de lado los procesos mentales
internos que no consiguen ser directamente observados. Esta perspectiva ha
moldeado la educación mediante la aplicación de principios que buscan
modicar conductas y facilitar el aprendizaje a través de la repetición y el
refuerzo (Posso et al., 2020).
Los principios del conductismo se fundamentan en la idea de que el
aprendizaje es un cambio en el comportamiento que consigue ser observado y
medido. Los educadores que adoptan esta perspectiva suelen utilizar técnicas
como el refuerzo positivo y negativo para incentivar comportamientos
deseables en los estudiantes. Se puede citar, el uso de recompensas, como
elogios o calicaciones, motiva a los alumnos a repetir acciones correctas,
mientras que las consecuencias negativas se utilizan para desalentar
comportamientos indeseables.
En el aula, el conductismo consigue manifestarse a través de métodos
de enseñanza estructurados, donde el docente establece objetivos claros y
utiliza prácticas sistemáticas para alcanzarlos. Las lecciones suelen ser
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directivas, con un esbozo en la memorización y la práctica repetitiva, lo que
consigue ser efectivo para la adquisición de habilidades básicas y
conocimientos fundamentales.
El conductismo se basa en dos tipos principales de condicionamiento: el
condicionamiento clásico y el condicionamiento operante. El condicionamiento
clásico, desarrollado por Ivan Pavlov, implica la asociación de un estímulo
neutro con un estímulo incondicionado para provocar una respuesta. Para
ilustrar, un maestro podría asociar el sonido de un timbre con la nalización
de una actividad, de modo que los estudiantes aprenden a relacionar ambos
eventos.
Por otro lado, el condicionamiento operante, propuesto por B.F. Skinner,
se focaliza en cómo las consecuencias de una acción inuyen en la probabilidad
de que esa acción se repita. En el ámbito educativo, esto se traduce en el uso de
refuerzos y castigos para moldear el comportamiento de los estudiantes. Así,
un alumno que recibe elogios por su esfuerzo en las tareas probablemente se
sentirá motivado a continuar esforzándose.
A pesar de su ecacia en ciertas áreas, el conductismo ha sido objeto de
críticas en el contexto educativo. Una de las críticas más comunes es que su
bosquejo en el comportamiento observable ignora los procesos cognitivos y
emocionales que son fundamentales para el aprendizaje. Los críticos
argumentan que el aprendizaje no se limita a la modicación de conductas,
sino que encima implica la comprensión, la reexión y la construcción de
signicados.
Por otra parte, el conductismo consigue fomentar un ambiente de
aprendizaje que prioriza la conformidad sobre la creatividad y la
individualidad. La educación focalizada exclusivamente en el reforzamiento
11
consigue llevar a una falta de compromiso y motivación intrínseca en los
estudiantes, quienes consiguen llegar a ver la educación como un proceso
mecánico en lugar de una experiencia dignicadora.
Entonces, aunque el conductismo ha aportado valiosas herramientas y
estrategias al ámbito educativo, su planteamiento limitado sobre el
comportamiento y la falta de atención a los aspectos cognitivos y emocionales
han llevado a un cuestionamiento de su relevancia en la pedagogía
contemporánea. Estos debates han abierto espacio para la exploración de
modelos alternativos, como el constructivismo y las teorías socioculturales, que
buscan integrar una visión más holística del aprendizaje y el desarrollo
humano.
1.1.2 Constructivismo
El constructivismo es una corriente pedagógica que postula que el
aprendizaje es un proceso activo donde los estudiantes construyen su propio
conocimiento a partir de experiencias previas y la interacción con su entorno.
Este planteamiento se basa en la idea de que el conocimiento no se transmite
de manera pasiva, sino que se edica de manera dinámica y personal. Los
fundamentos del constructivismo se focalizan en la creencia de que los
individuos no son simples receptores de información, sino aprendices activos
que interpretan y dan sentido a sus experiencias (Ortiz, 2015). Teóricos como
Jean Piaget y Lev Vygotsky han sido pilares en esta corriente, el primero
enfatiza las etapas del desarrollo cognitivo, sugiriendo que los niños
construyen su comprensión del mundo a través de la exploración y la
manipulación de objetos. Por otro lado, el segundo introduce la noción de que
el aprendizaje es un proceso social, inuenciado por la interacción con otros y
el contexto cultural.
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El constructivismo encima resalta la importancia de la metacognición,
es decir, la capacidad de los estudiantes para reexionar sobre su propio
proceso de aprendizaje. Esta autorreexión no solo ayuda a los estudiantes a
tomar conciencia de sus estrategias de aprendizaje, sino que encima les
condesciende ajustar su planteamiento para una comprensión más profunda.
En un aula constructivista, el rol del docente se transforma de ser un simple
transmisor de conocimientos a convertirse en un facilitador del aprendizaje. El
docente debe crear un ambiente de aprendizaje donde los estudiantes se
sientan seguros para explorar, preguntar y cometer errores. Esto implica
fomentar la curiosidad y la creatividad, así como promover la colaboración
entre los estudiantes.
Los docentes constructivistas encima utilizan preguntas abiertas y
tareas desaantes, que estimulan el pensamiento crítico y la resolución de
problemas. Al guiar a los estudiantes en su proceso de aprendizaje, el docente
ayuda a conectar nuevas informaciones con conocimientos previos,
permitiendo así una construcción más efectiva del aprendizaje. Las estrategias
de enseñanza en un planteamiento constructivista son variadas y se focalizan
en la participación activa del estudiante. Algunas de estas estrategias incluyen:
- Aprendizaje basado en proyectos: Los estudiantes trabajan en proyectos que
abordan problemas del mundo real, lo que les proporciona aplicar su
conocimiento de manera práctica y signicativa.
- Aprendizaje colaborativo: Los estudiantes trabajan en grupos para resolver
problemas, lo que fomenta la discusión y el intercambio de ideas,
enriqueciendo así el proceso de aprendizaje.
- Estudios de caso: Analizar situaciones reales o hipotéticas accede a los
estudiantes aplicar teorías y conceptos a contextos prácticos, facilitando
una comprensión más profunda.
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- Uso de tecnologías educativas: Las herramientas digitales consiguen ser
utilizadas para crear entornos de aprendizaje interactivos que estimulen
la exploración y el descubrimiento.
- Reexión y autoevaluación: Fomentar que los estudiantes reexionen
sobre su aprendizaje y evaluarse a sí mismos les ayuda a identicar sus
fortalezas y áreas de mejora.
En general, el constructivismo propone un marco poderoso para entender
cómo se produce el aprendizaje y cómo se consigue optimizar en el aula. Al
focalizarse en el estudiante como protagonista de su propio proceso educativo,
esta corriente pedagógica no solo promueve un aprendizaje s profundo,
sino que encima prepara a los estudiantes para enfrentar los retos del mundo
contemporáneo.
1.1.3 Teoría del aprendizaje sociocultural
La teoría del aprendizaje sociocultural, desarrollada en gran parte por el
psicólogo ruso Lev Vygotsky, enfatiza la inuencia del contexto social y
cultural en el proceso de aprendizaje. Esta perspectiva sostiene que el
aprendizaje no se produce en un vacío, sino que está profundamente arraigado
en las interacciones sociales y en la cultura en la que se desarrollan los
individuos (Carrera y Mazzarella, 2001).
El aprendizaje sociocultural subraya que los conocimientos y
habilidades son construidos a través de la interacción con otros, así como a
través de la mediación de herramientas culturales, como el lenguaje, la
tecnología y las prácticas sociales. Según Vygotsky, cada individuo aprende de
manera diferente dependiendo de su entorno cultural y social. Así, el contexto
juega un papel decisivo en la forma en que los estudiantes comprenden y
asimilan la información.
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En esa misma línea, Vygotsky introdujo la idea de que el aprendizaje es
un proceso colaborativo, donde los estudiantes consiguen beneciarse de la
experiencia y el conocimiento de otros. Las interacciones sociales no solo
facilitan el aprendizaje, sino que encima fomentan el desarrollo de habilidades
críticas y el pensamiento independiente. Por lo tanto, el aula se convierte en un
espacio donde el aprendizaje es dinámico y se nutre de la diversidad cultural
y social de los estudiantes.
Uno de los conceptos más inuyentes de la teoría sociocultural es la
"zona de desarrollo próximo" (ZDP), que se reere a la distancia entre el nivel
de desarrollo real de un estudiante, determinado por lo que consigue hacer de
manera independiente, y el nivel de desarrollo potencial, que consigue
alcanzar con la ayuda de un adulto o de compañeros más capaces. Para
González et al. (2011), la ZDP resalta la importancia de la mediación en el
aprendizaje, sugiriendo que los educadores deben identicar y trabajar dentro
de esta zona para guiar a los estudiantes hacia niveles superiores de
comprensión y habilidades.
La ZDP encima implica que la enseñanza debe ser adaptativa,
proporcionando el apoyo necesario para que los estudiantes avancen en su
aprendizaje. Esto consigue implicar el uso de andamiaje, donde los profesores
proponen ayuda estructurada y gradual, permitiendo que los estudiantes se
vuelvan más autónomos en cuanto desarrollan la competencia necesaria.
En la educación contemporánea, la teoría del aprendizaje sociocultural
se traduce en una variedad de prácticas pedagógicas que fomentan la
colaboración y la interacción. Así, el trabajo en grupo es una estrategia común
que proporciona a los estudiantes aprender unos de otros, compartir ideas y
construir conocimientos de manera conjunta. Las actividades basadas en
proyectos, donde los estudiantes investigan y resuelven problemas en
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contextos reales, encima son un reejo de esta teoría, ya que promueven el
aprendizaje activo y contextualizado.
Al mismo tiempo, el uso de tecnologías digitales en el aula ha creado
nuevas formas de interacción y aprendizaje colaborativo. Plataformas en línea
y herramientas de comunicación proporcionan que los estudiantes se conecten
y colaboren más allá de las limitaciones físicas del aula, ampliando su zona de
desarrollo próximo a nuevas comunidades de aprendizaje. Ahora bien, la
teoría del aprendizaje sociocultural promete una comprensión profunda de
cómo los factores sociales y culturales inuyen en el aprendizaje. Al reconocer
la importancia de estas interacciones y del contexto en el que se produce el
aprendizaje, los educadores consiguen crear entornos más inclusivos y
efectivos que respondan a las necesidades de todos los estudiantes.
La integración de diversas teorías del aprendizaje en la pedagogía es
fundamental para el desarrollo integral del estudiante y la creación de entornos
educativos efectivos y signicativos. Cada una de las corrientes analizadas
conductismo, constructivismo y la teoría del aprendizaje sociocultural
propone perspectivas únicas que desarrollan la práctica docente y
condescienden una comprensión más profunda del proceso educativo.
El conductismo, con su diseño en la observación del comportamiento y
el uso de refuerzos, ha proporcionado herramientas valiosas para la gestión del
aula y la motivación de los estudiantes. Empero, sus limitaciones han llevado
a una mayor atención hacia planteamientos más holísticos que consideran la
construcción activa del conocimiento, como lo propone el constructivismo. Este
último enfatiza la importancia de la interacción y el papel del docente como
facilitador, lo que ha revolucionado la manera en que se concibe la enseñanza
y el aprendizaje. A través de estrategias que fomentan la colaboración, la
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exploración y la reexión, el constructivismo promueve un aprendizaje más
signicativo y duradero.
Por otro lado, la teoría del aprendizaje sociocultural nos recuerda que el
aprendizaje no ocurre en un vacío, sino que está profundamente inuenciado
por el contexto social y cultural del estudiante. La noción de la zona de
desarrollo próximo subraya la importancia de la mediación en el aprendizaje,
destacando que los estudiantes consiguen alcanzar niveles más altos de
comprensión y habilidad con el apoyo adecuado. Este planteamiento invita a
los educadores a ser más conscientes de la diversidad en el aula y a adaptar sus
métodos de enseñanza para satisfacer las necesidades de todos los estudiantes.
Es así como la pedagogía contemporánea se benecia enormemente de
la integración de estas teorías del aprendizaje. Un planteamiento ecléctico que
combine elementos del conductismo, constructivismo y el aprendizaje
sociocultural no solo desarrolla la experiencia educativa, sino que encima
prepara a los estudiantes para enfrentarse a un mundo diverso y en constante
cambio. En el camino hacia la educación del futuro, es fundamental que los
educadores continúen explorando y aplicando estas teorías de manera crítica
y reexiva, asegurando así que cada estudiante tenga la oportunidad de
alcanzar su máximo potencial.
1.2 Teoría psicosocial de Erik Erikson
La teoría psicosocial de Erik Erikson es una de las contribuciones más
signicativas al campo de la psicología del desarrollo. Desarrollada a mediados
del siglo XX, esta teoría proporciona un marco integral para entender el
desarrollo humano durante toda la vida, centrándose en la interacción entre
los factores psicológicos y sociales (Bordignon, 2005). A diferencia de otros
modelos que se focalizan únicamente en el desarrollo cognitivo o emocional,
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Erikson propuso que el desarrollo humano se caracteriza por una serie de
etapas que abarcan desde la infancia hasta la vejez, cada una de las cuales
presenta un conicto psicosocial que debe resolverse para avanzar
adecuadamente al siguiente nivel.
Erikson, quien fue alumno de Sigmund Freud, amplió las ideas
psicoanalíticas tradicionales al incorporar un planteamiento más social y
cultural. Su modelo enfatiza la importancia de las relaciones interpersonales y
el contexto social en el que se desarrolla el individuo. Cada persona enfrenta
escenarios que afectan su desarrollo personal y su capacidad para interactuar
con los demás y la sociedad.
La teoría de Erikson se divide en ocho etapas, cada una caracterizada
por un dilema especíco que, al ser resuelto, contribuye a la formación de una
identidad sana y un sentido de propósito. Desde la conanza sica en la
infancia hasta la integridad del yo en la vejez, cada etapa reeja un aspecto
trascendente del desarrollo humano. Esta perspectiva ha hecho que la teoría de
Erikson sea fundamental no solo en psicología, sino encima en campos como
la educación, la terapia y la salud mental.
1.2.1 Las ocho etapas del desarrollo psicosocial
La teoría psicosocial de Erik Erikson se basa en la idea de que el
desarrollo humano se produce a través de una serie de etapas que abarcan
desde la infancia hasta la vejez. Cada etapa presenta un conicto focalizado
que el individuo debe resolver para avanzar de manera saludable al siguiente
nivel de desarrollo (Orenstein, 2022). De la interpretación de los autores, se
describen las ocho etapas del desarrollo psicosocial:
i. Conanza vs. desconanza
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La primera etapa se desarrolla desde el nacimiento hasta aproximadamente
el año y medio de edad. Durante este período, el infante se enfrenta a la tarea
de desarrollar conanza hacia su entorno. Esto se logra principalmente a través
de la atención y el cuidado que recibe de sus cuidadores. Si las necesidades
básicas del bebé son satisfechas de manera consistente, se desarrolla un sentido
de conanza. Por el contrario, si las experiencias son inconsistentes o
negligentes, consigue surgir desconanza, afectando su capacidad para
relacionarse con los demás en el futuro.
ii. Autonomía vs. vergüenza y duda
La segunda etapa ocurre entre los 18 meses y los 3 años de edad. En este
período, los niños comienzan a explorar su entorno y a desarrollar una mayor
independencia. Se enfrentan a la tarea de equilibrar su deseo de autonomía con
la necesidad de aprobación de sus cuidadores. Si se les brinda la oportunidad
de explorar y tomar decisiones, desarrollan un sentido de autonomía. A pesar
de, si se les critica o se les restringe demasiado, consiguen sentir vergüenza y
duda sobre sus habilidades, lo que consigue llevar a problemas de autoestima
en el futuro.
iii. Iniciativa vs. culpa
La tercera etapa se produce entre los 3 y los 6 años de edad. Durante esta
etapa, los niños comienzan a armar su poder y control sobre el mundo a través
de la iniciativa. Empiezan a planicar actividades y a interactuar con sus
compañeros. Este proceso consigue ser apoyado o inhibido por la respuesta de
los adultos. Si los niños son alentados a tomar la iniciativa, se sentirán seguros
y capaces. Por el contrario, si se les desanima o se les hace sentir culpables por
sus intentos, consiguen desarrollar sentimientos de culpa, inhibiendo su
creatividad y deseo de interactuar con el mundo.
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iv. Industria vs. inferioridad
La cuarta etapa se desarrolla entre los 6 y los 12 años. En este período, los
niños se enfocan en el desarrollo de habilidades y competencias. La
comparación con sus compañeros se vuelve importante, y el éxito en la escuela
y en actividades extracurriculares contribuye a su sentido de industria. Si
logran sentirse competentes y reciben reconocimiento por sus esfuerzos,
desarrollarán una sensación de logro. Pese a, si experimentan fracasos
constantes o son comparados negativamente con otros, consiguen desarrollar
un sentido de inferioridad que afectará su conanza en sí mismos.
v. Identidad vs. confusión de roles
La quinta etapa tiene lugar durante la adolescencia, aproximadamente
entre los 12 y los 18 años. En esta etapa, los adolescentes se enfrentan a la tarea
de desarrollar una identidad personal clara. Exploran diferentes roles,
ideologías y estilos de vida en un intento de denir quiénes son. El éxito en esta
etapa conduce a un fuerte sentido de identidad, mientras que la confusión de
roles consigue resultar en inseguridades y una falta de dirección en la vida
adulta.
vi. Intimidad vs. aislamiento
La sexta etapa se desarrolla en la edad adulta temprana, entre los 18 y los
40 años. Durante este período, los individuos buscan establecer relaciones
íntimas y signicativas. La capacidad de formar conexiones emocionales
saludables con otros es trascendente. Si logran desarrollar relaciones
profundas, experimentan un sentido de intimidad. Empero, si tienen
dicultades para establecer conexiones, consiguen sentirse aislados y solos.
vii. Generatividad vs. estancamiento
20
La séptima etapa ocurre entre los 40 y los 65 años. En esta fase, los adultos
se enfocan en contribuir a la sociedad y en dejar un legado, ya sea a través de
la crianza de los hijos, el trabajo o el compromiso social. La generatividad se
maniesta en el deseo de cuidar a las generaciones futuras. En contraste,
aquellos que sienten que no han logrado hacer una contribución signicativa
consiguen experimentar el estancamiento, sintiéndose insatisfechos con su
vida.
viii. Integridad vs. desesperación
La octava y última etapa se desarrolla en la vejez, a partir de los 65 años.
En este período, las personas reexionan sobre sus vidas y evalúan sus logros.
Si sienten que han llevado una vida plena y signicativa, desarrollan un
sentido de integridad. No obstante, si sienten arrepentimiento por las
oportunidades perdidas o por decisiones no tomadas, consiguen experimentar
desesperación, lo que consigue afectar su bienestar emocional en esta etapa
nal de la vida. En conjunto, estas ocho etapas proporcionan un marco valioso
para entender el desarrollo humano, destacando la importancia de cada fase
en la formación de la personalidad y las relaciones interpersonales.
