Depósito Legal N°2022-12224
1
Estudio descriptivo de la oferta y la demanda global del sector minero en la
República de Perú: una comparación con América Latina
Jorge Luis Vargas Espinoza, Marcelo Ramos Reátegui, Wily Leopoldo
Velásquez Velásquez, Zulema Velásquez Velásquez, Giovana Araseli Flores
Turpo
Adaptado por: Ysaelen Odor Rossel
Compilador: Yelitza Sánchez
© Jorge Luis Vargas Espinoza, Marcelo Ramos Reátegui, Wily Leopoldo
Velásquez, Zulema Velásquez Velásquez, Giovana Araseli Flores Turpo, 2022
Jefe de arte: Alcimar del Carmen García
Diseño de cubierta: Juan Carlos Lázaro Guillermo
Ilustraciones: Juan Carlos Lázaro Guillermo
Editado por: Editorial Mar Caribe de Josefrank Pernalete Lugo
Jr. Leoncio Prado, 1355 Magdalena del Mar, Lima-Perú
RUC: 15605646601
Libro electrónico disponible en https://editorialmarcaribe.es/?page_id=265
Primera edición diciembre 2022
Formato: electrónico
ISBN: 978-612-49052-6-1
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2022-12224
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Tabla de Contenido
Introducción .............................................................................. 10
Capítulo 1 ................................................................................. 16
1.1. Antecedentes de explotación minera en Latinoamérica ......... 16
1.1.1. Bolivia ...................................................................... 16
1.1.2. Brasil ........................................................................ 17
1.1.3. Chile ......................................................................... 18
1.1.4 Ecuador ...................................................................... 19
1.1.5. Pe........................................................................... 19
1.2. Antecedentes económicos .................................................. 20
1.2.1. Producto interno bruto minero ..................................... 22
1.2.2. Empleos ..................................................................... 23
1.2.3 Producción .................................................................. 25
1.2.4. Reservas mineras ........................................................ 28
1.2.5. Exportación ................................................................ 29
1.2.6. Inversión ................................................................... 32
1.2.7. Tendencia económica de la minería en Latinoamérica .... 33
Capítulo 2 ................................................................................. 35
2.1. Perspectiva del mercado del cobre ..................................... 35
2.1.1. Demanda de cobre refinado.......................................... 37
2.1.2. Factores que influencian la demanda del cobre .............. 40
2.1.3. Cambios que afectan la demanda de cobre ..................... 42
2.1.4. Proyecciones globales de la demandad de cobre ............ 52
Capítulo 3 ................................................................................. 57
3
3.1. Oferta de cobre refinado y proyección de la oferta de cobre
mina ...................................................................................... 57
3.1.1. Producción mina ......................................................... 58
3.1.3. Proyección de producción minera de cobre en Chile y Perú
.......................................................................................... 63
3.2. Competitividad de costos de los productores de cobre en la
región .................................................................................... 65
Capítulo 4 ................................................................................. 69
4.1. Mercado del Litio ............................................................. 69
4.1.1. Análisis de la demanda de litio .................................... 70
4.1.2. Proyecciones de la demanda de baterías de litios ........... 76
4.2. Proyección de la demanda de litio: 2030 ............................. 79
4.2.1. Cambio en la demanda del tipo de batería ..................... 82
4.3. Análisis de la oferta de litio .............................................. 83
4.4. Proyectos y proyección de la oferta .................................... 86
Capítulo 5 ................................................................................. 89
5.1. Proyección de oferta y capacidad en los países andinos: Litio
............................................................................................. 89
5.1.1. Chile ......................................................................... 90
5.1.2. Argentina ................................................................... 91
5.1.3. Bolivia ...................................................................... 92
5.2. Competitividad de costos de los productores de la región ..... 92
5.2.1. Estructura de costos de litio ........................................ 92
4
Bibliografía ............................................................................... 96
Biografía de los autores..122
Índice de figuras
Figura 1: Territorio, Población, Fuerza Laboral, Empleo en Minería,
Producto Interno Bruto Nacional y Minero de los países de América
Latina. Fuente: Lagos et al. (2002). ............................................. 21
Figura 2: Empleo en minería como porcentaje de la fuerza laboral,
1995-1999. Se indica también el número de personas empleadas.
