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número de personas, concretamente 3,6 millones de personas en situación de
pobreza y 2,8 millones de personas en situación de pobreza extrema, cayeron en
estas condiciones, lo que supone de tres a cinco veces mayor que el progreso
logrado en la última década. En el año 2019, el Departamento Administrativo
Nacional de Estadística (DANE) implementó una actualización de la metodología
utilizada para el cálculo de las líneas de pobreza en Colombia. Esta actualización
permitió calcular las tasas de pobreza monetaria y pobreza monetaria extrema
utilizando la nueva metodología para el período 2012-2021, así como la
metodología anterior para el período 2002-2020.
Es interesante observar que la dinámica de la pobreza varió entre las zonas
urbanas y rurales. En las regiones rurales, la última década ha sido favorable, con
una reducción notable tanto de la pobreza monetaria como de la pobreza extrema.
La reducción de la pobreza monetaria ascendió a 11,8 puntos porcentuales,
mientras que la pobreza extrema disminuyó 5,4 puntos porcentuales, incluso si se
considera el crecimiento de estos factores después de 2018. Por el contrario, las
áreas urbanas experimentaron un aumento de la pobreza monetaria de 1,8 puntos
porcentuales y de la pobreza extrema de 2,4 puntos porcentuales. puntos de
porcentaje. Sin embargo, cabe mencionar que en ambos casos hubo una reducción
hasta 2019, como se muestra en los gráficos 4.2 y 4.3.
La ejecución del programa Bogotá Solidaria tuvo un impacto significativo,
lo que llevó al establecimiento de un esquema de subsidios para 2021. Este
esquema tenía como objetivo garantizar un ingreso mínimo para los hogares más
pobres y reducir los niveles de pobreza. Para lograrlo, el Sistema Distrital inició la
estrategia de Ingreso Mínimo Garantizado (GMI), que se enfocó en brindar
asistencia a la población de bajos ingresos de la ciudad. Esta población fue
clasificada bajo el Sisbén III con un puntaje inferior a 30,56 puntos o categorizada
como Sisbén IV grupos A y B. Al considerar el comportamiento en las ciudades, es
evidente que durante la última década, ciertas regiones han experimentado
distintos niveles de pobreza. En particular, Pasto y Cúcuta, ambas capitales de
departamentos fronterizos, han tenido consistentemente los niveles promedio más
altos de pobreza monetaria y pobreza monetaria extrema.
Por otro lado, Manizales y su área metropolitana, así como Medellín y su
área metropolitana, han tenido consistentemente los niveles más bajos de pobreza