1.2.2 Impacto de la teoría en la psicología contemporánea
La teoría psicosocial de Erik Erikson ha dejado una huella indeleble en
el campo de la psicología, inuyendo en diversas áreas que van desde la terapia
psicológica hasta la educación y el desarrollo infantil. La teoría de Erikson es
un recurso clave para terapeutas y consejeros en el estudio del desarrollo
humano. Al enfatizar la importancia de las etapas psicosociales, los
profesionales de la salud mental consiguen abordar las preocupaciones de sus
pacientes desde una perspectiva que considera no solo el comportamiento
actual, sino encima las experiencias pasadas y los conictos no resueltos de
21
cada etapa. Esto proporciona una comprensión más holística del individuo,
facilitando la identicación de patrones y la elaboración de estrategias para
superar dicultades emocionales y sociales.
La teoría de Erikson ha sido fundamental para los educadores y
psicólogos que trabajan con niños. Su diseño en las etapas del desarrollo
psicosocial proporciona una guía sobre las necesidades que enfrentan los niños
en diferentes momentos de su crecimiento. Esto ha llevado a un mayor énfasis
en la creación de entornos de aprendizaje que fomenten la conanza, la
autonomía y la iniciativa, elementos que Erikson identicó como
trascendentales para el desarrollo saludable (Mcleod, 2008). Incluso, su trabajo
ha inuido en la forma en que se diseñan programas de intervención temprana,
ayudando a los profesionales a identicar y abordar problemas en el desarrollo
emocional y social de los niños antes de que se conviertan en dicultades más
serias.
En el ámbito educativo, la teoría psicosocial de Erikson ha
proporcionado un marco ecaz para comprender cómo los estudiantes se
desarrollan y aprenden en el ciclo de vida. Los educadores han adoptado sus
conceptos para crear estrategias pedagógicas que promuevan el bienestar
emocional y social en el aula. En particular, al reconocer que los adolescentes
atraviesan la etapa de búsqueda de identidad, los educadores consiguen
implementar actividades que alienten la autoexploración y el desarrollo
personal, contribuyendo a un ambiente escolar más inclusivo y comprensivo.
Por otra parte, su teoría ha impulsado la formación de programas que integran
el desarrollo social y emocional en el currículo, reconociendo que el
aprendizaje no es solo un proceso cognitivo, sino encima emocional y social.
Por ende, el impacto de la teoría psicosocial de Erik Erikson en la
psicología contemporánea es vasto y multifacético. Su planteamiento en el
22
desarrollo ha proporcionado herramientas valiosas para terapeutas,
educadores y padres, promoviendo una comprensión más profunda de las
complejidades del desarrollo humano y su relevancia en diversas disciplinas.
A pesar de la amplia aceptación y relevancia de la teoría psicosocial de Erik
Erikson, diversos críticos han señalado varias limitaciones y críticas que
merecen ser discutidas. Estas críticas abarcan desde la perspectiva cultural
hasta la aplicabilidad en diferentes etapas de la vida, así como las dicultades
para medir las etapas de desarrollo propuestas por Erikson.
Una de las críticas más signicativas a la teoría de Erikson radica en su
falta de consideración por las variaciones culturales. Erikson desarrolló su
teoría principalmente a partir de observaciones en contextos occidentales, lo
que ha llevado a cuestionar la universalidad de sus etapas del desarrollo. Las
experiencias de vida, valores y normas sociales consiguen diferir
signicativamente entre culturas, lo que sugiere que las etapas de desarrollo
podrían no ser igualmente relevantes en contextos no occidentales. Se puede
citar, la noción de autonomía podría ser valorada de manera diferente en
culturas colectivistas en comparación con culturas individualistas, lo que
podría afectar la manera en que se experimentan y resuelven los conictos en
cada etapa.
Otra crítica es que la teoría de Erikson se focaliza demasiado en las
etapas de la vida, sugiriendo que el desarrollo humano se consigue dividir
claramente en ocho periodos secuenciales. Pero, muchos psicólogos
argumentan que el desarrollo humano es un proceso más uido y continuo, en
el que las personas consiguen enfrentar crisis en diferentes momentos de su
vida, no necesariamente alineadas con las etapas denidas por Erikson. Esta
visión más dinámica del desarrollo humano sugiere que las experiencias de
23
vida consiguen inuir en la resolución de las crisis en cualquier momento,
desaando la idea de que cada etapa es un prerrequisito para la siguiente.
Más aún, la dicultad en la medición y evaluación de las etapas
psicosociales es otra limitación notable. Las etapas de Erikson son
conceptualizaciones más cualitativas que cuantitativas, lo que diculta su
análisis empírico. La falta de herramientas estandarizadas para evaluar en qué
medida una persona ha resuelto cada crisis consigue llevar a interpretaciones
subjetivas y variadas. Esto plantea un escenario para los investigadores y
profesionales que buscan aplicar la teoría en contextos clínicos y educativos,
donde se requiere una evaluación más precisa del desarrollo psicosocial.
En síntesis, aunque la teoría psicosocial de Erik Erikson ha dejado un
legado importante en el campo de la psicología, es fundamental reconocer sus
críticas y limitaciones. Estas reexiones no solo desarrollan el entendimiento
de su obra, sino que encima invitan a una mayor exploración y adaptación de
las teorías del desarrollo humano en contextos diversos y cambiantes.
La teoría psicosocial de Erik Erikson ha inuido signicativamente en el
campo de la psicología, ofreciendo un marco para comprender el desarrollo
humano. A través de las ocho etapas que delineó, Erikson nos invita a
reexionar sobre cómo nuestras experiencias y relaciones moldean nuestra
identidad y nuestras capacidades para enfrentar los desafíos de cada fase vital
(Logan, 1986). Su planteamiento en la interacción entre el individuo y su
entorno social resalta la importancia de factores contextuales en el desarrollo
psicológico, ofreciendo un contraste signicativo con teorías más focalizadas
en lo biológico o lo individual.
Por añadidura, la aplicabilidad de la teoría de Erikson se extiende más
allá del ámbito académico. En la terapia psicológica, sus conceptos
24
proporcionan a los profesionales entender mejor las crisis de identidad y los
conictos que consiguen surgir en diferentes etapas de la vida. Esto se traduce
en un planteamiento terapéutico que no solo se focaliza en el problema
inmediato del paciente, sino que encima considera su historia de desarrollo y
las inuencias sociales que han dado forma a su vida.
La inuencia de Erikson encima se maniesta en el ámbito educativo,
donde sus ideas han sido fundamentales para el desarrollo de estrategias que
fomentan un ambiente de aprendizaje saludable y que apoyan el crecimiento
emocional de los estudiantes. Al reconocer que cada etapa del desarrollo
consigue presentar retos únicos, educadores y padres consiguen implementar
prácticas que ayuden a los jóvenes a navegar por estos momentos críticos con
mayor éxito.
Sin embargo, a pesar de su impacto, es trascendente reconocer que la
teoría de Erikson no está exenta de críticas. Las limitaciones relacionadas con
las perspectivas culturales, el énfasis en las etapas de la vida y las dicultades
en la medición de estas etapas nos recuerdan que el desarrollo humano es un
proceso complejo y multifacético. Estas críticas, lejos de disminuir la relevancia
de su trabajo, desarrollan el diálogo sobre el desarrollo psicosocial y fomentan
la evolución continua de la teoría.
Para Caicedo y Perozo (2024), la teoría psicosocial de Erik Erikson no
solo nos propone un marco para entender el desarrollo humano, sino que
encima invita a una reexión continua sobre nuestras interacciones sociales y
el impacto que estas tienen en nuestra vida. A medida que progresamos en la
comprensión de la psicología y el comportamiento humano, las teorías de
Erikson continúan siendo una fuente importante para explorar la identidad y
el desarrollo durante el proceso del yo.
25
1.3 El conductismo por John Watson y B.F. Skinner
El conductismo es una de las corrientes más inuyentes en la psicología
moderna, focalizada en el estudio del comportamiento observable y medible
de los individuos. A diferencia de otras escuelas de pensamiento que se
enfocan en procesos internos como pensamientos y emociones, el conductismo
sostiene que la psicología debe basarse en la observación objetiva y en la
relación entre estímulos y respuestas. Esta perspectiva ha permitido a los
psicólogos desarrollar métodos y técnicas que han transformado no solo la
psicología, sino encima otras disciplinas como la educación y la terapia.
La importancia del conductismo radica en su planteamiento empírico y
cientíco para entender el comportamiento humano. Desde su surgimiento a
principios del siglo XX, ha proporcionado un marco para la investigación
psicológica que prioriza la objetividad, permitiendo a los profesionales
analizar y modicar comportamientos de manera efectiva. A través de sus
principios, el conductismo ha dado lugar a diversas aplicaciones prácticas que
han mejorado la calidad de vida de muchas personas, desde la modicación de
conductas problemáticas hasta el fortalecimiento de habilidades sociales.
A través de un análisis detallado de sus biografías, principios y
experimentos, se busca resaltar el impacto que sus teorías han tenido en la
psicología y en la forma en que entendemos el comportamiento humano.
Asimismo, se llevará a cabo una comparación entre sus planteamientos y se
discutirá la relevancia del conductismo en la actualidad, así como sus posibles
direcciones futuras.
John Broadus Watson nació el 9 de enero de 1878 en Travelers Rest,
Carolina del Sur. Se graduó en la Universidad de Furman y continuó su
educación en la Universidad de Chicago, donde obtuvo su doctorado en
26
psicología en 1903. Watson fue un pionero en la psicología, conocido por su
trazado innovador que desaaba las prácticas psicológicas tradicionales de su
época, que se focalizaban en la introspección y los procesos mentales internos.
En 1913, publicó su lebre artículo "Psychology as the Behaviorist Views It",
que marcó el nacimiento del conductismo como una corriente psicológica
formal. A través de su trabajo, Watson abogó por la observación objetiva y el
estudio del comportamiento observable, estableciendo así las bases para el
desarrollo del conductismo moderno.
Watson propuso que la psicología debía focalizarse en el
comportamiento observable y medible, dejando de lado la introspección y las
teorías subjetivas sobre la mente. Denió el conductismo como una ciencia que
estudia la relación entre los estímulos y las respuestas. Para él, el
comportamiento humano podía ser explicado en términos de
condicionamiento y aprendizaje, y creía rmemente que las emociones y los
pensamientos eran simplemente respuestas a estímulos externos (Pellón, 2013).
Watson sostenía que, al entender y manipular estos estímulos, se podía
predecir y controlar el comportamiento de los individuos. Entre sus postulados
más destacados se encuentra la idea de que la conducta se forma a través de la
experiencia y la interacción con el entorno, lo que sentó las bases para
posteriores investigaciones en psicología y educación.
Uno de los experimentos más famosos de Watson fue el conocido como
el "Experimento de Lile Albert", realizado en 1920. En este estudio, Watson y
su colega Rosalie Rayner condicionaron a un niño llamado Albert para que
desarrollara un miedo a las ratas blancas, al emparejar la presentación de la
rata con un ruido fuerte y aterrador. Este experimento demostró que las
emociones podían ser condicionadas y que el miedo podía ser aprendido a
través de la asociación. Las implicaciones de este estudio fueron vastas, ya que
27
sugirieron que los miedos y fobias podían ser adquiridos y, por lo tanto,
podrían ser desaprendidos.
Watson encima abogó por la aplicación de principios conductistas en la
educación, sugiriendo que el aprendizaje se podía optimizar mediante el uso
de recompensas y castigos. Su planteamiento tuvo un impacto signicativo en
el desarrollo de los métodos educativos durante el siglo XX, promoviendo la
noción de que el entorno educativo debe ser estructurado y regulado para
optimizar el desarrollo conductual de los estudiantes (Flórez, 1994). Ahora
bien, las contribuciones de John Watson al conductismo fueron fundamentales
para establecer la psicología como una ciencia empírica y objetiva. Su visión y
sus experimentos no solo transformaron el estudio del comportamiento, sino
que encima dejaron un legado duradero que sigue inuyendo en la psicología
contemporánea.
B.F. Skinner, cuyo nombre completo es Burrhus Frederic Skinner, nació
el 20 de marzo de 1904 en Susquehanna, Pennsylvania. Desde una edad
temprana, mostró un interés por la lectura y la escritura, lo que lo llevó a
estudiar en la Universidad de Pensilvania, donde obtuvo su doctorado en
psicología en 1931. Inuenciado por las ideas de John Watson y el
planteamiento conductista, Skinner se dedicó a investigar cómo el
comportamiento humano podía ser modicado a través de la manipulación de
su entorno. Skinner tuvo una carrera académica prolíca y escribió libros como
"The Behavior of Organisms" (1938) y "Beyond Freedom and Dignity" (1971),
donde presentó sus ideas sobre el conductismo radical y su aplicación práctica.
Uno de los conceptos clave del conductismo radical de Skinner es el de
refuerzo, que se reere a cualquier consecuencia que aumenta la probabilidad
de que un comportamiento se repita en el futuro. Skinner identicó dos tipos
de refuerzo: el refuerzo positivo, que implica la presentación de un estímulo
28
agradable tras la conducta deseada (como recompensas), y el refuerzo
negativo, que consiste en la eliminación de un estímulo aversivo (como el alivio
de un dolor) al realizar una acción especíca.
Por otro lado, el castigo se reere a las consecuencias que disminuyen la
probabilidad de que un comportamiento se repita. Al igual que el refuerzo,
Skinner distinguió entre castigo positivo (introducción de un estímulo
aversivo) y castigo negativo (retirada de un estímulo agradable). Skinner creía
que el aprendizaje se producía principalmente a través de estos procesos de
refuerzo y castigo, y argumentaba que el entorno juega un papel decisivo en la
formación del comportamiento humano.
El planteamiento de Skinner ha tenido un impacto signicativo en
diversos campos, especialmente en la educación y la terapia conductual. En el
ámbito educativo, su teoría del refuerzo ha sido utilizada para desarrollar
métodos de enseñanza que promueven el aprendizaje a través de la
motivación. Para ilustrar, el uso de sistemas de recompensas en el aula, donde
los estudiantes reciben incentivos por su rendimiento y conducta, se basa en
principios skinnerianos. En la terapia, el conductismo radical ha dado origen a
diversas técnicas, como la modicación de conducta, que busca cambiar
comportamientos problemáticos mediante la aplicación de refuerzos y
castigos. Este planteamiento ha demostrado ser efectivo en el tratamiento de
trastornos del comportamiento, así como en la gestión de fobias y adicciones
(Rodríguez et al., 2022).
En general, B.F. Skinner no solo amplió las ideas del conductismo, sino
que encima proporcionó herramientas prácticas que han inuido en la
educación y la terapia, consolidando su legado en el campo de la psicología. Su
tanteo radical, que enfatiza el papel del ambiente en la formación del
comportamiento, continúa siendo relevante en la comprensión y modicación
29
del comportamiento humano en la actualidad. por las teorías de John Watson
y B.F. Skinner, dos guras clave que, aunque compartieron una base común,
desarrollaron planteamientos distintos dentro de esta corriente psicológica.
Una de las diferencias más notables entre Watson y Skinner radica en su
comprensión del comportamiento humano. Watson, conocido como el
fundador del conductismo, enfatizaba la importancia de la observación de
comportamientos externos, rechazando la introspección y cualquier referencia
a procesos mentales internos. Su planteamiento se focalizaba en la idea de que
el comportamiento consigue ser condicionado a través de estímulos
ambientales, lo que llevó a su famosa armación de que "daría una docena de
bebés sanos y bien formados y los entrenaría para que se convirtieran en
cualquier tipo de especialista que eligiera".
Por otro lado, Skinner desarrolló el concepto de conductismo radical,
que, aunque todavía se focalizaba en las acciones observables, introdujo el
análisis de las consecuencias que siguen a un comportamiento. Skinner creía
que el comportamiento no solo es inuenciado por estímulos externos, sino
encima por las consecuencias de las acciones, que consiguen ser reforzadas
(aumentadas) o castigadas (disminuidas). Este planteamiento llevó a su
desarrollo de la teoría del refuerzo, que se convirtió en un pilar del
conductismo contemporáneo.
A pesar de sus diferencias, Watson y Skinner compartieron varias
similitudes en su planteamiento conductista. Ambos rechazaron la psicología
introspectiva y se focalizaron en el estudio de comportamientos observables.
Para ambos, el objetivo de la psicología era predecir y controlar el
comportamiento humano a través de la manipulación de estímulos y
respuestas. Además, tanto Watson como Skinner creían que el ambiente juega
un papel trascendente en la formación del comportamiento. Ambos
30
investigadores sostuvieron que a través de la modicación del entorno, se
podían inducir cambios signicativos en el comportamiento de un individuo,
lo que llevó a aplicaciones prácticas en campos como la educación y la terapia.
El impacto de Watson y Skinner en la psicología moderna es innegable.
Watson sentó las bases del conductismo, estableciendo un marco teórico que
desaaba las nociones prevalentes de la psicología de su tiempo. Su trabajo
inuyó en una generación de psicólogos, y sus ideas sobre el condicionamiento
han sido aplicadas en diversas áreas, desde la publicidad hasta la educación.
Skinner, por su parte, llevó el conductismo a nuevas alturas al introducir
conceptos prácticos y aplicables, como el refuerzo positivo y negativo (García,
2015). Sus investigaciones y experimentos en el uso de la caja de Skinner
proporcionaron un marco práctico para entender cómo las consecuencias
consiguen moldear el comportamiento. Su planteamiento ha tenido un impacto
duradero en la educación, la psicología clínica y el entrenamiento de animales,
entre otros campos.
Entonces, si bien Watson y Skinner presentaron planteamientos
diferentes hacia el conductismo, su trabajo conjunto ha contribuido a establecer
una comprensión más amplia del comportamiento humano y su relación con
el entorno. La comparación entre sus teorías resalta la evolución del
conductismo y su relevancia continua en la psicología contemporánea.
El conductismo, como corriente psicológica, ha dejado una huella
indeleble en el desarrollo de la psicología moderna gracias a las contribuciones
signicativas de dos de sus principales exponentes: John Watson y B.F. Skinner.
Watson sentó las bases del conductismo, enfatizando la importancia de la
observación y la medición en el estudio del comportamiento humano, mientras
que Skinner amplió y profundizó esta visión a través de su concepto de
refuerzo y castigo, introduciendo el conductismo radical como una forma de
31
entender y modicar el comportamiento a través de la interacción con el
entorno.
Tanto Watson como Skinner aportaron teorías y experimentos que no
solo revolucionaron la psicología, sino que encima ofrecieron herramientas
prácticas para la educación, la terapia y el manejo de conductas. Sus
planteamientos, aunque diferentes en algunos aspectos, comparten la premisa
fundamental de que el comportamiento consigue ser estudiado de manera
objetiva, sin necesidad de recurrir a la introspección o a procesos mentales no
observables.
La relevancia del conductismo en la actualidad se maniesta en su
aplicación en diversos campos, desde la educación hasta la psicología clínica,
donde los principios del refuerzo y la modicación de conducta continúan
siendo utilizados para fomentar aprendizajes positivos y abordar problemas
de comportamiento. A pesar de la evolución de la psicología hacia
planteamientos más integrales que incluyen la cognición y la emoción, el
conductismo sigue siendo una base sólida que informa muchas prácticas
actuales.