Fuente: Lagos et al. (2002). ........................................................ 23
Figura 3: Valor de la producción de algunos minerales de la región
Latinoamericana en 1997 (en millones de dólares). Fuente: Lagos et
al. (2002). ................................................................................. 25
Figura 4: Exportaciones mineras (1998) como porcentaje de
exportaciones totales por país. Se indica también el valor de las
exportaciones en billones de dólares. Fuente: Lagos et al. (2002). .. 30
Figura 5: Consumo regional de cobre refinado, 2020 (En miles de
toneladas y en porcentajes). Fuente: Jones et al. (2021). ............... 37
Figura 6: Consumo total de cobre y distribución de uso final, 2020 (En
miles de toneladas y en porcentajes). Fuente: Jones et al. (2021). .. 39
Figura 7: Intensidad histórica de uso per cápita frente al PIB per
cápita, 1980-2019. Fuente: Jones et al. (2021). ............................. 40
Figura 8: Efecto de los EV en el consumo global de cobre refinado en
el largo plazo, 2015-2030 (En millones de toneladas). Fuente: Jones
et al (2021)................................................................................ 43
5
Figura 9: Consumo global de cobre en energías renovables (En
millones de toneladas). Fuente: Jones et al (2021). ....................... 47
Figura 10: Producción minera de cobre ponderada por región, 2020-
2030 (En miles de toneladas). Fuente: Jones et al. (2021). ............. 60
Figura 11: Análisis de la brecha de producción, 2020-2030 (En miles
de toneladas). Fuente:Jones et al. (2021). ..................................... 61
Figura 12: Proyección de la producción de cobre en Chile, 2020-2030
(En miles de toneladas). Fuente: Jones et al. (2021). ..................... 62
Figura 13: Proyección de la producción de cobre en Perú, 2020-2030
(En miles de toneladas). Fuente: Jones et al. (2021). ..................... 63
Figura 14: Curvas de CRU Cash Cost® sin restricción para 2020, 2025
y 2030 (En dólares/toneladas, Cu neto de subproductos) A. 2020 CRU
Cash Cost. Fuente: Jones et al. (2021). ........................................ 65
Figura 15: B. 2025 CRU Cash Cost. Fuente: Jones et al. (2021). .... 65
Figura 16: C. 2030 CRU Cash Cost. Fuente: Jones et al. (2021). .... 66
Figura 17: Análisis de distribución de producción en Chile y Perú por
cuartil de costos (En porcentajes). Fuente: Jones et al. (2021). ...... 67
Figura 18: Demanda de litio por aplicación, 2015 y 2019 (En
porcentajes de la demanda total). Fuente: Jones et al. (2021). ........ 70
Figura 19: Demanda de litio por aplicación de batería, 2015-2019 (En
toneladas LCE). Fuente: Jones et al. (2021). ................................. 73
Figura 20: Demanda de litio industrial por uso final, 2015-2019 (En
toneladas LCE). Fuente: Jones et al. (2021). ................................. 74
6
Figura 21: Demanda global de baterías de iones de litio por tipo de
uso final, 2015-2030 (En GWh). Fuente: Jones et al. (2021). ......... 76
Figura 22: Proyección total de la demanda de litio, 2015-2030, LCE.
Fuente: Jones et al. (2021). ......................................................... 79
Figura 23: Suministro mundial de minas de litio por país, 2015-2019
(En miles de toneladas LCE). Fuente: Jones et al. (2021) .............. 83
Figura 24: Proyectos greenfield lideraron el aumento del suministro
de litio entre 2015 y 2019 (En miles de toneladas LCE). Fuente: Jones
et al. (2021)............................................................................... 84
Figura 25: Caso base de suministro de litio, por tipo de yacimiento
(En miles de toneladas LCE). Fuente: Jones et al. (2021). ............. 85
Figura 26: Producción de litio (En porcentajes de la producción total).
Fuente: Jones et al. (2021). ......................................................... 86
Figura 27: Cadena de valor de minerales de litio. Fuente: Jones et al.
(2021). ...................................................................................... 93
Figura 28: Producción mensual de cobre (Miles de TMF). Fuente:
Ministerio de energía y minas (2020). .......................................... 97
Figura 29: Producción mensual de oro (TMF). Fuente: Ministerio de
energía y minas (2020). .............................................................. 98
Figura 30: Producción mensual de zinc (Miles de TMF). Fuente:
Ministerio de energía y minas (2020). .......................................... 99
Figura 31: 2020: Estructura de la producción de zinc por empresas,
enero-diciembre. Fuente: Ministerio de energía y minas (2020). .. 100
7
Figura 32: Producción mensual de plata (TMF). Fuente: Ministerio de
energía y minas (2020). ............................................................ 101
Figura 33: Producción mensual de plomo (Miles de TMF). Fuente:
Ministerio de energía y minas. (2020). ....................................... 103
Figura 34: Producción mensual de hierro (Miles de TMF). Fuente:
Ministerio de energía y minas (2020). ........................................ 104
Figura 35: Producción mensual de estaño (Miles de TMF). Fuente:
Ministerio de energía y minas (2020). ........................................ 105
Figura 36: Producción mensual de molibdeno (Miles de TMF). Fuente:
Ministerio de energía y minas (2020). ........................................ 106
Figura 37: Producción minera no metálica*. Fuente: Ministerio de
energía y minas (2020). ............................................................ 107
Figura 38: 2020: Producción mensual de caliza/dolomita (TM).