Al reexionar sobre el futuro del conductismo, es evidente que, aunque
enfrenta escenarios en un mundo que cada vez reconoce más la complejidad
de la mente humana, sus fundamentos seguirán siendo relevantes. Las
investigaciones en psicología del comportamiento y el desarrollo de nuevas
técnicas basadas en los principios conductistas prometen ennoblecer nuestro
entendimiento del comportamiento humano y su modicación, asegurando
que el legado de Watson y Skinner perdure en el tiempo.
32
Capítulo II
Teoría del Desarrollo Moral de Lawrence Kohlberg:
Etapas, Niveles y Relevancia Actual
2.1 Introducción a la teoría del desarrollo moral
La teoría del desarrollo moral de Lawrence Kohlberg ha sido un pilar
fundamental en el estudio de la ética y la moralidad desde su formulación en
la década de 1950. Esta teoría explica que las personas desarrollan sus
conceptos de lo correcto e incorrecto en etapas, inuenciadas por factores
cognitivos y sociales. A través de su investigación, Kohlberg no solo buscó
entender cómo las personas toman decisiones morales, sino encima cómo estas
decisiones se relacionan con el contexto cultural y social en el que se
encuentran.
Lawrence Kohlberg nació el 25 de octubre de 1927 en Bronxville, Nueva
York. Se graduó de la Universidad de Chicago, donde comenzó a explorar
cuestiones de ética y aprendizaje moral. Kohlberg desarrolló su teoría del
desarrollo moral a partir de su interés en la psicología del desarrollo y la
losofía moral. Su trabajo se basa en la investigación sobre la justicia y la
moralidad, y se inspi en las teorías de Jean Piaget sobre el desarrollo
cognitivo. Durante su trayectoria, Kohlberg promovió de manera constante la
educación moral y ética, dejando un legado que sigue impactando
signicativamente en disciplinas como la psicología, la educación y la losofía.
La ética y la moralidad juegan un papel trascendente en el desarrollo
humano, ya que guían nuestras acciones y decisiones en la vida cotidiana.
33
Desde la niñez hasta la adultez, las personas enfrentan dilemas morales que
requieren reexión y juicio. Comprender cómo se desarrolla la moralidad nos
ayuda a apreciar las diferencias en la toma de decisiones entre individuos y
culturas. La teoría de Kohlberg presenta un esquema para entender cómo los
valores y principios éticos se desarrollan y cambian con el tiempo, lo cual es
fundamental para la formación de ciudadanos responsables y conscientes.
A través de un análisis detallado, se busca no solo entender la estructura
de la teoría, sino encima reexionar sobre su relevancia en la educación y la
psicología contemporánea. Al nal, se pretende convidar una síntesis que
invite a los lectores a considerar el impacto duradero de la teoría de Kohlberg
en la comprensión de la moralidad humana y las direcciones futuras para la
investigación en este campo.
2.1.1 Las etapas del desarrollo moral según Kohlberg
Lawrence Kohlberg propuso una teoría del desarrollo moral que se basa
en una serie de etapas secuenciales a través de las cuales los individuos
evolucionan en su comprensión y aplicación de principios morales, estas
etapas reejan formas de razonamiento moral que evolucionan con la madurez
(Barra, 1987). De la interpretación de los autores:
- Etapa 1: Obediencia y castigo
La primera etapa del desarrollo moral se focaliza en la obediencia y el temor
a las consecuencias negativas. En este nivel, los individuos toman decisiones
morales con base en la evitación del castigo. La moralidad se dene por la
conformidad a las reglas y normas impuestas por la autoridad. Los niños en
esta etapa tienden a ver el mundo en términos absolutos: las acciones son
buenas o malas dependiendo de las recompensas o castigos que puedan
34
acarrear. La perspectiva es egoísta y focalizada en el propio interés, donde el
respeto por la autoridad es primordial.
- Etapa 2: Individualismo y cambio
En la segunda etapa, el razonamiento moral comienza a evolucionar hacia
un planteamiento más individualista. Aquí, las decisiones morales son
impulsadas por el interés personal y el intercambio. Las personas reconocen
que existen diferentes perspectivas y que es posible considerar las necesidades
de otros, siempre y cuando todavía se satisfagan sus propios intereses. Esta
etapa introduce la idea de que los actos morales consiguen ser justicados si
resultan en algún tipo de benecio personal. En este sentido, la moralidad se
convierte en un contrato social donde las acciones se evalúan según la
reciprocidad.
- Etapa 3: Expectativas interpersonales
La tercera etapa del desarrollo moral se caracteriza por un planteamiento
en la conformidad a las expectativas interpersonales y la importancia de las
relaciones. En esta etapa, los individuos comienzan a considerar no solo sus
propios intereses, sino encima las expectativas y emociones de los demás. La
moralidad se basa en las normas sociales y en la búsqueda de aprobación y
aceptación por parte de sus pares. Las acciones son evaluadas por su impacto
en las relaciones interpersonales y el deseo de ser visto como “bueno” o “justo”.
Esta etapa representa un avance signicativo hacia un razonamiento moral
más empático, donde la lealtad y el cuidado hacia los demás juegan un papel
trascendente.
A través de estas tres etapas iniciales, Kohlberg nos proporciona un marco
para entender cómo se desarrolla el razonamiento moral en los individuos.
Cada etapa no solo reeja un cambio en el razonamiento, sino que encima
35
sienta las bases para las etapas posteriores, donde el razonamiento moral se
vuelve más complejo y se integra con principios universales y éticos.
2.1.1.1 Los tres niveles de desarrollo moral
La teoría del desarrollo moral de Lawrence Kohlberg se estructura en
torno a tres niveles principales, cada uno de los cuales comprende diferentes
etapas que reejan la evolución del razonamiento moral y ético de los
individuos. Estos niveles no solo delinean la progresión del pensamiento
moral, sino que encima destacan cómo los individuos consiguen entender y
aplicar principios de justicia y moralidad en sus vidas (Zerpa, 2007). De la
interpretación de los autores:
- Nivel preconvencional:
El nivel preconvencional es el primero en la jerarquía del desarrollo moral
y se caracteriza por una comprensión del bien y del mal basada en las
consecuencias directas de las acciones. En este nivel, la moralidad está
focalizada en el individuo y se enfoca en la evitación del castigo y la búsqueda
de recompensas.
i. Etapa 1: Obediencia y castigo: En esta etapa, los niños ven la moralidad a
través de un prisma de obediencia a reglas impuestas por guras de autoridad.
El comportamiento correcto es aquel que evita el castigo. La moralidad se
dene en términos de lo que es físicamente peligroso o dañino, y las decisiones
se toman en función de las repercusiones inmediatas.
ii. Etapa 2: Individualismo y cambio: A la vez que los individuos avanzan a
esta etapa, comienzan a reconocer que hay múltiples puntos de vista y que los
intereses personales consiguen inuir en la moralidad. Aquí, el planteamiento
se desplaza hacia el intercambio y la reciprocidad; se valora el cumplimiento
de las expectativas siempre y cuando haya una ganancia personal. Es un nivel
36
más egocéntrico donde se empieza a entender que las acciones consiguen tener
diferentes motivaciones y resultados.
- Nivel convencional:
El nivel convencional se caracteriza por un entendimiento más social de la
moralidad. Los individuos en este nivel valoran el cumplimiento de las normas
sociales y las expectativas de la comunidad. Aquí, el sentido de
responsabilidad hacia los demás se vuelve fundamental.
iii. Etapa 3: Expectativas interpersonales: En esta etapa, se busca la aprobación
de los demás y se prioriza la conformidad a las normas sociales. El individuo
se siente motivado por la necesidad de ser visto como "bueno" y digno de
aprobación. La empatía comienza a jugar un papel trascendente en la toma de
decisiones, ya que las personas intentan actuar de acuerdo con las expectativas
de sus pares.
iv. Etapa 4: Mantenimiento del orden social: En esta etapa, la moralidad se basa
en la importancia de la ley y el orden. Los individuos entienden que las reglas
son fundamentales para el funcionamiento de la sociedad y que deben ser
respetadas. La lealtad a la comunidad y la responsabilidad social se convierten
en valores predominantes, y se considera que actuar moralmente implica
cumplir con las leyes y normas establecidas.
- Nivel postconvencional:
El nivel postconvencional es el más avanzado en la teoría de Kohlberg y se
focaliza en principios éticos universales y la justicia social. En este nivel, los
individuos desarrollan un marco ético que trasciende las normas sociales y las
leyes.
37
v. Etapa 5: Contrato social y derechos individuales: Los individuos en esta
etapa reconocen que las leyes son un contrato social que debe proteger los
derechos y la dignidad de las personas. Comprenden que, aunque las leyes son
importantes, no son absolutas y consiguen ser cuestionadas. Se valora la
justicia y la equidad, y se considera que el bienestar de la sociedad en su
conjunto debe ser una prioridad.
vi. Etapa 6: Principios éticos universales: En la etapa nal del desarrollo moral
según Kohlberg, los individuos actúan de acuerdo con principios éticos
universales que trascienden las normas y leyes especícas. El sentido de la
justicia, la igualdad y la dignidad humana son los pilares de la toma de
decisiones en esta etapa. Los individuos en esta fase son capaces de cuestionar
tanto las leyes como las normas sociales si estas entran en conicto con sus
principios éticos fundamentales. Kohlberg ofrece un marco claro para entender
la evolución del pensamiento moral, cada nivel reeja una comprensión más
avanzada de la moralidad, destacando la relevancia del desarrollo ético en lo
social y personal.
2.1.1.2 Criticas a Kohlberg
La teoría del desarrollo moral de Lawrence Kohlberg ha sido sometida
a diversas críticas que cuestionan su validez y aplicabilidad en diferentes
contextos culturales y sociales. Uno de los argumentos más destacados es que
Kohlberg se centró principalmente en la moralidad occidental, lo que ha
llevado a la acusación de que su modelo ignora las diferencias culturales en la
ética y la moral. Investigadores como Carol Gilligan han argumentado que la
teoría de Kohlberg es predominantemente masculina, ya que se basa en una
perspectiva que prioriza principios de justicia y derechos individuales, a
menudo en detrimento de valores relacionados con la empatía y el cuidado,
que suelen ser más prominentes en las experiencias femeninas (Vinney, 2025).
38
Otra crítica signicativa se reere al método de investigación utilizado
por Kohlberg, que se basó en dilemas morales hipotéticos. Se ha cuestionado si
las respuestas a estos dilemas reejan realmente la capacidad de una persona
para actuar éticamente en situaciones de la vida real. Del mismo modo, algunos
estudios han demostrado que las decisiones morales no siempre se alinean con
las etapas del desarrollo propuestas por Kohlberg, lo que sugiere que la
moralidad consigue ser más compleja y matizada de lo que su modelo implica.
A pesar de las críticas, la teoría de Kohlberg ha encontrado aplicaciones
signicativas en el ámbito educativo. Su planteamiento en el desarrollo moral
ha inuido en la forma en que se enseñan valores y ética en las escuelas.
Muchos educadores han adoptado su modelo para diseñar currículos que
fomenten el razonamiento moral y la discusión ética entre los estudiantes. En
particular, se han implementado programas que invitan a los alumnos a
reexionar sobre dilemas morales, promoviendo así un entorno de aprendizaje
que estimula el pensamiento crítico y la empatía.
En esa misma línea, la teoría de Kohlberg ha sido utilizada en la
formación de futuros educadores, quienes aprenden a reconocer y guiar el
desarrollo moral de sus estudiantes. Al comprender las etapas del desarrollo
moral, los docentes consiguen adaptar sus planteamientos pedagógicos para
abordar las necesidades y capacidades de sus alumnos en diferentes niveles de
desarrollo. La teoría del desarrollo moral de Kohlberg sigue siendo relevante
en la psicología contemporánea, no solo como un modelo teórico, sino encima
como un punto de partida para investigaciones más complejas sobre la
moralidad. Su trabajo ha inspirado a numerosos investigadores a explorar
cómo se forman y cambian las creencias morales, así como a investigar los
factores que inuyen en el comportamiento ético en diversas situaciones
sociales.
39
Incluso, la teoría de Kohlberg ha sido incorporada en estudios sobre la
toma de decisiones, la justicia social y la ética profesional, lo que demuestra su
versatilidad y su capacidad para adaptarse a nuevas áreas de investigación. En
un mundo cada vez más globalizado y diverso, la discusión sobre la moralidad
y la ética es más pertinente que nunca, y la obra de Kohlberg sigue siendo un
referente fundamental en este campo.
Se da evidencia que la teoría del desarrollo moral de Lawrence
Kohlberg, es un planteamiento que ha inuido profundamente en nuestra
comprensión de cómo los individuos desarrollan su sentido de la ética y la
moralidad. Hemos comenzado con una breve biografía de Kohlberg,
resaltando su compromiso con la educación y la psicología, y la importancia
que él atribuía a la moralidad en el crecimiento humano. Luego, nos
adentramos en las seis etapas que describen este desarrollo, comenzando desde
una perspectiva focalizada en la obediencia y el castigo, hasta llegar a niveles
más complejos de razonamiento moral que consideran principios éticos
universales.
Por otra parte, examinamos los tres niveles de desarrollo moral: el
preconvencional, donde las decisiones se basan en consecuencias directas; el
convencional, donde el comportamiento se alinea con las expectativas sociales;
y el postconvencional, que implica un razonamiento más autónomo y ético.
Estas etapas no solo ilustran el camino del desarrollo moral, sino que todavía
proponen un marco para comprender cómo las personas consiguen
evolucionar en sus valores y principios en el espacio-tiempo.
La teoría de Kohlberg ha tenido un impacto signicativo, no solo en el
campo de la psicología, sino encima en la educación y la losofía. Su
planteamiento ha fomentado una mayor consideración de cómo se enseñan los
valores y la ética, sugiriendo que la educación moral debe ir más allá de la
40
simple transmisión de normas y enfocarse en el desarrollo del pensamiento
crítico y la reexión ética (Elorrieta, 2012). A través de sus etapas, Kohlberg nos
ha proporcionado una herramienta para evaluar no solo el desarrollo moral de
los individuos, sino encima para entender la dinámica de las decisiones
morales en contextos sociales más amplios.
Mirando hacia adelante, la teoría del desarrollo moral de Kohlberg sigue
siendo un punto de partida valioso para futuras investigaciones. A pesar de las
críticas que ha recibido, su marco propone una base sólida para explorar cómo
las culturas, el contexto social y las experiencias personales inuyen en la
moralidad. Además, la creciente importancia de la diversidad y la inclusión en
el estudio de la ética nos invita a reconsiderar y expandir las etapas y niveles
que Kohlberg propuso, adaptándolos a un mundo cada vez más globalizado y
complejo.
La teoría de Kohlberg no solo ha sido fundamental en la comprensión
del desarrollo moral, sino que encima sigue siendo relevante en el contexto
contemporáneo, ofreciendo una rica área de estudio para educadores,
psicólogos y lósofos en su búsqueda por entender el comportamiento
humano y la ética en la sociedad actual.
2.2 El desarrollo moral desde la interpretación de Jean Piaget
El desarrollo moral es un aspecto fundamental en la formación integral
de los individuos, ya que inuye en su comportamiento, decisiones y
relaciones interpersonales. Así, diversos teóricos han tratado de entender cómo
se forma la moralidad en los seres humanos, y uno de los más inuyentes en
este campo es Jean Piaget. Psicólogo suizo conocido principalmente por sus
investigaciones sobre el desarrollo cognitivo infantil, Piaget encima realizó
importantes aportes en la comprensión del desarrollo moral, proponiendo que
41
este proceso se estructura en diferentes fases y está intrínsecamente ligado a la
interacción social.
La teoría del desarrollo moral de Piaget nos propone un marco teórico
valioso para comprender cómo los niños pasan de una moralidad basada en
reglas impuestas a una comprensión más autónoma y exible de la moralidad.
Este cambio no solo implica un crecimiento intelectual, sino todavía un
desarrollo emocional y social que se ve afectado por el contexto en el que los
niños crecen y se relacionan con los demás. A través de este análisis, se
pretende proponer una visión integral de cómo la interpretación de Piaget
sigue siendo relevante en el estudio y la promoción del desarrollo moral en las
nuevas generaciones.
La teoría del desarrollo moral de Jean Piaget se basa en su planteamiento
constructivista, que postula que los individuos construyen su conocimiento y
comprensión del mundo a través de la experiencia y la interacción con su
entorno (Rodríguez, 1999). Piaget se centró en el desarrollo moral de los niños,
proponiendo que este proceso se lleva a cabo en fases secuenciales que reejan
una evolución en la comprensión de las normas y valores. Según Piaget, el
desarrollo moral se consigue dividir en dos fases principales: la moralidad
heterónoma y la moralidad autónoma:
i. Moralidad Heterónoma: Esta fase se maniesta en la infancia temprana y se
caracteriza por la adhesión a reglas externas impuestas por guras de
autoridad, como padres y maestros. En esta etapa, los niños ven las reglas como
inmutables y absolutas, y su planteamiento en la moralidad está más
relacionado con la obediencia y el temor a las consecuencias negativas.
ii. Moralidad Autónoma: En cuanto los niños crecen y adquieren más
experiencias sociales, transitan hacia la moralidad autónoma. Esta fase, que se
42
desarrolla aproximadamente a partir de los 10 años, accede a los individuos
reconocer que las normas y reglas consiguen ser objeto de discusión y
modicación, basándose en principios de justicia y equidad. Los niños
comienzan a desarrollar una capacidad crítica para evaluar las normas y se
vuelven capaces de tomar decisiones morales basadas en el razonamiento y la
empatía, en lugar de simplemente seguir la autoridad.
La distinción entre moralidad heterónoma y moralidad autónoma es
fundamental en la teoría de Piaget. En la moralidad heterónoma, el valor de
una acción se mide en función de su conformidad con las reglas y la autoridad
(Villegas de Posada, 1998). Se puede citar, un niño que rompe un juguete
consigue ser visto como "malo" simplemente porque ha infringido una regla,
sin considerar las intenciones detrás de la acción.
Por otro lado, en la moralidad autónoma, el juicio moral se basa en la
consideración de las circunstancias y las intenciones. Un niño en esta etapa
consigue entender que romper un juguete accidentalmente no es moralmente
equivalente a hacerlo deliberadamente. Esta evolución en el pensamiento
moral reeja un mayor desarrollo cognitivo y emocional, y consiente a los
individuos actuar de acuerdo con principios éticos más complejos.
Piaget enfatiza que el desarrollo moral no ocurre en un vacío; está
profundamente inuenciado por el contexto social en el que se desenvuelve el
individuo. Las interacciones con pares, la educación y la cultura son factores
concluyentes que moldean la comprensión moral. Los niños aprenden no solo
de la autoridad, sino encima de sus compañeros, lo que introduce una
dimensión social en su desarrollo moral.
Las discusiones y experiencias compartidas con otros niños
proporcionan que los individuos exploren diferentes perspectivas y cuestionen
43
las normas existentes. Esta interacción social es vital para el desarrollo de la
moralidad autónoma, ya que fomenta el pensamiento crítico y la empatía hacia
los demás. Así, el contexto social no solo actúa como un marco para el
aprendizaje, sino que encima desarrolla la experiencia moral al permitir que
los individuos reconozcan y valoren la diversidad de opiniones y experiencias
en su entorno.
Así, la teoría del desarrollo moral de Piaget brinda un marco valioso
para comprender cómo los niños evolucionan en su pensamiento moral,
pasando de una dependencia de la autoridad a un planteamiento más
autónomo y crítico. A través de las fases de moralidad heterónoma y
autónoma, y considerando la importancia del contexto social, se consigue
apreciar la complejidad del desarrollo moral en los individuos jóvenes.
A pesar de la inuencia y el reconocimiento que ha tenido la teoría del
desarrollo moral de Jean Piaget, ha sido objeto de diversas críticas que
cuestionan tanto su metodología como sus conclusiones. Estas críticas abarcan
varios aspectos, desde limitaciones en la investigación empírica hasta
consideraciones culturales que no fueron sucientemente abordadas por
Piaget.
Una de las críticas más recurrentes a la teoría de Piaget es la falta de
robustez en la investigación empírica que respaldó sus armaciones. Si bien
Piaget realizó estudios observacionales con niños para ilustrar sus fases del
desarrollo moral, muchos investigadores han señalado que sus muestras eran
relativamente pequeñas y no necesariamente representativas de la diversidad
cultural y social. Del mismo modo, la metodología cualitativa utilizada,
aunque innovadora para su época, ha sido considerada insuciente para
generalizar sus hallazgos a una población más amplia. Muchos críticos
44
argumentan que la falta de métodos cuantitativos y de experimentación más
rigurosa limita la validez de sus conclusiones.
Otra crítica signicativa se focaliza en la perspectiva cultural que Piaget
asumió en su investigación. Al desarrollar su teoría, Piaget se basó
principalmente en observaciones de niños de entornos occidentales, lo que ha
llevado a cuestionar la universalidad de sus fases del desarrollo moral.
Investigaciones posteriores han demostrado que las concepciones de la
moralidad consiguen variar ampliamente entre diferentes culturas. Conviene
destacar, en algunas sociedades, la moralidad consigue estar más ligada a las
relaciones interpersonales y comunitarias, mientras que en otras consigue
enfocarse en principios más abstractos y universales. Esta diversidad cultural
sugiere que la teoría de Piaget podría no ser aplicable en contextos no
occidentales, lo que plantea la necesidad de una revisión crítica de su
planteamiento.
La teoría de Piaget encima ha sido comparada con otras teorías del
desarrollo moral, como la de Lawrence Kohlberg, quien amplió y modicó las
ideas de Piaget. Kohlberg propuso un modelo más detallado que incluye
niveles y etapas adicionales de razonamiento moral, sugiriendo que el
desarrollo moral es un proceso más complejo de lo que Piaget había descrito.
En general, si bien la teoría del desarrollo moral de Piaget ha
proporcionado un marco valioso para entender cómo los niños construyen su
comprensión de lo que es moralmente correcto, es fundamental considerar las
críticas que han surgido con el tiempo. Estas críticas no solo resaltan
limitaciones en su planteamiento, sino que encima abren la puerta a un diálogo
más amplio sobre las diversas formas en que se consigue entender el desarrollo
moral en un contexto global y multicultural.
45
2.2.1 Aplicaciones prácticas de la teoría de Piaget
La teoría del desarrollo moral de Jean Piaget no solo ha sido
fundamental en el ámbito de la psicología del desarrollo, sino que todavía ha
encontrado diversas aplicaciones prácticas, especialmente en la educación y la
formación ética. Una de las aplicaciones más signicativas de la teoría de Piaget
es en el ámbito educativo, donde se consiguen diseñar estrategias para
fomentar el desarrollo moral de los estudiantes. La comprensión de las fases
del desarrollo moral condesciende a los educadores adaptar su planteamiento
pedagógico según las capacidades cognitivas y morales de sus alumnos
(Villegas de Posada, 1998).
Conviene destacar, en las primeras etapas, los educadores consiguen
focalizarse en la enseñanza de reglas y normas, mientras que en etapas más
avanzadas, se consigue promover el debate crítico y la reexión sobre dilemas
éticos. A través de actividades que fomenten el pensamiento crítico y la
empatía, como el trabajo en grupo y la discusión de casos, los docentes
consiguen ayudar a los estudiantes a transitar de una moralidad heterónoma a
una moralidad autónoma.
Piaget encima propone una base teórica sólida para el desarrollo de
programas de formación ética, tanto en contextos educativos como en entornos
profesionales. Estos programas consiguen diseñarse para guiar a las personas
a través de las diferentes fases del desarrollo moral, proporcionando
herramientas y recursos que les permitan reexionar sobre sus decisiones
éticas. La inclusión de estudios de caso y simulaciones consigue facilitar a los
participantes la identicación de dilemas morales y la aplicación de principios
éticos en situaciones reales, promoviendo así una moralidad más autónoma y
crítica.
46
Otra aplicación práctica de la teoría piagetiana es la evaluación del
desarrollo moral en niños. Los educadores y psicólogos consiguen utilizar las
etapas del desarrollo moral para diseñar instrumentos de evaluación que
midan la comprensión y aplicación de principios morales en los niños. Estas
evaluaciones consiguen ayudar a identicar las necesidades educativas de cada
niño y proporcionar un planteamiento más personalizado para su desarrollo
moral. Al entender en qué etapa se encuentra un niño, los educadores
consiguen implementar intervenciones adecuadas que fomenten el crecimiento
moral y ético, asegurando que todos los niños tengan la oportunidad de
desarrollar su capacidad moral de manera adecuada.
Entonces, las aplicaciones prácticas de la teoría de Piaget son diversas y
se extienden a varias áreas de la vida educativa y profesional. Al integrar sus
conceptos en la práctica, es posible no solo promover un desarrollo moral más
robusto en los individuos, sino encima contribuir a la formación de sociedades
más justas y éticas. La teoría del desarrollo moral de Jean Piaget ha
proporcionado un marco valioso para comprender cómo los individuos
evolucionan en su capacidad para razonar éticamente y tomar decisiones
morales. A través de sus fases de desarrollo moral, Piaget ha demostrado que
la moralidad no es una característica innata, sino un proceso que se construye
gradualmente, inuenciado por la interacción social y el entorno de los
individuos. La distinción entre moralidad heterónoma y autónoma resalta la
importancia del desarrollo del pensamiento crítico y la capacidad de
reexionar sobre las normas y valores, aspectos fundamentales en la formación
de ciudadanos responsables.
Sin embargo, es perentorio reconocer las limitaciones de la teoría de
Piaget, especialmente en lo que respecta a la investigación empírica y la
inuencia de factores culturales en el desarrollo moral. A pesar de sus
47
aportaciones, las críticas evidencian la necesidad de una perspectiva más
inclusiva que contemple la diversidad cultural y las diferentes formas de
razonar moralmente que existen en distintas sociedades.
A pesar de estas críticas, las aplicaciones prácticas de la teoría de Piaget
son indiscutibles. Su planteamiento consigue ser utilizado para guiar la
educación moral en el aula, fomentar programas de formación ética y
establecer mecanismos de evaluación que ayuden a identicar y apoyar el
desarrollo moral en niños. Al integrar sus principios en la práctica educativa,
se consigue contribuir al desarrollo de una ciudadanía más ética y consciente.
Por lo tanto, la obra de Piaget sigue siendo relevante en el estudio del
desarrollo moral. Al combinar sus hallazgos con nuevas investigaciones y
perspectivas, podemos seguir avanzando en la comprensión de la moralidad
humana y su evolución en el tiempo. De este modo, se abre un camino hacia la
construcción de sociedades más justas y comprensivas, donde la moralidad se
entienda como un proceso dinámico y en constante transformación.
2.3 Teoría de los dominios de Turiel
La teoría de los dominios de Turiel ha revolucionado la forma en que
entendemos el desarrollo moral y social en la infancia y la adolescencia.
Propuesta por el psicólogo estadounidense Elliot Turiel en la década de 1980,
esta teoría se focaliza en cómo los individuos construyen sus conceptos de
moralidad y normas sociales a través de la interacción con su entorno (Yáñez
y Perdomo, 2014). A diferencia de planteamientos anteriores que trataban la
moralidad como un conjunto jo de reglas impuestas por la autoridad, Turiel
argumenta que los niños y adolescentes desarrollan su comprensión moral a
partir de tres dominios distintos: el dominio moral, el dominio social y el
dominio personal.
48
El trabajo de Turiel surge en un contexto donde la psicología del
desarrollo estaba dominada por teorías que enfatizaban el papel de la
autoridad y la conformidad social en el desarrollo moral. Inuenciado por las
ideas de Jean Piaget y Lawrence Kohlberg, Turiel se propuso investigar cómo
los niños realmente perciben y diferencian las normas y valores en su vida
cotidiana. A través de una serie de estudios empíricos, demostró que los niños
no solo aprenden a seguir reglas, sino que encima desarrollan un sentido crítico
sobre la moralidad y la justicia, lo que los lleva a distinguir entre diferentes
tipos de normas.
La teoría de los dominios de Turiel ha tenido un impacto signicativo
en la psicología del desarrollo, al proporcionar un marco que proporciona
entender la complejidad de la moralidad humana. Al identicar y denir
claramente los dominios moral, social y personal, Turiel propone una
herramienta que ayuda a educadores, psicólogos y padres a comprender cómo
los individuos interpretan y responden a diferentes situaciones éticas y
sociales. Esta teoría encima ha inuido en el diseño de programas educativos
y en la investigación sobre el desarrollo moral, proporcionando una base sólida
para el análisis y la intervención.
La teoría de los dominios de Turiel se focaliza en la comprensión de
cómo los individuos perciben y razonan sobre diferentes aspectos de su
entorno social y moral. Los autores exploran los conceptos fundamentales que
sustentan la teoría, así como su relación con otros planteamientos en el campo
del desarrollo humano. En este sentido, Turiel propone que el desarrollo del
juicio moral de los individuos se organiza en torno a tres dominios distintos:
i. Dominio moral: Este dominio abarca cuestiones que se consideran
universalmente correctas o incorrectas, tales como la justicia, la equidad y el
bienestar de los demás. Las acciones que se evalúan dentro del dominio moral
49
suelen implicar una consideración de los derechos y el daño a otros, y se basan
en principios éticos que trascienden contextos culturales especícos.
ii. Dominio social: Se reere a las normas y convenciones que rigen las
interacciones dentro de un grupo o sociedad. A diferencia del dominio moral,
las reglas en este ámbito consiguen variar signicativamente entre diferentes
culturas y contextos. Este dominio incluye aspectos como las normas de
conducta, los roles sociales y las expectativas comunitarias, que son
fundamentales para la cohesión y el funcionamiento social.
iii. Dominio personal: Este dominio se reere a las decisiones que los
individuos toman en relación con su propia vida y bienestar, las cuales son
consideradas como asuntos de autonomía personal. Incluye la libertad de
elección y el derecho a tomar decisiones sobre aspectos que no afectan
directamente a otros, como la forma de vivir, las preferencias personales y las
relaciones interpersonales.
Los principios fundamentales de la teoría de los dominios de Turiel se
focalizan en la idea de que los individuos son capaces de discernir y distinguir
entre estos tres dominios desde una edad temprana. Turiel sostiene que, a la
vez que los niños crecen, desarrollan la capacidad de reconocer que las normas
morales son diferentes de las normas sociales y personales, lo cual es
trascendente para su desarrollo moral y social (Plascencia y Romo, 2009). Este
planteamiento no obstante enfatiza la importancia de la reexión crítica y la
discusión en la formación de juicios morales y sociales. Turiel argumenta que
el diálogo y la interacción con otros son esenciales para el entendimiento y la
evolución de las perspectivas morales, permitiendo a los individuos evaluar y
re-evaluar sus creencias y actitudes.
50
2.3.1 Relación con otras teorías del desarrollo
La teoría de los dominios de Turiel se relaciona con otras corrientes del
desarrollo psicológico, como la teoría del desarrollo moral de Kohlberg y las
teorías de aprendizaje social. Mientras que Kohlberg se centró en las etapas del
desarrollo moral basadas en la justicia y las decisiones basadas en principios
abstractos, Turiel amplía esta perspectiva al considerar la diversidad de
contextos sociales y la naturaleza contextual de las normas.
Asimismo, la teoría de Turiel se entrelaza con las teorías de Vygotsky y
Piaget, al reconocer que el desarrollo del juicio moral y social es un proceso que
se ve inuenciado por la interacción social y el contexto cultural. Sin embargo,
se distingue por su planteamiento en la autonomía del juicio individual y la
capacidad de los individuos para evaluar críticamente las normas que rigen
sus vidas. En síntesis, los fundamentos de la teoría de los dominios de Turiel
proponen una perspectiva rica y matizada sobre cómo los individuos
conceptualizan y razonan sobre el mundo que les rodea, resaltando la
importancia de los contextos morales, sociales y personales en el desarrollo
humano.
La teoría de los dominios de Turiel ha encontrado numerosas
aplicaciones en diversos campos, destacando su relevancia en la educación, la
investigación psicológica y la resolución de conictos. En el ámbito educativo,
la teoría de los dominios de Turiel propone un marco valioso para entender
cómo los estudiantes desarrollan su razonamiento moral y social a lo largo de
su formación. Para Trujillo (2017), esta teoría proporciona a los educadores
diseñar currículos que no solo se focalizan en la adquisición de conocimientos
académicos, sino que igualmente promueven el desarrollo de habilidades
críticas en la toma de decisiones éticas y en la comprensión de normas sociales.
51
Para ilustrar, al reconocer la diferencia entre los dominios moral, social
y personal, los educadores consiguen crear actividades que fomenten el debate
y la reexión sobre situaciones éticas, ayudando a los estudiantes a distinguir
entre cuestiones que son moralmente correctas y aquellas que son simplemente
una cuestión de normas sociales o preferencias personales. Esto no solo
desarrolla el aprendizaje, sino que encima prepara a los estudiantes para
enfrentar dilemas en su vida diaria.
La teoría de los dominios de Turiel ha sido una fuente importante de
inspiración para la investigación en psicología del desarrollo. Los estudios que
se basan en esta teoría han permitido a los investigadores explorar cómo los
niños y adolescentes comprenden y aplican diferentes normas en situaciones
sociales y morales.
Investigaciones recientes han utilizado la perspectiva de Turiel para
analizar la evolución de los juicios morales a lo largo del desarrollo, así como
para examinar cómo los contextos culturales inuyen en la percepción de los
dominios. Este planteamiento ha contribuido a un cuerpo más robusto de
literatura que aborda temas como la moralidad en diversas culturas, el
desarrollo de la empatía y la justicia, y la inuencia de las relaciones
interpersonales en el aprendizaje moral. La teoría de Turiel encima tiene
importantes implicaciones en la resolución de conictos. Al proporcionar un
marco para entender las diferentes dimensiones de los problemas que
consiguen surgir en las interacciones humanas, ayuda a los mediadores y a los
profesionales en resolución de conictos a identicar las raíces de un
desacuerdo.
Al aplicar la teoría, los mediadores consiguen desglosar un conicto en
sus componentes morales, sociales y personales, lo que les consiente abordar
cada aspecto de manera efectiva. Esta estrategia no solo facilita una
52
comunicación más clara entre las partes involucradas, sino que encima
promueve una mayor comprensión mutua, lo que consigue conducir a
soluciones más sostenibles y satisfactorias para todos los involucrados.
En sí, las aplicaciones de la teoría de los dominios de Turiel son amplias
y diversas, abarcando desde la educación hasta la investigación y la resolución
de conictos. Su planteamiento en la diferenciación de los dominios morales,
sociales y personales proporciona herramientas valiosas para abordar nuevas
tendencias en múltiples contextos, contribuyendo así al desarrollo integral de
los individuos y a la mejora de las dinámicas sociales.
La teoría de los dominios de Turiel ha proporcionado un marco
comprensivo para entender cómo los individuos, especialmente los niños,
desarrollan su comprensión de las normas morales, sociales y personales. A
través de su investigación, se ha evidenciado que estas dimensiones son
distintas pero interrelacionadas, lo que proporciona una mejor comprensión de
la complejidad del desarrollo moral. Se ha demostrado que los niños no solo
aprenden normas de forma pasiva, sino que participan activamente en la
construcción de su entendimiento, lo que les accede discernir entre situaciones
morales, sociales y personales (Plascencia y Romo, 2009). Esta diferenciación es
trascendente para la toma de decisiones y la resolución de conictos en su vida
cotidiana.
En cuanto la psicología del desarrollo continúa evolucionando, la teoría
de los dominios de Turiel convida una base sólida para nuevas investigaciones.
Las implicaciones de su trabajo son vastas y se consiguen expandir a otros
contextos, como la cultura y la diversidad social, que afectan la percepción de
las normas. Por añadidura, la integración de la teoría con avances en
neurociencia y psicología cognitiva podría desarrollar aún s nuestra
comprensión de cómo se forman y modican estos dominios.
53
Es fundamental que la comunidad académica continúe explorando y
ampliando la teoría de los dominios de Turiel. Se necesitan estudios adicionales
que examinen la aplicación de esta teoría en diferentes contextos culturales y
sociales, así como su relevancia en la educación contemporánea. La
investigación futura debería focalizarse en cómo los distintos dominios
interactúan en situaciones de conicto y cómo se consiguen utilizar para
desarrollar programas de intervención que fomenten la empatía y la resolución
pacíca de disputas. Por ende, la teoría de los dominios de Turiel no solo ha
enriquecido nuestra comprensión del desarrollo moral, sino que encima
proporciona un camino hacia un futuro más comprensivo y justo en la
formación de individuos.
54
Capítulo III
Aprendizaje Signicativo: La Teoría de David Ausubel y
su Impacto en la Educación
El Aprendizaje Signicativo es un concepto fundamental en la
educación que se reere a la manera en que los individuos adquieren y
asimilan conocimientos de forma profunda y duradera. A diferencia de otros
planteamientos educativos que se focalizan en la memorización de datos
aislados, el aprendizaje signicativo busca que el estudiante conecte nueva
información con sus conocimientos previos, facilitando así una comprensión
más integral y contextualizada de los contenidos.
La importancia del Aprendizaje Signicativo radica en su capacidad
para transformar el proceso educativo en una experiencia activa y constructiva.
Al fomentar una relación más estrecha entre el alumno y el contenido, se
promueve no solo la retención de información, sino además el desarrollo de
habilidades críticas como el pensamiento analítico y la resolución de
problemas. Este planteamiento condesciende que los estudiantes se conviertan
en participantes activos en su propio aprendizaje, lo que resulta en un mayor
compromiso y motivación.
El contexto histórico de David Ausubel, psicólogo educativo y uno de
los principales teóricos del Aprendizaje Signicativo, es esencial para entender
la evolución de este concepto. Ausubel, quien desarrolló su teoría en la década
de 1960, se basó en la premisa de que el aprendizaje es un proceso constructivo
que depende de la capacidad del individuo para integrar nueva información
con la que ya posee. Sus ideas han tenido un impacto signicativo en la
55
pedagogía moderna, inuyendo en métodos de enseñanza y en el diseño
curricular en diversas disciplinas.