Fuente: Ministerio de energía y minas (2020). ............................ 108
Figura 39: 2020: Producción mensual de fosfatos (TM). Fuente:
Ministerio de energía y minas (2020). ........................................ 109
Figura 40: 2020: Producción mensual de hormigón (TM). Fuente:
Ministerio de energía y minas (2020). ........................................ 110
Figura 41: 2020: Producción mensual de piedra (construcción) (TM).
Fuente: Ministerio de energía y minas (2020). ............................ 111
Figura 42: 2020: Producción mensual de calcita (TM). Fuente:
Ministerio de energía y minas (2020). ........................................ 112
8
Figura 43: Producto Bruto Interno (Ar. % respecto a similar periodo
del año anterior). Fuente: Ministerio de energía y minas (2020). .. 114
Figura 44: Valor de exportaciones por sectores económicos (Valor
GOB en millones de US$). Fuente: Ministerio de energía y minas
(2020). .................................................................................... 115
Figura 45: Valor de exportaciones minería metálica (Valor GOB en
millones de US$). Fuente: Ministerio de energía y minas (2020). . 116
Figura 46: Valor de exportaciones minería no metálica (Valor GOB en
millones de US$). Fuente: Ministerio de energía y minas
(2020).
…….117
Figura 47: Valor de las Exportaciones de oro (Valor GOB en millones
de US$). Fuente: Ministerio de enrgía y minas (2020). ................ 119
Figura 48: Valor de las Exportaciones de zinc (Valor GOB en millones
de US$). Fuente: Ministerio de enrgía y minas (2020). ................ 120
Figura 49: 2020: Destino de las exportaciones de zinc (enero-
noviembre). Fuente: Ministerio de energía y minas (20209 .......... 120
Índice de tablas
Tabla 1: Territorio, Población, Fuerza Laboral, Empleo en Minería,
Producto Interno Bruto Nacional y Minero de los países de América
Latina. Fuente: Lagos et al. (2002). ............................................. 19
Tabla 2: Producción de los principales minerales de la región
Latinoamericana en 1997. Fuente: Lagos et al. (2002). .................. 23
9
Tabla 3: Reservas demostradas (medidas más indicadas) de minerales
de mayor importancia. Se muestra primero la cifra de reservas y a la
derecha el porcentaje de las reservas mundiales que ello representaba
en el año 2000. Fuente: Lagos et al. (2002). ................................. 27
Tabla 4: Cobre utilizado según tipo de vehículo (En kilogramos).
Fuente: Jones et al (2021). .......................................................... 43
Tabla 5: Intensidad de uso del cobre en energías renovables, 2020 (En
toneladas por MW). Fuente: Jones et al (2021). ............................ 44
Tabla 6: Proyección de la demanda de cobre, 2020-2030 (En miles de
toneladas). Fuente: Jones et al. (2021). ........................................ 51
Tabla 7: Proyección de la demanda de cobre refinado, 2020-2030 (En
miles de toneladas). Fuente: Jones et al. (2021). ........................... 53
Tabla 8: Producción potencial de minería de cobre por región, 2020-
2030 (En miles de toneladas). Fuente: Jones et al. (2021). ............. 58
Tabla 9: Demanda de litio por región y por producto, 2015-2019 (En
toneladas LCE). Fuente: Jones et al. (2021). ................................. 70
Tabla 10: Operaciones y proyectos existentes en la región (se excluye
Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de) y Chile). Fuente. Jones
et al. (2021)............................................................................... 86
Tabla 11: Operaciones y proyectos existentes en los países del
Triángulo del Litio. Fuente: Jones et al. (2021). ........................... 88
Tabla 12: Producción minera metálica*. Fuente: Ministerio de Energía
y Minas. (2020). ........................................................................ 95
10
Introducción
El sector minero es importante para el desarrollo económico y social de
muchos países, y los minerales continúan siendo esenciales para la vida
moderna. Durante años se ha enfatizado la importancia de la minería en varios
países desde el punto de vista económico; pero en la coyuntura actual, los
aspectos socioambientales están cobrando tanta fuerza que, de no ser atendidos
adecuadamente, se acumularán conflictos en el desarrollo del sector minero y
en las economías de los países de América Latina y el Caribe (ALC). Por lo
tanto, es fundamental reexaminar la prevalencia de la minería en la región,
cómo los países han abordado los aspectos socioambientales de la minería en
sus planes nacionales de desarrollo y los conflictos socioambientales
vinculados y sus efectos económicos expresados en términos monetarios.