Entonces, el Aprendizaje Signicativo representa un planteamiento
educativo que prioriza la comprensión y la conexión de ideas, lo que resulta en
un aprendizaje más profundo y relevante. En cuanto profundicemos en los
principios y estrategias asociadas a este planteamiento, se podrá apreciar su
relevancia en la educación contemporánea y su potencial para mejorar los
resultados de aprendizaje en diversas áreas del conocimiento.
3.1 Principios del Aprendizaje Signicativo
El aprendizaje signicativo, propuesto por David Ausubel, se
fundamenta en varios principios que proporcionan comprender cómo se
construye el conocimiento de manera efectiva en los estudiantes. La teoría del
aprendizaje signicativo se basa en la premisa de que el conocimiento nuevo
debe ser relacionado de manera coherente con el conocimiento previo del
aprendiz (Viera, 2003). Según Ausubel, este tipo de aprendizaje ocurre cuando
la nueva información se integra en la estructura cognitiva existente, en lugar
de ser simplemente memorizada. La clave radica en la comprensión y conexión
de ideas, lo que facilita la retención a largo plazo y la aplicación del
conocimiento en diferentes contextos.
Para que el aprendizaje sea considerado signicativo, es esencial que el
estudiante perciba la relevancia del nuevo contenido. Esto implica que el
docente debe facilitar un ambiente donde los alumnos puedan establecer
relaciones entre conceptos nuevos y aquellos que ya dominan, promoviendo
así un aprendizaje más profundo y duradero. Es fundamental distinguir entre
el aprendizaje signicativo y el aprendizaje memorístico. Mientras que el
aprendizaje memorístico se basa en la repetición y la retención de información
56
sin comprensión, el aprendizaje signicativo se caracteriza por la
internalización de conceptos y la capacidad de aplicarlos en diversas
situaciones.
El aprendizaje memorístico a menudo resulta en un olvido rápido, ya
que se enfoca en la supercie del conocimiento sin un verdadero
entendimiento. En cambio, el aprendizaje signicativo consiente al estudiante
no solo recordar información, sino encima transferir y utilizar ese conocimiento
en problemas y contextos nuevos (Moscoso y Pesántez, 2022). Esta diferencia
resalta la importancia de enseñar de manera que se fomente una comprensión
profunda y signicativa del material. Para que el aprendizaje signicativo se
produzca, es necesario cumplir con ciertas condiciones. Estas incluyen:
i. Motivación del estudiante: El interés y la disposición del alumno para
aprender son trascendentales. Un estudiante motivado es más propenso a
relacionar nueva información con lo que ya sabe.
ii. Conocimiento previo: La existencia de una base de conocimientos previa es
esencial. Los estudiantes deben tener conceptos o ideas que les sirvan como
anclajes para integrar nueva información.
iii. Relevancia del contenido: El material presentado debe ser percibido como
relevante y útil para el estudiante. Esto aumenta la probabilidad de que se
establezcan conexiones signicativas.
iv. Interacción social: La interacción con otros estudiantes y docentes consigue
desarrollar el proceso de aprendizaje, promoviendo el intercambio de ideas y
la construcción colectiva del conocimiento.
v. Estrategias de enseñanza adecuadas: Los docentes deben utilizar métodos
que faciliten la comprensión y la conexión entre conceptos, como la utilización
de organizadores grácos, discusiones grupales y ejemplos prácticos.
57
Ahora bien, los principios del aprendizaje signicativo enfatizan la
importancia de la conexión entre el nuevo conocimiento y el conocimiento
previo, así como la necesidad de crear un entorno de aprendizaje que fomente
la motivación y el interés del estudiante. Al aplicar estos principios, se consigue
lograr un aprendizaje más profundo y efectivo, que prepare a los alumnos para
enfrentar los retos del mundo contemporáneo. El Aprendizaje Signicativo no
solo se basa en una teoría sólida, sino que encima requiere de estrategias
prácticas que faciliten su implementación en el aula.
Los organizadores previos son herramientas que se utilizan para activar
los conocimientos previos de los estudiantes antes de introducir nuevos
contenidos. Estos consiguen ser grácos, diagramas o incluso preguntas que
invitan a los estudiantes a reexionar sobre lo que ya saben. Al conectar la
nueva información con lo que los alumnos ya conocen, se crea un marco de
referencia que facilita la comprensión y retención de los nuevos conceptos. Los
organizadores previos no solo ayudan a estructurar el aprendizaje, sino que
encima motivan a los estudiantes al hacer evidente la relevancia de lo que están
a punto de aprender.
Los mapas conceptuales son representaciones grácas que muestran las
relaciones entre conceptos. Al utilizar esta herramienta, los estudiantes
consiguen visualizar cómo se interconectan las ideas y cómo se consiguen
agrupar o clasicar. Esta estrategia promueve una comprensión s profunda,
ya que los alumnos deben reexionar sobre la relación entre los conceptos en
lugar de simplemente memorizarlos. Por otra parte, crear un mapa conceptual
consigue ser una actividad colaborativa que fomente el trabajo en equipo y la
discusión, elementos clave para el aprendizaje signicativo.
Las actividades que fomentan la conexión de ideas son esenciales para
que los estudiantes puedan integrar nuevos conocimientos en su estructura
58
cognitiva. Estas consiguen incluir debates, proyectos en grupo, estudios de
caso o incluso el uso de tecnología que permita a los alumnos interactuar con
el contenido de manera activa. Al involucrar a los estudiantes en discusiones
que les permitan explorar diferentes perspectivas y conectar diversos
conceptos, se enaltece su aprendizaje. En consonancia con esto, dichas
actividades promueven la curiosidad y el pensamiento crítico, habilidades
esenciales para el aprendizaje continuo en el espacio-tiempo.
Implementar estrategias como organizadores previos, mapas
conceptuales y actividades de conexión de ideas no solo mejora la calidad del
aprendizaje, sino que a su vez ayuda a los estudiantes a desarrollar un
planteamiento más profundo y signicativo hacia su educación. Estas
herramientas y técnicas son esenciales para preparar a los estudiantes para un
mundo en constante cambio, donde la capacidad de aprender de manera
signicativa es más importante que nunca.
El aprendizaje signicativo, como ha propuesto David Ausubel, se erige
como un pilar fundamental en la educación contemporánea. Este
planteamiento no solo busca la retención de información, sino que promueve
una comprensión profunda y contextualizada de los contenidos. Al conectar
nuevos conocimientos con experiencias y conceptos previos, se sientan las
bases para un aprendizaje duradero y relevante (Roa, 2021). La importancia de
este planteamiento radica en su capacidad para transformar el proceso
educativo en una experiencia activa y participativa, donde los estudiantes se
convierten en protagonistas de su propio aprendizaje.
En el contexto educativo actual, caracterizado por la diversidad de
estilos de aprendizaje y la necesidad de preparar a los estudiantes para un
mundo en constante cambio, el aprendizaje signicativo se presenta como una
solución ecaz. Este planteamiento fomenta la creatividad, el pensamiento
59
crítico y la capacidad de resolver problemas, habilidades esenciales en el siglo
XXI. Asimismo, su aplicación en el aula consigue contribuir a la motivación y
el compromiso de los estudiantes, ya que se sienten s conectados con el
material que están aprendiendo. Al implementar estrategias como
organizadores previos y mapas conceptuales, los educadores consiguen
facilitar un entorno de aprendizaje donde el conocimiento se construye de
manera colaborativa y signicativa.
El estudio del aprendizaje signicativo continúa siendo un área de
interés para investigadores y educadores. Futuras investigaciones podrían
explorar la implementación de tecnologías educativas que promuevan este tipo
de aprendizaje, así como su aplicación en contextos multiculturales y diversos.
Del mismo modo, sería valioso analizar el impacto del aprendizaje signicativo
en diferentes niveles educativos y en diversas disciplinas. Al seguir
profundizando en este planteamiento, se consiguen desarrollar nuevas
estrategias que fortalezcan aún más el aprendizaje de los estudiantes y
contribuyan a la evolución de la práctica educativa en un mundo cada vez más
interconectado. La obra de Ausubel y sus principios seguirán siendo una fuente
de inspiración y guía en la búsqueda de métodos que hagan del aprendizaje
una experiencia realmente signicativa.
3.2 Aprendizaje Signicativo a través de Representaciones:
Estrategias y Evaluación en el Planteamiento Ausubel
El aprendizaje de representaciones es un concepto fundamental en el
ámbito educativo que se focaliza en cómo los estudiantes construyen y
organizan su conocimiento a través de diversas formas de representación. Este
planteamiento se basa en la idea de que el aprendizaje no es un proceso pasivo
de asimilación de información, sino una actividad activa en la que los
60
estudiantes deben interactuar con los contenidos de manera profunda y
signicativa.
Las representaciones, que consiguen adoptar múltiples formas como
grácos, diagramas, mapas conceptuales y otros organizadores visuales,
juegan un papel trascendente en la facilitación del aprendizaje. Estas
herramientas no solo ayudan a los estudiantes a estructurar y claricar sus
ideas, sino que al, mismo tiempo promueven la comprensión y el análisis
crítico de la información. Al transformar conceptos abstractos en
representaciones visuales, se facilita la identicación de relaciones y patrones,
enriqueciendo así el proceso de aprendizaje.
El aprendizaje de representaciones se encuentra estrechamente
vinculado a la teoría del aprendizaje signicativo propuesta por David
Ausubel. Según Ausubel, el aprendizaje es más efectivo cuando los nuevos
conocimientos se conectan de manera coherente con lo que el estudiante ya
sabe. Así, las representaciones no solo actúan como herramientas de apoyo,
sino que encima son vehículos que proporcionan establecer conexiones
signicativas entre conceptos previos y nuevos (Cantorín, 2021). En este
contexto, es fundamental que los educadores comprendan la importancia de
enseñar a sus alumnos a crear y utilizar representaciones efectivas. Esto implica
no solo la introducción de técnicas y herramientas, sino encima la creación de
un ambiente de aprendizaje que fomente la curiosidad, la reexión y el
pensamiento crítico.
El aprendizaje signicativo es un planteamiento educativo que se
focaliza en la comprensión profunda y la conexión de nuevos conocimientos
con experiencias previas y conceptos ya aprendidos. Este concepto,
desarrollado por el psicólogo David Ausubel en la década de 1960, sostiene que
el aprendizaje es más efectivo cuando los estudiantes consiguen relacionar la
61
nueva información con lo que ya saben, facilitando así una integración más
coherente y duradera de los conocimientos.
El aprendizaje signicativo se dene como un proceso en el cual el
aprendiz asocia la nueva información con estructuras cognitivas existentes, lo
que proporciona una comprensión más profunda y el desarrollo de
conocimientos que son más fáciles de recordar y aplicar. Este tipo de
aprendizaje se opone al aprendizaje memorístico, que se basa en la repetición
y la memorización sin una comprensión real del contenido. En el aprendizaje
signicativo, el alumno se convierte en un participante activo en su proceso de
aprendizaje, lo que refuerza su motivación y compromiso.
La principal diferencia entre el aprendizaje signicativo y el
memorístico radica en la profundidad de la comprensión. Mientras que el
aprendizaje memorístico implica la retención de información a corto plazo sin
una conexión relevante con el conocimiento previo, el aprendizaje signicativo
se basa en la creación de vínculos entre ideas y conceptos. Esto no solo facilita
la retención a largo plazo, sino que encima proporciona al estudiante aplicar
sus conocimientos en situaciones nuevas y diferentes. El aprendizaje
memorístico consigue ser útil para tareas que requieren recordar hechos
especícos, pero no fomenta la crítica, el análisis o la creatividad.
El contexto juega un papel fundamental en el aprendizaje signicativo.
Este se reere a las circunstancias, experiencias y conocimientos previos que
un estudiante trae consigo a la experiencia de aprendizaje. Un contexto rico y
relevante condesciende que los estudiantes relacionen la nueva información
con situaciones de la vida real, lo que mejora la comprensión y la transferencia
de conocimientos. En particular, si un estudiante ya tiene una base sólida en
un tema relacionado, le será más fácil integrar nuevos conceptos en su marco
de referencia. Por lo tanto, los educadores deben ser conscientes del contexto
62
en el que se produce el aprendizaje y buscar estrategias que ayuden a los
estudiantes a establecer conexiones signicativas entre lo nuevo y lo conocido.
En este sentido, los fundamentos del aprendizaje signicativo destacan
la importancia de conectar nuevos conocimientos con experiencias previas, la
diferencia decisiva entre memorizar y comprender, y el papel esencial del
contexto en el proceso de aprendizaje. Estos elementos son clave para
desarrollar estrategias educativas que promuevan una comprensión profunda
y duradera en los estudiantes, formando la base para el aprendizaje efectivo y
signicativo. El aprendizaje de representaciones es un proceso fundamental
para facilitar la comprensión y asimilación del conocimiento.
Los organizadores grácos son herramientas visuales que proporcionan
estructurar y representar la información de manera clara y concisa. Su uso
facilita la identicación de relaciones entre conceptos y ayuda a los estudiantes
a visualizar la jerarquía y las conexiones dentro del contenido. Existen
diferentes tipos de organizadores grácos, como mapas conceptuales,
diagramas de ujo y cuadros comparativos, cada uno adaptado a diferentes
necesidades y estilos de aprendizaje. Al incorporar estos recursos, los
educadores consiguen facilitar un aprendizaje más signicativo, ya que los
estudiantes consiguen integrar nuevos conocimientos con sus esquemas
mentales previos.
Las técnicas de resumen y paráfrasis son fundamentales para la
consolidación del aprendizaje. Resumir implica condensar la información
esencial de un texto, mientras que parafrasear requiere reexpresar las ideas
originales con palabras propias, manteniendo el signicado. Ambas técnicas
no solo ayudan a los estudiantes a procesar y entender mejor la información,
sino que encima fomentan la reexión crítica y la capacidad de síntesis. Al
practicar estas habilidades, los estudiantes aprenden a identicar lo más
63
relevante de un contenido y a reformularlo, lo que contribuye a una
comprensión más profunda y a la retención a largo plazo.
El uso de métodos de comparación y contraste es otra estrategia ecaz
para el aprendizaje de representaciones. Este planteamiento consiente a los
estudiantes identicar similitudes y diferencias entre conceptos, teorías o
eventos. A través de la creación de listas, tablas o diagramas, se consiguen
ilustrar claramente las características de los elementos en cuestión. Este tipo de
análisis no solo mejora la comprensión de los contenidos, sino que encima
desarrolla habilidades críticas y analíticas. Al comparar y contrastar, los
estudiantes son capaces de construir un conocimiento más integrado y
contextualizado, lo que resulta en una mayor capacidad para aplicar lo
aprendido en nuevas situaciones.
Estas estrategias, cuando se implementan de manera intencional y
adaptada a las necesidades de los estudiantes, consiguen transformar el
proceso de aprendizaje en uno más dinámico y efectivo. Fomentar el uso de
organizadores grácos, técnicas de resumen y métodos de comparación y
contraste contribuye a un aprendizaje más signicativo y duradero, alineado
con los principios del planteamiento de Ausubel. La evaluación y la
retroalimentación son componentes esenciales en el proceso de aprendizaje,
especialmente en el contexto del aprendizaje signicativo propuesto por David
Ausubel. Estas prácticas no solo acceden medir el progreso de los estudiantes,
sino que encima juegan un papel trascendente en la construcción de un
conocimiento más profundo y duradero.
La evaluación formativa se reere a las estrategias de evaluación
realizadas durante el proceso de aprendizaje, con el n de monitorear el
progreso y proporcionar información que ayude a mejorar el rendimiento. A
diferencia de la evaluación sumativa, que se focaliza en medir el aprendizaje al
64
nal de un periodo, la evaluación formativa se lleva a cabo de manera continua
(Cruzado, 2022). Este tipo de evaluación proporciona a los educadores
identicar las fortalezas y debilidades de los estudiantes, así como ajustar su
enseñanza para atender las necesidades individuales. La retroalimentación que
se deriva de la evaluación formativa es fundamental, ya que brinda a los
estudiantes la oportunidad de reexionar sobre su aprendizaje, corregir errores
y consolidar conceptos.
La retroalimentación efectiva es un factor determinante en el proceso de
aprendizaje. Esta debe ser especíca, constructiva y oportuna. Un
planteamiento positivo y claro ayuda a los estudiantes a comprender qué
aspectos han dominado y cuáles necesitan mejorar. Las técnicas de
retroalimentación consiguen incluir comentarios escritos en tareas, discusiones
en grupo o el uso de rúbricas que desglosen los criterios de evaluación. Es
esencial que la retroalimentación no solo se centre en los resultados nales, sino
que encima reconozca el esfuerzo y el proceso de aprendizaje. Al fomentar un
ambiente donde los estudiantes se sientan seguros para recibir críticas y
sugerencias, se promueve una actitud de crecimiento y desarrollo personal.
La autoevaluación es una herramienta poderosa que proporciona a los
estudiantes tomar el control de su propio aprendizaje. A través de la
autoevaluación, los estudiantes consiguen reexionar sobre sus logros,
identicar áreas de mejora y establecer metas para su desarrollo. Este proceso
fomenta la metacognición, ya que los estudiantes aprenden a pensar
críticamente sobre su propio proceso de aprendizaje. La autoevaluación no solo
aumenta la responsabilidad y la autonomía en el aprendizaje, sino que encima
refuerza la conexión entre el conocimiento previo y el nuevo aprendizaje,
alineándose así con los principios del aprendizaje signicativo de Ausubel.
65
Entonces, la evaluación y la retroalimentación son pilares
fundamentales en el aprendizaje. Al implementar prácticas de evaluación
formativa, proporcionar retroalimentación efectiva y fomentar la
autoevaluación, los educadores consiguen crear un entorno de aprendizaje
ennoblecedor que no solo facilite la adquisición de conocimientos, sino que
encima promueva una comprensión más profunda y signicativa.
El aprendizaje de representaciones, fundamentado en las teorías de
Ausubel, nos propone un marco valioso para comprender cómo los individuos
consiguen construir conocimiento de manera efectiva y duradera. Este
planteamiento enfatiza que el aprendizaje no se trata simplemente de la
retención de información, sino de la comprensión profunda y la conexión de
nuevos conocimientos con estructuras cognitivas ya existentes (Viera, 2003).
La importancia del contexto en el aprendizaje encima ha sido un punto
focal. Un ambiente educativo que favorezca el aprendizaje signicativo debe
facilitar la conexión de ideas, fomentar la curiosidad y permitir a los
estudiantes relacionar la teoría con situaciones prácticas. Las estrategias que
hemos discutido, como el uso de organizadores grácos, técnicas de resumen
y métodos de comparación, son herramientas esenciales que los educadores
consiguen emplear para potenciar la comprensión y la retención de la
información.
Asimismo, la evaluación y retroalimentación son componentes críticos
del proceso de aprendizaje. La evaluación formativa no solo mide el progreso
del estudiante, sino que encima proporciona información valiosa que consigue
guiar tanto a educadores como a estudiantes en la mejora continua. La
retroalimentación efectiva y la autoevaluación fomentan una reexión
profunda, lo que resulta en un aprendizaje más autónomo y responsable.
66
Al considerar el futuro del aprendizaje signicativo, es fundamental
seguir investigando y desarrollando métodos que se alineen con las
necesidades de los estudiantes contemporáneos. Incorporar tecnologías
emergentes, adaptar estrategias a diversas modalidades de aprendizaje y
promover la colaboración entre pares son pasos necesarios para dignicar este
proceso.
En tanto, el aprendizaje de representaciones según Ausubel no solo
transforma la forma en que se enseña y se aprende, sino que encima sienta las
bases para un planteamiento educativo más inclusivo y efectivo.
Reexionemos sobre cómo podemos aplicar estos principios en nuestras
prácticas educativas diarias, recordando siempre que el verdadero aprendizaje
va más allá de memorizar información; se trata de construir un conocimiento
signicativo y relevante que prepare a los estudiantes para los desafíos del
mundo real.
3.3 Aprendizaje Signicativo: La Teoría de David Ausubel y su
Impacto en la Educación
El aprendizaje signicativo es un planteamiento educativo que se
focaliza en la comprensión profunda y la integración de nuevos conocimientos
con los conceptos ya existentes en la mente del estudiante. Este tipo de
aprendizaje va más allá de la simple memorización, promoviendo la conexión
entre los saberes previos del alumno y la nueva información presentada. Tal
conexión aprueba que el aprendizaje sea más duradero y relevante, facilitando
la aplicación de lo aprendido en diversas situaciones de la vida real.
La importancia del aprendizaje signicativo en la educación radica en
su capacidad para fomentar una comprensión crítica y reexiva de los
contenidos. Al conectar conceptos, los estudiantes desarrollan pensamiento
67
crítico para resolver problemas y tomar decisiones informadas. Este
planteamiento encima promueve la motivación intrínseca, ya que los alumnos
se sienten más comprometidos con el proceso de aprendizaje cuando
consiguen ver la relevancia de lo que están estudiando.
Para comprender plenamente el aprendizaje signicativo, es
fundamental situar a David Ausubel en su contexto histórico. Ausubel, un
psicólogo educativo estadounidense, desarrolló su teoría en la década de 1960,
en un periodo de transformación educativa. Se oponía a los métodos de
enseñanza que priorizaban la memorización y el aprendizaje mecánico,
defendiendo la necesidad de un planteamiento que valorara la comprensión y
la integración del conocimiento. Su obra ha inuido en la pedagogía moderna,
ofreciendo estrategias concretas para facilitar el aprendizaje signicativo en
diversas disciplinas educativas.
La teoría del aprendizaje signicativo, propuesta por David Ausubel, se
focaliza en cómo los estudiantes adquieren y retienen nuevos conocimientos.
A diferencia de otros planteamientos educativos, esta teoría enfatiza la
importancia de conectar la nueva información con los conocimientos previos
que ya posee el alumno (Cantorín, 2014).
Los conceptos previos son elementos fundamentales en la teoría de
Ausubel. Se reeren al conjunto de conocimientos, experiencias y habilidades
que el estudiante ya ha adquirido antes de enfrentarse a nueva información.
Según Ausubel, para que el aprendizaje sea signicativo, es esencial que el
nuevo contenido se relacione de manera lógica y coherente con estos
conocimientos previos. Si los estudiantes consiguen establecer vínculos entre
lo que ya saben y lo que están aprendiendo, es más probable que retengan la
nueva información y la integren en su estructura cognitiva. De esta manera, el
68
aprendizaje se convierte en un proceso activo en el que el estudiante no solo
recibe información, sino que la asimila y la transforma.
Ausubel encima introdujo el concepto de "organizadores grácos" como
una herramienta pedagógica ecaz para facilitar el aprendizaje signicativo.
Estos organizadores son representaciones visuales que ayudan a los
estudiantes a estructurar y organizar la información de manera clara.
Consiguen incluir diagramas, mapas conceptuales, tablas y otras formas de
visualización que proporcionan a los alumnos ver las relaciones entre los
conceptos de manera más clara. Al utilizar organizadores grácos, los
estudiantes consiguen identicar sus conceptos previos y conectarlos con la
nueva información, lo que les ayuda a construir un conocimiento más sólido y
duradero.
Una de las aportaciones más signicativas de Ausubel es su distinción
entre el aprendizaje signicativo y el aprendizaje mecánico. El aprendizaje
mecánico se caracteriza por la memorización de datos sin comprender su
signicado o relación con otros conocimientos. En este tipo de aprendizaje, los
estudiantes consiguen recordar información a corto plazo, pero es poco
probable que la retengan a largo plazo o que puedan aplicarla en contextos
diferentes. En contraposición, el aprendizaje signicativo consiente a los
estudiantes no solo recordar la información, sino encima utilizarla de manera
crítica y creativa en situaciones nuevas (Halanoca, 2024). Este énfasis en la
comprensión y la conexión de ideas resalta la importancia de un planteamiento
educativo focalizado en el estudiante, donde el proceso de aprendizaje sea
realmente relevante y aplicable a la vida cotidiana.
Por ende, la teoría del aprendizaje signicativo de David Ausubel
proporciona un marco valioso para entender cómo los estudiantes aprenden y
cómo los educadores consiguen facilitar ese aprendizaje. Al focalizarse en los
69
conocimientos previos, utilizar organizadores grácos y distinguir entre
diferentes tipos de aprendizaje, esta teoría propone herramientas y estrategias
que consiguen transformar la experiencia educativa en el aula. El
planteamiento del aprendizaje signicativo de David Ausubel propone
valiosas estrategias que los educadores consiguen implementar en el aula para
fomentar una comprensión profunda y duradera de los conceptos.
El diseño de actividades educativas debe focalizarse en la conexión de
nuevos conocimientos con las experiencias previas de los estudiantes. Para ello,
es fundamental realizar una evaluación inicial que permita identicar los
conceptos que los alumnos ya poseen. Las actividades consiguen incluir
debates, lluvias de ideas o la creación de proyectos que integren esos
conocimientos previos. En particular, al introducir un nuevo tema en ciencias,
el docente consigue iniciar la clase pidiendo a los alumnos que compartan lo
que ya saben sobre el tema, facilitando ael establecimiento de conexiones
signicativas.
Además, el uso de organizadores grácos es una estrategia ecaz para
ayudar a los estudiantes a visualizar las relaciones entre conceptos. Los
docentes consiguen solicitar a los estudiantes que elaboren mapas
conceptuales o diagramas de Venn que ilustren cómo se relacionan los nuevos
conceptos con lo que ya conocen. Esto no solo refuerza el aprendizaje, sino que
encima proporciona a los estudiantes ver de manera clara la estructura del
conocimiento.
La evaluación del aprendizaje signicativo va más allá de los exámenes
tradicionales. En este planteamiento, se valoran procesos como la reexión, la
transferencia de conocimientos a nuevas situaciones y la capacidad de los
estudiantes para explicar conceptos en sus propias palabras. Las evaluaciones
consiguen incluir proyectos, presentaciones orales y autoevaluaciones, donde
70
los estudiantes reexionan sobre su propio aprendizaje y cómo han integrado
los nuevos conocimientos. Al implementar rúbricas que evalúen no solo el
producto nal, sino encima el proceso de aprendizaje, los docentes consiguen
obtener una visión más clara de la comprensión de los estudiantes. Esto
promueve un ambiente en el que el aprendizaje se ve como un proceso en
continuo desarrollo en lugar de un resultado nal estático.
El planteamiento de David Ausubel sobre el aprendizaje signicativo ha
dejado una huella profunda en el campo de la educación, transformando la
manera en que se concibe la adquisición de conocimientos. Su teoría destaca la
importancia de conectar nuevos conceptos con los que los estudiantes ya
poseen, lo que no solo facilita la comprensión, sino que encima promueve una
retención a largo plazo de la información (Viera, 2003). Esta distinción es
trascendente en la práctica educativa, ya que resalta la necesidad de crear
entornos de aprendizaje que valoren la construcción activa del conocimiento.
Además, hemos analizado el papel de los organizadores grácos como
herramientas clave en la implementación de la teoría de Ausubel. Estos
recursos visuales no solo ayudan a estructurar la información, sino que encima
facilitan la identicación de relaciones entre conceptos, lo que potencia la
asimilación y el aprendizaje signicativo. Las aplicaciones prácticas en el aula,
que incluyen el diseño de actividades educativas focalizadas en el estudiante y
métodos de evaluación que reejan verdaderamente el entendimiento, son
fundamentales para llevar a cabo el planteamiento de Ausubel. Los ejemplos
de casos exitosos demuestran que, al aplicar sus principios, los educadores
consiguen crear experiencias de aprendizaje más desarrolladoras y efectivas.
El planteamiento de David Ausubel nos invita a replantear nuestras
estrategias educativas, priorizando un aprendizaje que sea relevante y
signicativo para los estudiantes. Al adoptar sus postulados, no solo
71
mejoramos la calidad de la enseñanza, sino que encima preparamos a los
estudiantes para ser pensadores críticos y autónomos, capaces de aplicar sus
conocimientos en contextos diversos y en la vida cotidiana. Sin duda, la obra
de Ausubel sigue siendo un referente clave para educadores en todo el mundo,
guiando hacia un futuro donde el aprendizaje signicativo sea una realidad
accesible para todos.
3.4 Aprendizaje Signicativo: La Teoría de Proposiciones de
David Ausubel y su Aplicación Educativa
El aprendizaje signicativo es un planteamiento educativo que ha
cobrado relevancia en los últimos años, destacando la importancia de la
conexión entre el nuevo conocimiento y las experiencias previas del estudiante.
A diferencia del aprendizaje memorístico, que se basa en la repetición y la
acumulación de información sin contexto, el aprendizaje signicativo busca
que el alumno asocie los nuevos conceptos con lo que ya sabe, facilitando así
una comprensión más profunda y duradera (Parra y Mejia, 2022).
David Ausubel, uno de los principales teóricos del aprendizaje
signicativo, propuso que el aprendizaje ocurre de manera efectiva cuando la
nueva información se integra de forma activa en la estructura cognitiva del
estudiante. Este proceso no solo implica la retención de datos, sino encima la
transformación de estos en un conocimiento estructurado y relevante que
pueda ser utilizado en situaciones futuras.
La introducción del aprendizaje signicativo en el ámbito educativo
representa un cambio de paradigma en la forma de enseñar. Este
planteamiento promueve la idea de que los estudiantes no son receptores
pasivos de información, sino participantes activos en su propio proceso de
aprendizaje. Al enfatizar la importancia del conocimiento previo y las
72
relaciones entre conceptos, el aprendizaje signicativo no solo mejora la
asimilación de la información, sino que encima fomenta habilidades críticas y
de resolución de problemas.
En este contexto, es esencial comprender los fundamentos teóricos que
sustentan el aprendizaje signicativo, así como las estrategias prácticas que
consiguen ser implementadas en el aula para facilitar este tipo de aprendizaje.
La teoría del aprendizaje signicativo, desarrollada por David Ausubel en la
década de 1960, representa un planteamiento fundamental en la psicología
educativa que enfatiza la importancia de la relación entre el nuevo
conocimiento y el que ya posee el aprendiz. A diferencia de los métodos de
aprendizaje memorístico que se focalizan en la repetición y la retención
mecánica de datos, el aprendizaje signicativo promueve la integración de la
nueva información de manera que tenga sentido y relevancia para el
estudiante.
El aprendizaje signicativo se dene como un proceso en el que el nuevo
conocimiento se conecta de forma sustancial y no arbitraria con el
conocimiento previo del estudiante. Ausubel postula que la clave para un
aprendizaje efectivo es la disposición del estudiante para relacionar lo que está
aprendiendo con lo que ya sabe. Para facilitar este tipo de aprendizaje, Ausubel
introduce el concepto de "proposición", que se reere a una unidad de
conocimiento que consigue ser asimilada y comprendida. Los principios
básicos de esta teoría incluyen la importancia de la motivación, la relevancia
del contenido y la necesidad de un contexto adecuado para el aprendizaje.
Una de las principales diferencias entre el aprendizaje signicativo y
otros planteamientos, como el aprendizaje memorístico o el conductismo,
radica en la forma en que se procesa la información. En el aprendizaje
memorístico, los estudiantes tienden a retener datos de manera aislada, sin
73
establecer conexiones signicativas entre ellos. En contraste, el aprendizaje
signicativo busca que el estudiante comprenda la estructura y el signicado
de la información, lo que proporciona una mayor retención y transferencia del
conocimiento a situaciones nuevas. Incluso, mientras que el conductismo se
focaliza en la respuesta a estímulos externos, la teoría de Ausubel pone énfasis
en el proceso interno de construcción de conocimiento.
La teoría del aprendizaje signicativo tiene implicaciones profundas en
el ámbito educativo. Fomenta una enseñanza focalizada en el estudiante,
donde los educadores deben considerar el conocimiento previo de sus alumnos
y diseñar actividades que faciliten la conexión entre este y los nuevos
conceptos. Al promover un aprendizaje que es relevante y comprensible, se
potencia la motivación intrínseca del estudiante, lo que a su vez mejora su
compromiso y rendimiento académico (Parra y Mejia, 2022). Más aún, el
planteamiento de Ausubel resalta la importancia de los organizadores previos,
herramientas que ayudan a los estudiantes a preparar su mente para la nueva
información, contribuyendo así a una experiencia de aprendizaje más efectiva
y duradera.
En síntesis, la teoría del aprendizaje signicativo de David Ausubel no
solo proporciona un marco teórico valioso para entender cómo se produce el
aprendizaje, sino que encima invita estrategias prácticas para su
implementación en el aula, promoviendo un aprendizaje más profundo y
duradero.
3.4.1 Estructura cognitiva
La estructura cognitiva se reere a la organización y disposición del
conocimiento en la mente de un individuo. Según David Ausubel, esta
estructura no es un simple conjunto de información aislada, sino que está
74
compuesta por una red interconectada de conceptos y proposiciones que se
relacionan entre sí. Esta red proporciona a los estudiantes procesar nueva
información de manera más efectiva, integrándola dentro de un marco ya
existente de conocimiento. La estructura cognitiva es fundamental para el
aprendizaje signicativo, ya que facilita la asimilación de nuevos
conocimientos al conectarlos con lo que ya se conoce.
Uno de los principios focales de la teoría del aprendizaje signicativo es
la importancia del conocimiento previo. Ausubel sostiene que para que un
nuevo concepto sea verdaderamente aprendido y retenido, debe tener un
anclaje en la estructura cognitiva existente del aprendiz. Esto signica que el
aprendizaje no ocurre de forma aislada; es esencial que los educadores
identiquen y utilicen el conocimiento previo de sus estudiantes para conectar
nuevas ideas con lo que ya saben. Este proceso de relación entre el
conocimiento previo y el nuevo no solo mejora la comprensión, sino que
encima facilita la retención a largo plazo de la información.
Las implicaciones de la estructura cognitiva para la enseñanza son
profundas. Los educadores deben diseñar sus lecciones de manera que tengan
en cuenta el conocimiento previo de los estudiantes, utilizando estrategias que
ayuden a activar y conectar esta información existente. Esto consigue incluir la
implementación de organizadores previos, discusiones en grupo sobre
conceptos relacionados, o el uso de analogías que permitan a los estudiantes
ver las conexiones entre lo nuevo y lo conocido. Al hacer esto, los docentes no
solo ayudan a los estudiantes a aprender de manera más efectiva, sino que
encima fomentan un ambiente de aprendizaje más dinámico y colaborativo. La
comprensión de la estructura cognitiva y su inuencia en el aprendizaje es, por
tanto, un elemento trascendente en la práctica educativa contemporánea,
promoviendo un aprendizaje que sea realmente signicativo y duradero.
75
El aprendizaje de proposiciones, según la teoría del aprendizaje
signicativo de David Ausubel, se apoya en diversas técnicas que facilitan la
asimilación y retención de información nueva a través de la conexión con
conocimientos previos.
Los organizadores grácos son herramientas visuales que aprueban
estructurar y representar la información de manera clara y concisa. Estos
instrumentos ayudan a los estudiantes a organizar sus ideas, identicar
relaciones entre conceptos y visualizar la jerarquía de la información. Ejemplos
de organizadores grácos incluyen diagramas de Venn, cuadros sinópticos y
mapas conceptuales. Al utilizar estas herramientas, los estudiantes consiguen
descomponer proposiciones complejas en partes más manejables y establecer
conexiones signicativas con su conocimiento previo, lo que facilita el proceso
de aprendizaje.
Los mapas conceptuales son una forma especíca de organizadores
grácos que se focalizan en la representación de conceptos y sus
interrelaciones. Se componen de nodos (que representan conceptos) y líneas
(que indican las relaciones entre esos conceptos). Al crear mapas conceptuales,
los estudiantes no solo organizan la información, sino que encima profundizan
en su comprensión al identicar y articular las conexiones entre las
proposiciones (Rodríguez, 2007). Esta técnica promueve el aprendizaje activo,
ya que obliga a los alumnos a reexionar sobre lo que saben y cómo se relaciona
con la nueva información. Por añadidura, los mapas conceptuales consiguen
servir como herramientas de estudio efectivas, ya que proporcionan a los
estudiantes repasar y consolidar lo aprendido.
son fundamentales para garantizar que los estudiantes no solo
comprendan las proposiciones nuevas, sino que encima sean capaces de
recordarlas a largo plazo. Estos ejercicios consiguen incluir actividades como
76
la elaboración de resúmenes, la formulación de preguntas y respuestas, y la
práctica de la enseñanza a otros. Al involucrar activamente a los estudiantes en
su propio proceso de aprendizaje, se fomenta la reexión crítica y la integración
de nuevas ideas en su estructura cognitiva existente. Del mismo modo, la
repetición espaciada, que consiste en revisar el material en intervalos de tiempo
crecientes, consigue mejorar signicativamente la retención de información.
En , las técnicas para el aprendizaje de proposiciones propuestas por
David Ausubel proponen un planteamiento práctico y efectivo para facilitar la
comprensión y retención del conocimiento. Al emplear organizadores grácos,
mapas conceptuales y ejercicios de asimilación, los educadores consiguen crear
un ambiente de aprendizaje más dinámico y signicativo, donde los
estudiantes se convierten en participantes activos de su propio proceso
educativo.
El aprendizaje signicativo, tal como lo propone David Ausubel, se erige
como un planteamiento fundamental en la educación contemporánea,
destacando la importancia de las conexiones entre el conocimiento previo y la
nueva información. La propuesta de Ausubel nos invita a considerar la
estructura cognitiva del estudiante como un elemento clave en el proceso
educativo, enfatizando que el aprendizaje no es simplemente la memorización
de datos, sino una construcción activa de signicados.
La relación entre el conocimiento previo y nuevo se convierte en un
puente esencial para la asimilación de información, lo que implica que los
educadores deben ser conscientes de las experiencias previas de sus alumnos.
La implementación de técnicas como organizadores grácos, mapas
conceptuales y ejercicios de asimilación y retención proporciona herramientas
prácticas para facilitar esta conexión y, por ende, un aprendizaje s profundo
y duradero.
77
Por lo que el planteamiento de Ausubel no solo resalta la relevancia del
aprendizaje signicativo en la formación de individuos competentes y críticos,
sino que encima propone un marco efectivo para la práctica educativa. Al
integrar sus principios en el aula, los docentes consiguen fomentar un ambiente
de aprendizaje que no solo transmita información, sino que encima promueva
la comprensión y el pensamiento crítico, preparando a los estudiantes para
enfrentar los desafíos del mundo actual.
78
Capítulo IV
Constructivismo y Planteamiento Humanista en la
Educación: Perspectivas de Piaget, Vygotsky, Rogers y
Maslow
El constructivismo y el planteamiento humanista son dos corrientes
educativas que han inuido profundamente en la forma en que entendemos el
aprendizaje y la enseñanza en el contexto contemporáneo. Ambas teorías se
focalizan en el papel activo del estudiante en su proceso de aprendizaje, si bien
desde perspectivas diferentes. El constructivismo, representado por guras
como Jean Piaget y Lev Vygotsky, sostiene que el conocimiento no se transmite
de manera pasiva, sino que se construye activamente a través de la interacción
con el entorno y la reexión sobre las experiencias.
Por otro lado, el planteamiento humanista, con exponentes como Carl
Rogers y Abraham Maslow, enfatiza la importancia de la experiencia humana
y el desarrollo personal en el proceso educativo. Este planteamiento se focaliza
en las necesidades emocionales y psicológicas del individuo, promoviendo un
ambiente de aprendizaje que fomente la autoexploración y el crecimiento
personal.
Ambas corrientes comparten una visión holística del estudiante,
reconociendo que el aprendizaje no solo es un proceso cognitivo, sino encima
emocional y social. Al integrar las ideas del constructivismo y del
planteamiento humanista, los educadores consiguen crear experiencias de
aprendizaje más signicativas y efectivas, que no solo transmitan
conocimientos, sino que encima fomenten el desarrollo integral de los
79
estudiantes. Esta combinación de planteamientos consiente una educación más
inclusiva y adaptada a las necesidades de cada individuo, preparando a los
alumnos no solo para el éxito académico, sino encima para la vida.
4.1 Teoría del Constructivismo de Jean Piaget
Jean Piaget contribuyó signicativamente a entender cómo las personas
adquieren conocimiento y desarrollan habilidades cognitivas. Piaget, psicólogo
suizo, propuso que el aprendizaje es un proceso activo en el que los individuos
construyen su comprensión del mundo a través de la experiencia y la reexión.
Piaget e Inhelder (1973) identicaron cuatro etapas principales en el desarrollo
cognitivo de los niños, cada una caracterizada por diferentes capacidades de
pensamiento:
i. Etapa sensoriomotora (0-2 años): Durante esta etapa, los infantes exploran el
mundo a través de sus sentidos y acciones motoras. Aprenden sobre la
permanencia de los objetos, lo que signica que entienden que los objetos
continúan existiendo incluso cuando no están a la vista.
ii. Etapa preoperacional (2-7 años): En esta fase, los niños comienzan a usar el
lenguaje y a desarrollar habilidades de pensamiento simbólico. Sin embargo,
su pensamiento es todavía egocéntrico, lo que signica que tienen dicultad
para ver las cosas desde la perspectiva de los demás.
iii. Etapa de las operaciones concretas (7-11 años): Aquí, los niños comienzan
a pensar de manera lógica sobre eventos concretos. Consiguen clasicar objetos
y entender conceptos de conservación, lo que les proporciona resolver
problemas simples de manera más efectiva.
iv. Etapa de las operaciones formales (a partir de los 12 años): En esta última
etapa, los adolescentes desarrollan habilidades de pensamiento abstracto y
consiguen razonar sobre situaciones hipotéticas. Esto les proporciona abordar
80
problemas complejos y formular teorías. Piaget introdujo los conceptos de
asimilación y acomodación como mecanismos clave en el proceso de
aprendizaje.
- Asimilación se reere al proceso mediante el cual los individuos incorporan nueva
información en sus esquemas existentes. Para ilustrar, un niño que ha aprendido a
identicar un perro consigue asimilar la información sobre un nuevo perro que ve,
clasicándolo en la misma categoría.
- Acomodación, en cambio, ocurre cuando la nueva información no encaja en los
esquemas preexistentes. En este caso, el individuo debe modicar sus esquemas para
integrar la nueva información. Siguiendo el ejemplo anterior, si el niño ve un gato y
asocia incorrectamente este nuevo animal con el concepto de perro, tendrá que
acomodar su entendimiento para crear un nuevo esquema que incluya tanto perros
como gatos.
Las ideas de Piaget han tenido un profundo impacto en la educación,
promoviendo un planteamiento focalizado en el estudiante. Algunas de las
implicaciones educativas más relevantes incluyen:
i. Aprendizaje activo: Los educadores deben fomentar un ambiente donde los
estudiantes puedan explorar y experimentar. Las actividades prácticas y los
proyectos proporcionan que los estudiantes construyan su conocimiento de
manera activa.
ii. Diferenciación por etapas: Comprender que los estudiantes están en
diferentes etapas de desarrollo cognitivo admite a los educadores adaptar sus
métodos de enseñanza para satisfacer las necesidades individuales de cada
alumno.
81
iii. Fomento del pensamiento crítico: La educación debe ir más allá de la
memorización de información, alentando a los estudiantes a cuestionar,
analizar y aplicar lo que han aprendido.
En síntesis, la teoría del constructivismo de Jean Piaget propone valiosas
perspectivas sobre cómo los estudiantes aprenden y se desarrollan
cognitivamente. Su planteamiento en la construcción activa del conocimiento
y en el entendimiento de las etapas del desarrollo cognitivo proporciona un
marco esencial para la práctica educativa.
4.2 Teoría del Constructivismo de Lev Vygotsky
La teoría del constructivismo de Lev Vygotsky se focaliza en la
interrelación entre el individuo y su contexto social, enfatizando que el
aprendizaje es un proceso profundamente social y cultural. A diferencia de
Jean Piaget, quien puso más énfasis en el desarrollo individual del niño,
Vygotsky argumenta que el entorno social y las interacciones con otros son
fundamentales para el desarrollo cognitivo (Rodríguez, 1999). De la
interpretación de los autores:
i. La zona de desarrollo próximo
Uno de los conceptos más inuyentes de Vygotsky es la "zona de
desarrollo próximo" (ZDP), que se reere a la diferencia entre lo que un
aprendiz consigue hacer por sí mismo y lo que consigue hacer con la ayuda de
un adulto o de compañeros más capaces. Esta idea sugiere que el aprendizaje
óptimo ocurre cuando el educador o los compañeros proporcionan apoyo
adecuado, conocido como "andamiaje", que aprueba al estudiante avanzar
hacia niveles más altos de competencia y comprensión. La ZDP enfatiza la
importancia de la colaboración y el aprendizaje social, lo que implica que los
82
educadores deben identicar y aprovechar esta zona para facilitar el desarrollo
cognitivo de sus estudiantes.
ii. El papel del lenguaje en el desarrollo
Vygotsky encima subraya el papel fundamental del lenguaje en el
desarrollo cognitivo. Para él, el lenguaje no es solo una herramienta de
comunicación, sino encima un medio trascendente para el pensamiento y la
construcción del conocimiento. A través de la interacción verbal con otros, los
individuos internalizan conceptos y adquieren habilidades cognitivas.
Vygotsky distingue entre el lenguaje social, que se utiliza en la comunicación
con los demás, y el lenguaje interno, que es el diálogo interno que guía el
pensamiento. Esta internalización del lenguaje proporciona a los individuos
organizar sus pensamientos y resolver problemas de manera más efectiva. Por
tanto, el lenguaje se convierte en un vehículo esencial para el aprendizaje y la
comprensión.
iii. Implicaciones en el aprendizaje colaborativo
La teoría de Vygotsky tiene importantes implicaciones para el
aprendizaje colaborativo en entornos educativos. Al enfatizar la importancia
de las interacciones sociales, su planteamiento sugiere que la educación debe
fomentar la colaboración entre estudiantes. El aprendizaje colaborativo
proporciona que los estudiantes se ayuden mutuamente, compartan diferentes
perspectivas y construyan conocimiento de manera conjunta. Los educadores,
por lo tanto, deben crear un ambiente de aprendizaje que promueva la
interacción y el diálogo, facilitando actividades en grupo donde los estudiantes
puedan trabajar juntos para resolver problemas y alcanzar objetivos comunes.
Este planteamiento no solo mejora el aprendizaje cognitivo, sino que encima
83
desarrolla habilidades sociales y emocionales, preparando a los estudiantes
para un mundo interconectado y dinámico.
En general, la teoría del constructivismo de Lev Vygotsky destaca la
importancia de la interacción social y el contexto cultural en el aprendizaje. Su
énfasis en la zona de desarrollo próximo y el papel del lenguaje propone
valiosas perspectivas para la educación, sugiriendo que el aprendizaje es un
proceso colaborativo que se engrandece a través de la comunicación y el apoyo
mutuo.
iv. Planteamiento humanista en la educación
El planteamiento humanista en la educación surge como una respuesta
a las limitaciones de las teorías conductistas y cognitivas, promoviendo una
visión más holística del aprendiz. Este planteamiento se focaliza en el
desarrollo integral del individuo, resaltando la importancia de la experiencia
personal y la autorrealización. Entre los principales exponentes de esta
corriente se destacan Carl Rogers y Abraham Maslow, cuyas ideas han inuido
signicativamente en la práctica educativa contemporánea.
Carl Rogers, psicólogo humanista, propuso un modelo educativo que
pone al alumno en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Su
planteamiento se basa en la premisa de que cada individuo tiene un potencial
innato para aprender y crecer, lo cual se potencia en un ambiente que favorezca
la conanza y la aceptación incondicional. Rogers enfatiza la importancia de la
relación entre el educador y el alumno, sugiriendo que un docente debe actuar
como facilitador más que como mero transmisor de conocimientos. Esta
relación empática proporciona que los estudiantes se sientan valorados y
comprendidos, lo que a su vez promueve un aprendizaje signicativo y
duradero.
84
Abraham Maslow, otro pilar del planteamiento humanista, es conocido
por su teoría de la jerarquía de necesidades, que clasica las motivaciones
humanas en diferentes niveles, desde las necesidades siológicas básicas hasta
la autorrealización. En el contexto educativo, esta jerarquía sugiere que para
que los estudiantes puedan alcanzar su máximo potencial, es fundamental que
se satisfagan primero sus necesidades más básicas, como la seguridad y la
pertenencia. Cuando estas necesidades están cubiertas, los alumnos están
mejor preparados para aprender y desarrollarse, lo que resalta la importancia
de un entorno escolar que promueva no solo el conocimiento académico, sino
encima el bienestar emocional y social.
El planteamiento humanista y el constructivismo comparten una serie
de principios fundamentales, como la valorización del aprendizaje activo y la
importancia de las experiencias personales en el proceso educativo. Ambos
planteamientos reconocen que el aprendizaje es un proceso único y personal,
donde el individuo construye su conocimiento a partir de sus interacciones con
el entorno (Tünnermann, 2011). Al integrar la empatía y la atención a las
necesidades emocionales del alumno, el planteamiento humanista consigue
ennoblecer la práctica constructivista, facilitando un aprendizaje más profundo
y signicativo. Esta sinergia entre ambos planteamientos crea un ambiente
educativo que no solo fomenta el desarrollo cognitivo, sino encima el
crecimiento personal y social de los estudiantes.
En este sentido, el planteamiento humanista en la educación, al
focalizarse en el alumno y sus necesidades, complementa y potencia las teorías
constructivistas de Piaget y Vygotsky. Juntos, estos planteamientos prometen
un marco integral que reconoce la complejidad del aprendizaje humano y la
importancia de cultivar un entorno educativo que apueste por el bienestar y el
desarrollo integral de los estudiantes.
85
En el panorama educativo contemporáneo, el constructivismo y el
planteamiento humanista emergen como pilares fundamentales que
transforman la enseñanza y el aprendizaje. La obra de Jean Piaget y Lev
Vygotsky nos propone una comprensión profunda de cómo los individuos
construyen su conocimiento, enfatizando la importancia de la interacción
social y el desarrollo cognitivo a través de experiencias signicativas. Por su
parte, Carl Rogers y Abraham Maslow aportan una perspectiva humanista que
prioriza la experiencia del alumno, promoviendo un entorno educativo que
favorece el crecimiento personal y la autorrealización.
La convergencia de estos planteamientos revela que el aprendizaje no es
un proceso aislado, sino un fenómeno dinámico y contextual. La teoría
constructivista subraya que los estudiantes son activos participantes en su
proceso de aprendizaje, lo que se alinea con la visión humanista que considera
a cada individuo como un ser único con necesidades y potenciales propios. Al
integrar estas perspectivas, los educadores consiguen diseñar experiencias de
aprendizaje que no solo se centren en la adquisición de conocimientos, sino
encima en el desarrollo integral del estudiante.
Las implicaciones prácticas de estas teorías son evidentes en la creación
de ambientes de aprendizaje colaborativos, donde los estudiantes trabajan
juntos, comparten ideas y construyen su conocimiento de manera conjunta. La
atención a las necesidades emocionales y psicológicas de los alumnos, como lo
propone el planteamiento humanista, asegura que estos se sientan valorados y
comprendidos, lo que a su vez potencia su motivación y compromiso.
En sí, tanto el constructivismo como el planteamiento humanista
proponen valiosas herramientas y marcos teóricos que desarrollan la práctica
educativa. Fomentar un aprendizaje activo y focalizado en el alumno, a la vez
que se atienden sus necesidades emocionales y sociales, resulta perentorio para
86
formar individuos capaces de enfrentar los desafíos del mundo actual. La
educación, por lo tanto, debe evolucionar para integrar estos modelos,
asegurando así una experiencia de aprendizaje que no solo sea efectiva, sino
encima profundamente humana y transformadora.
4.3 Potenciando el Ser: Claves para el Desarrollo Personal y
Emocional del Individuo
El desarrollo personal y emocional es un proceso continuo y
multidimensional que abarca el crecimiento y la evolución del individuo en
diversas áreas de su vida. Este planteamiento se focaliza tanto en la mejora de
habilidades prácticas y técnicas, como en la profundización de la comprensión
y gestión de las propias emociones. En un mundo cada vez más complejo y
acelerado, la capacidad de adaptarse y prosperar emocionalmente se ha vuelto
esencial para el bienestar general y la realización personal.
El desarrollo personal implica el esfuerzo consciente de alcanzar el
potencial máximo de uno mismo. Esto incluye el autoconocimiento, la
autoestima y la capacidad de establecer y alcanzar metas signicativas. A su
vez, el desarrollo emocional se reere a la habilidad de reconocer, comprender
y gestionar nuestras propias emociones, así como las de los demás (Vivas,
2003). Este aspecto es fundamental para cultivar relaciones interpersonales
saludables y para enfrentar los desafíos que la vida presenta.
La importancia del desarrollo personal y emocional radica en su
capacidad para empoderar a los individuos, ayudándoles a convertirse en la
mejor versión de sí mismos y a enfrentar la vida con conanza y resiliencia. El
desarrollo personal es un proceso continuo que se focaliza en el crecimiento
interno y la mejora de uno mismo. Para lograr un desarrollo pleno, es esencial
87
abordar diversos aspectos fundamentales que sirven como pilares en este
camino..
La autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos y juega
un papel vital en nuestro bienestar emocional y en nuestra capacidad para
enfrentar los retos de la vida. Fomentar una autoestima saludable implica
reconocernos con nuestras virtudes y defectos, así como aceptar nuestra
singularidad. El autoconocimiento, por su parte, es el proceso de introspección
que nos admite entender nuestras emociones, pensamientos y
comportamientos. Al conocernos mejor, podemos identicar nuestras
fortalezas y áreas de mejora, lo que nos empodera para tomar decisiones más
alineadas con nuestros valores y objetivos.
Denir metas claras y alcanzables es un componente esencial del
desarrollo personal. Estas metas actúan como guías que orientan nuestras
acciones y nos motivan a avanzar. Para que sean efectivas, es fundamental que
sean especícas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales (modelo
SMART). Establecer objetivos ofrece una dirección clara y permite reconocer
los logros en el progreso, lo cual fortalece la conanza en uno mismo y
promueve un ciclo de desarrollo positivo.
La gestión del tiempo es otra habilidad clave en el desarrollo personal.
La manera en que utilizamos nuestro tiempo consigue afectar
signicativamente nuestra productividad y, por ende, nuestra capacidad para
alcanzar nuestras metas. Aprender a priorizar tareas, establecer rutinas
efectivas y eliminar distracciones son estrategias que contribuyen a un uso más
eciente del tiempo. La productividad no se trata solo de hacer más en menos
tiempo, sino de hacer lo correcto y enfocarse en actividades que realmente
aportan valor a nuestra vida y a nuestro desarrollo personal.
88
Asi, estos aspectos fundamentales del desarrollo personal —autoestima
y autoconocimiento, establecimiento de metas y objetivos, y manejo del tiempo
y productividad— son esenciales para fomentar un crecimiento integral. Al
trabajar en cada uno de estos elementos, podemos construir una base sólida
que nos permita enfrentar los retos de la vida con conanza y resiliencia.
4.3.1 Desarrollo emocional y sus componentes
El desarrollo emocional es un aspecto trascendente del crecimiento
integral de un individuo, a través de la comprensión y la gestión de nuestras
emociones, no solo mejoramos nuestra calidad de vida, sino que encima
fortalecemos nuestras relaciones interpersonales y nuestra capacidad para
enfrentar panoramas (Mulsow, 2008). Este desarrollo se compone de varios
elementos esenciales que, al ser cultivados, aprueban una vida más equilibrada
y satisfactoria.
Daniel Goleman, uno de los principales teóricos en este campo, sostiene
que la inteligencia emocional es tan importante como el coeciente intelectual
(CI) para el éxito personal y profesional. Esta habilidad nos proporciona
manejar situaciones estresantes y resolver conictos de manera efectiva, así
como fomentar un ambiente positivo en nuestras interacciones diarias.
Desarrollar la inteligencia emocional implica practicar la autoconciencia, la
autorregulación, la motivación, la empatía y las habilidades sociales.
La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de entender
y compartir sus sentimientos. Esta habilidad es fundamental para establecer
relaciones interpersonales sólidas y saludables. Al ser empáticos, podemos
comunicarnos de manera más efectiva, construir conanza y resolver
malentendidos. Las relaciones interpersonales que se basan en la empatía y la
comprensión mutua tienden a ser más satisfactorias y duraderas. Fomentar la
89
empatía requiere práctica y un esfuerzo consciente por escuchar activamente a
los demás, validar sus emociones y responder con compasión.
La resiliencia se reere a la capacidad de adaptarse y recuperarse frente
a adversidades, traumas o situaciones difíciles. Una persona resiliente no solo
enfrenta los retos con fortaleza, sino que encima aprende de ellos y utiliza esas
lecciones para crecer. Desarrollar resiliencia implica cultivar una mentalidad
positiva, mantener una red de apoyo social y practicar la autocompasión. Las
personas resilientes son capaces de ver los fracasos como oportunidades de
aprendizaje y son más propensas a buscar soluciones creativas ante los
problemas. La resiliencia no es innata, sino que consigue ser fortalecida a través
de la experiencia y la práctica consciente.
En conjunto, estos componentes del desarrollo emocional forman una
base sólida para el bienestar personal y social. Al invertir en nuestra
inteligencia emocional, empatía y resiliencia, no solo mejoramos nuestras
propias vidas, sino que encima contribuimos al bienestar de quienes nos
rodean, creando un entorno más armonioso y comprensivo. El crecimiento
personal es un proceso continuo que requiere dedicación y esfuerzo. Para
avanzar en este camino, es fundamental implementar estrategias que
promuevan el desarrollo integral del individuo..
La atención plena, o mindfulness, es una técnica que proporciona a las
personas focalizarse en el momento presente, promoviendo una mayor
conciencia de sus pensamientos, emociones y sensaciones corporales. La
práctica regular de mindfulness y meditación no solo ayuda a reducir el estrés
y la ansiedad, sino que encima fomenta una mayor claridad mental y una
conexión más profunda con uno mismo. A través de ejercicios de respiración y
meditación guiada, los individuos consiguen aprender a observar sus
90
pensamientos sin juzgarlos, lo que les accede desarrollar una mayor
autocompasión y aceptación.
La comunicación es una habilidad esencial para el crecimiento personal
y emocional. Aprender a expresar pensamientos y sentimientos de manera
clara y asertiva mejora las relaciones interpersonales y fomenta un ambiente de
conanza y respeto. Las técnicas de comunicación efectiva incluyen la escucha
activa, que implica prestar atención plena al interlocutor, y la asertividad, que
proporciona a una persona defender sus derechos y necesidades de manera
respetuosa. Incluso, practicar la empatía en las conversaciones facilita la
comprensión mutua y fortalece las conexiones emocionales con los demás.
La formación continua consigue incluir la lectura de libros, la asistencia
a talleres, cursos en línea o incluso el aprendizaje de nuevas habilidades. Este
compromiso con el aprendizaje no solo desarrolla el conocimiento y las
capacidades del individuo, sino que encima ayuda a mantener la mente activa
y abierta a nuevas ideas. Explorar nuevas áreas de interés y desaarse a
mismo a salir de la zona de confort son pasos trascendentales para el
crecimiento personal.
Concisamente, implementar estas estrategias de crecimiento personal
no solo contribuye al desarrollo individual, sino que encima enaltece la vida en
comunidad y las relaciones con los demás. Al adoptar prácticas de
mindfulness, mejorar las habilidades de comunicación y comprometerse con el
aprendizaje continuo, los individuos consiguen avanzar hacia una vida más
plena y satisfactoria.
El desarrollo personal y emocional es un viaje continuo que proporciona
a los individuos alcanzar su máximo potencial y vivir una vida plena y
satisfactoria. En tanto que exploramos los diversos aspectos fundamentales de
91
este proceso, queda claro que tanto la autoestima como el autoconocimiento
son pilares esenciales que sostienen nuestro crecimiento (Soler et al., 2016). Al
establecer metas y objetivos claros, y al gestionar nuestro tiempo de manera
efectiva, no solo aumentamos nuestra productividad, sino que encima
cultivamos una sensación de logro y satisfacción personal.
Por otro lado, el desarrollo emocional se erige como una herramienta
indispensable para navegar por las complejidades de la vida. La inteligencia
emocional nos capacita para reconocer y gestionar nuestras emociones, así
como para comprender las de los demás, lo que fortalece nuestras relaciones
interpersonales y nos ayuda a desarrollar una mayor empatía. Más aún, la
resiliencia nos accede enfrentar y superar las adversidades, convirtiéndonos en
individuos más fuertes y adaptables.
Las estrategias que hemos discutido, tales como las prácticas de
mindfulness y meditación, las técnicas de comunicación efectiva y la formación
continua, son caminos que nos llevan hacia un continuo crecimiento personal.
Estas herramientas, cuando se implementan de manera regular, no solo
desarrollan nuestra vida cotidiana, sino que encima nos preparan para afrontar
las propuestas futuras con conanza y determinación.
En tanto, el desarrollo personal y emocional no es solo una opción, sino
una necesidad en el mundo actual. Invertir tiempo y esfuerzo en nuestro
crecimiento personal es fundamental para construir una vida equilibrada, en
la que podamos enfrentar las dicultades con fortaleza y celebrar nuestras
victorias con gratitud. Al comprometernos con este proceso, no solo mejoramos
nuestra calidad de vida, sino que encima nos convertimos en agentes de
cambio positivo en nuestra comunidad y en el mundo.
92
4.4 La motivación intrínseca y la autorrealización en el
aprendizaje
En el ámbito del aprendizaje, la motivación juega un papel fundamental
en la manera en que los individuos se involucran con el contenido y el proceso
educativo. La motivación intrínseca, en particular, se reere a la impulsión
interna que lleva a una persona a aprender o realizar una actividad por el mero
placer y satisfacción que esta le genera, en lugar de hacerlo por recompensas
externas o presiones. Este tipo de motivación no solo hace que el aprendizaje
sea más agradable, sino que encima fomenta un compromiso más profundo
con el material.
Por otro lado, la autorrealización es un concepto que se relaciona
estrechamente con el desarrollo personal y académico. Se reere a la búsqueda
de alcanzar el potencial máximo de cada individuo y a la realización de sus
propias capacidades y talentos. En el contexto educativo, la autorrealización se
convierte en un objetivo deseable, ya que proporciona a los estudiantes no solo
adquirir conocimientos, sino encima descubrir sus pasiones y habilidades
únicas.
La interrelación entre la motivación intrínseca y la autorrealización es
perentorio para entender cómo los estudiantes consiguen alcanzar un
aprendizaje signicativo. Cuando los educadores logran cultivar un ambiente
que estimule la motivación intrínseca, se sientan las bases para que los
estudiantes persigan la autorrealización. La motivación intrínseca se reere a
la fuerza interna que impulsa a una persona a realizar una actividad por el
placer y la satisfacción que esta le proporciona, en lugar de hacerlo por
recompensas externas o presiones. Este tipo de motivación está profundamente
93
arraigado en el deseo de aprender, explorar y crecer, lo que lo convierte en un
componente esencial del aprendizaje efectivo y signicativo.
La motivación intrínseca se caracteriza por varias cualidades distintivas.
En primer lugar, está impulsada por el interés personal y la curiosidad. Cuando
los estudiantes están intrínsecamente motivados, se sienten atraídos por el
contenido del aprendizaje y disfrutan del proceso en sí mismo. Por otra parte,
esta motivación fomenta un sentido de autoecacia; los estudiantes creen que
son capaces de resolver problemas de manera autónoma. Encima se relaciona
con el compromiso y la persistencia, ya que los individuos motivados
intrínsecamente tienden a ser más resilientes ante las dicultades, buscando
soluciones en lugar de rendirse.
Existen numerosos ejemplos de motivación intrínseca en el contexto
educativo. Para ilustrar, un estudiante que elige investigar sobre un tema que
le apasiona, como la astronomía, lo hace no por la calicación que obtendrá,
sino por su genuino interés en comprender mejor el universo. Otro caso
consigue ser el de un aprendiz de música que dedica horas a practicar un
instrumento no por la búsqueda de reconocimiento, sino por la satisfacción que
le produce crear y tocar melodías. Estos ejemplos reejan cómo la motivación
intrínseca consigue llevar a un aprendizaje más profundo y duradero.
Es fundamental distinguir entre motivación intrínseca y extrínseca,
pues, mientras que la motivación intrínseca surge de la propia satisfacción y el
deseo de aprender, la motivación extrínseca se basa en recompensas externas,
como calicaciones, premios o reconocimiento social (Carrillo et al., 2009). En
particular, un estudiante que completa sus tareas solo para obtener una buena
nota está motivado extrínsecamente. Si bien ambos tipos de motivación
consiguen inuir en el aprendizaje, la motivación intrínseca se asocia más a
menudo con un compromiso más profundo y un aprendizaje sostenible a largo
94
plazo. La comprensión de estas diferencias es trascendente para educadores y
estudiantes, ya que resalta la importancia de fomentar un entorno que apoye
la motivación intrínseca para maximizar el potencial de aprendizaje.
La autorrealización es el proceso de alcanzar el máximo potencial y
plena satisfacción, implica buscar un sentido profundo en la vida y convertirse
en la mejor versión de uno mismo. En el ámbito educativo, la autorrealización
no solo implica adquirir conocimientos, sino encima cultivar habilidades
emocionales, sociales y creativas que permitan a los estudiantes enfrentar los
retos de la vida.
Diversas teorías han abordado el tema de la autorrealización, siendo una
de las más inuyentes la propuesta por Abraham Maslow, quien la situó en la
cúspide de su famosa pirámide de necesidades. Según Maslow (1991), la
autorrealización es el resultado de satisfacer primero las necesidades básicas y
psicológicas, lo que admite a las personas enfocarse en su crecimiento personal
y en el desarrollo de su potencial. En el contexto educativo, esto signica crear
entornos de aprendizaje que no solo atiendan las necesidades académicas de
los estudiantes, sino que encima fomenten su desarrollo emocional y social.
Otras teorías, como la de Carl Rogers, enfatizan la importancia de la
autoexploración y la experiencia personal en el proceso de autorrealización.
Rogers propuso que un entorno educativo que promueva la autenticidad, la
empatía y la aceptación incondicional consigue facilitar la autorrealización de
los estudiantes, permitiéndoles ser más autónomos y creativos en su proceso
de aprendizaje. La autorrealización está intrínsecamente ligada al aprendizaje,
ya que este último actúa como un medio para alcanzar el desarrollo personal.
Cuando los estudiantes se involucran en un aprendizaje signicativo,
experimentan un sentido de logro y satisfacción que contribuye a su
autorrealización. El aprendizaje no se limita a la adquisición de conocimientos,
95
sino que incluye la exploración de intereses y el desarrollo de habilidades
críticas para la vida.
Por añadidura, los estudiantes que persiguen objetivos de
autorrealización tienden a ser más resilientes y adaptativos, lo que les
proporciona afrontar mejor las dicultades que consiguen surgir en su
trayectoria educativa. En este sentido, la autorrealización se convierte en un
motivador poderoso que impulsa a los estudiantes a buscar nuevas
experiencias y a aprender de manera continua. Para promover la
autorrealización en el contexto educativo, es fundamental implementar una
serie de estrategias que empoderen a los estudiantes y les permitan explorar su
potencial. Algunas de estas estrategias incluyen:
i. Fomentar la autoevaluación: Animar a los estudiantes a reexionar sobre sus
logros, habilidades y áreas de mejora les ayuda a desarrollar una mayor
autoconciencia y a establecer metas realistas.
ii. Crear un ambiente de aprendizaje positivo: Proporcionar un espacio donde
los estudiantes se sientan seguros y aceptados consigue facilitar su disposición
a experimentar y expresarse sin temor al juicio.
iii. Promover el aprendizaje autodirigido: Alentar a los estudiantes a tomar la
iniciativa en su aprendizaje les proporciona desarrollar autonomía y
responsabilidad, elementos clave en el proceso de autorrealización.
iv. Fomentar la colaboración y el trabajo en equipo: Las dinámicas grupales
consiguen desarrollar la experiencia de aprendizaje, permitiendo a los
estudiantes aprender unos de otros y construir relaciones signicativas.
v. Integrar actividades creativas y artísticas: Estas actividades no solo
estimulan la creatividad, sino que encima proporcionan a los estudiantes
96
explorar diferentes formas de expresión personal, contribuyendo a su
autorrealización.
Al implementar estas estrategias, los educadores consiguen crear un
entorno que favorezca el crecimiento integral de los estudiantes, impulsando
su camino hacia la autorrealización y, por ende, un aprendizaje más profundo
y signicativo. La motivación intrínseca juega un papel trascendente en el
proceso de autorrealización, ya que actúa como un motor que impulsa a los
estudiantes a alcanzar su máximo potencial. Esta conexión entre la motivación
interna y la autorrealización se maniesta en diversos aspectos del aprendizaje
y el desarrollo personal.
La motivación intrínseca está estrechamente relacionada con el
rendimiento académico. Cuando los estudiantes están intrínsecamente
motivados, tienden a involucrarse más activamente en su aprendizaje, lo que
se traduce en una mayor comprensión de los temas y en un mejor desempeño
en las evaluaciones. A diferencia de aquellos que estudian únicamente por
recompensas externas, los estudiantes motivados intrínsecamente encuentran
satisfacción en el proceso de aprender, lo que les admite superar obstáculos y
mantener un planteamiento constante en sus metas académicas. Esto, a su vez,
genera una sensación de competencia y logro que refuerza aún más su
motivación.
La motivación intrínseca no solo impulsa el rendimiento académico,
sino que encima fomenta el desarrollo de habilidades y competencias
fundamentales. Los estudiantes que se sienten motivados internamente
tienden a explorar más allá del currículo formal, experimentar con nuevas
ideas y desarrollar un pensamiento crítico. Esta búsqueda de conocimiento y
autodescubrimiento les accede adquirir habilidades que van más allá de la
memorización de datos, como la resolución de problemas, la creatividad y el
97
trabajo en equipo. En este sentido, la motivación intrínseca se convierte en un
catalizador para el aprendizaje profundo y signicativo.
La motivación intrínseca encima es esencial para fomentar la autonomía
y la creatividad en el aprendizaje. Cuando los estudiantes están motivados por
su interés y pasión, se sienten más seguros para tomar decisiones,
experimentar y arriesgarse a cometer errores en el proceso de aprendizaje. Esta
autonomía les proporciona explorar sus propias ideas y planteamientos, lo que
a menudo resulta en soluciones creativas e innovadoras (Carrillo et al., 2009).
La creatividad, a su vez, es un componente clave de la autorrealización, ya que
proporciona a los estudiantes expresarse plenamente y reconocer su
singularidad. Así, la motivación intrínseca no solo apoya la autorrealización,
sino que encima desarrolla el entorno de aprendizaje, convirtiéndolo en un
espacio más dinámico y estimulante.
En conjunto, estos elementos evidencian que la motivación intrínseca es
un pilar fundamental para la autorrealización en el ámbito educativo. Al
cultivar un entorno que fomente la curiosidad y el deseo de aprender por el
simple placer de hacerlo, se consigue potenciar el desarrollo integral de los
estudiantes, preparándolos no solo para enfrentar panoramas académicos, sino
encima para convertirse en individuos realizados y auto conados en su vida
personal y profesional. La motivación intrínseca y la autorrealización son dos
conceptos profundamente interrelacionados que juegan un papel fundamental
en el proceso de aprendizaje. Esta búsqueda de la realización personal no solo
impulsa el rendimiento académico, sino que encima contribuye al desarrollo
de habilidades y competencias esenciales para la vida.
Al entender y aplicar estrategias que fomenten la motivación intrínseca,
los educadores consiguen crear un entorno de aprendizaje más desarrollador
y estimulante. Un ambiente que valore la curiosidad, la creatividad y la
98
autonomía proporciona a los estudiantes explorar sus intereses y talentos, lo
que a su vez alimenta su deseo de aprender y crecer. La conexión entre la
motivación intrínseca y la autorrealización destaca la importancia de cultivar
un aprendizaje basado en la pasión y el compromiso personal, en lugar de
depender únicamente de recompensas externas.
En síntesis, promover la motivación intrínseca no solo benecia el
rendimiento académico, sino que encima nutre a individuos más completos y
realizados. Fomentar un camino educativo que priorice la motivación
intrínseca es, por lo tanto, trascendente para preparar a los estudiantes a
navegar en la complejidad del mundo en el que vivirán. La autorrealización,
impulsada por la motivación intrínseca, se convierte así en un objetivo
educativo esencial que trasciende el aula, preparando a los estudiantes para ser
aprendices de por vida y contribuyentes activos en sus comunidades.
99
Conclusión
El conductismo, con su enfoque en la observación y el refuerzo, ha
sentado las bases para prácticas educativas que enfatizan la repetición y la
memorización. Aunque ha sido objeto de críticas por su reduccionismo y su
falta de atención a los procesos cognitivos internos, sus aplicaciones en la
educación siguen siendo relevantes, especialmente en contextos donde se
requiere la adquisición de habilidades básicas y la formación de hábitos.
Por otro lado, el constructivismo ha revolucionado la pedagogía al situar
al estudiante en el centro del proceso educativo. Al promover el aprendizaje
activo y la construcción del conocimiento a través de experiencias previas, esta
teoría fomenta la creatividad y el pensamiento crítico. Las estrategias
didácticas derivadas del constructivismo han demostrado ser efectivas para
facilitar un aprendizaje más profundo y signicativo, contribuyendo así al
desarrollo integral del individuo.
La teoría sociocultural, a su vez, ha resaltado la importancia del contexto
social y cultural en el aprendizaje. Al considerar la interacción social como un
motor del conocimiento, esta perspectiva ha ampliado nuestra comprensión de
cómo los entornos comunitarios y las relaciones interpersonales impactan el
aprendizaje. Las implicaciones de esta teoría son especialmente relevantes en
un mundo cada vez más globalizado y diverso, donde la educación debe ser
inclusiva y adaptativa.
En general, cada una de estas teorías ofrece herramientas y enfoques
valiosos que pueden enriquecer la práctica educativa. La relevancia de estas
corrientes radica no solo en su capacidad para mejorar la enseñanza y el
aprendizaje, sino también en su impacto en el desarrollo humano integral. Al
100
integrar elementos de estas teorías en la pedagogía contemporánea, podemos
crear entornos de aprendizaje s efectivos, inclusivos y adaptados a las
necesidades de cada estudiante, promoviendo así un desarrollo humano pleno
y signicativo. La educación, al n y al cabo, no es solo un proceso de
transmisión de conocimientos, sino una herramienta poderosa para la
transformación personal y social.
Por ello, la teoría del aprendizaje sociocultural tiene profundas
implicaciones para la pedagogía contemporánea. En lugar de un enfoque
centrado exclusivamente en el docente, esta perspectiva promueve un modelo
de enseñanza más colaborativo y participativo. Los educadores son vistos
como facilitadores del aprendizaje, que crean un entorno en el que los
estudiantes pueden interactuar, compartir experiencias y construir
conocimientos juntos. Estrategias como el aprendizaje cooperativo, el trabajo
en grupo y el uso de tecnologías interactivas son ejemplos de cómo se puede
implementar esta teoría en el aula.
Además, al reconocer la diversidad cultural de los estudiantes, los
educadores pueden adaptar sus prácticas pedagógicas para ser más inclusivas
y relevantes. Esto implica no solo reconocer y valorar las diferencias culturales,
sino también integrar estas perspectivas en el currículo y en las experiencias de
aprendizaje. De esta manera, el aprendizaje se convierte en un proceso más
signicativo y enriquecedor, que no solo promueve el desarrollo cognitivo,
sino también el crecimiento personal y social de los estudiantes.
En conclusión, la teoría del aprendizaje sociocultural subraya la
importancia de la cultura y la interacción social en el proceso educativo. Al
adoptar esta perspectiva, los educadores pueden crear entornos de aprendizaje
más efectivos y relevantes, que preparen a los estudiantes para enfrentar los
desafíos del mundo contemporáneo.
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Esta edición de "Las teorías del aprendizaje y las principales corrientes
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de Colonia del Sacramento en la República Oriental del Uruguay
el 13 de mayo de 2025
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