En el contexto regional, las condiciones geológicas de ALC favorecieron
la formación de diversos recursos minerales con reservas significativas, dando
como resultado en una explotación continua de las reservas de materia prima,
necesarias para el desarrollo de la infraestructura vial, vivienda y la industria
local. Por lo tanto, la explotación a gran escala de minerales como el cobre, el
oro, el carbón y el níquel comercializados en los mercados internacionales
atraen la inversión extranjera, generan regalías, impuestos y empleos para
impulsar la economía en la región.
Para la CEPAL, la minería en ALC es una actividad que incide en la
economía de la región y es un importante motor económico para comunidades
por su gran aportación al Producto Interno Bruto (PIB), sin embargo, su
explotación debe prestar especial atención al impacto ambiental y a la
identificación de los posibles conflictos que se presenten en las regiones
mineras. Puesto que los conflictos ambientales y sociales logran afectar en gran
medida el desarrollo de la minería, influyendo en las inversiones que se puedan
hacer en este sector, el inicio de proyectos e incluso provocar la suspensión de
proyectos importantes para la extracción de oro, carbón y cobre. Actualmente,
el peso de los conflictos socioambientales influye más que nunca en los
procesos de desarrollo y transformación de ALC en las agendas internacionales.
11
En este particular, se debe hacer notar que los aspectos ambientales han
sido tratados separadamente de los aspectos sociales, no obstante, es importante
considerar que son parte de una relación de reciprocidad, por lo tanto, lo
ambiental y lo social debe ser abordada en conjunto. Es por ello, que este tipo
de conflictos tiene que existir la racionalidad, donde sociedad y medio ambiente
funcionen como un todo. En general, los conflictos socioambientales en nuestra
sociedad han sido recurrentes y ha tomado diferentes formas a lo largo de la
historia, hasta el punto de considerarlos una actividad que contamina los
recursos hídricos y provoca emisiones a la atmósfera de productos tóxicos y
nocivos para la salud.
Según la CEPAL, la minería es uno de los sectores que más atrae
inversión extranjera directa a los países de ALC y también es una de las
actividades con mayor impacto ambiental, produciendo cinco veces más
emisiones de gases de efecto invernadero por dólar de producción, que otros
sectores económicos. Los costos ambientales y sociales pueden tener enormes
impactos en el suelo, el agua, el aire y los ecosistemas, y tratar de corregir
estos problemas derivados de explotación minera podría ser más costoso que
los beneficios económicos obtenidos.
Por otro lado, la falta de compromiso de la grandes empresas mineras
hace que las comunidades pierdan confianza en la sustentabilidad de este tipo
de industrias. Según la OCMAL, las comunidades no confían en los mineros y
en el gobierno, ya que conocen sobradamente la falta de regulaciones, para la
prevención d e desastres ecológicos en los procesos de extracción. En este
sentido, los actores pueden utilizar diferentes lenguajes para la evaluación, que
van desde la compensación económica correspondiente por el daño ambiental
provocada a reservas forestales, la vulneración de los derechos humanos o
colectivos de los pueblos indígenas, o exigiendo valores ecológicos que en
realidad no se pueden expresar en dinero.
Al enfocar la minería desde lo económico, se tiene que, para Perú en el
2017, el sector minero representó el 9,8 por ciento del producto interno bruto
(PIB) del país. Sus beneficios en el país se reflejan en su participación en las
exportaciones y la recaudación de impuestos. De hecho, los ingresos generados
por la minería han representado un promedio del 60 por ciento de las
12
exportaciones de Perú en los últimos 10 años. Del mismo modo, entre 2011 y
2016, las transferencias de recursos mineros a los gobiernos regionales
alcanzaron la cifra de 24.470 millones de dólares, tres veces el presupuesto
nacional de infraestructura y de transporte en 2017.
La minería, por su parte, genera 63.217 empleos directos y 122.769
indirectos. Del mismo modo, las grandes empresas de la industria invierten
mucho en innovación e investigación en comparación con otras industrias. Esto
se debe a la importante concentración de inversión extranjera directa en la
región. Al mismo tiempo, existe una falta de oferta tecnológica e innovadora
en las medianas y pequeñas empresas y centros académicos. De hecho, no
existen centros de investigación que promuevan el desarrollo de propuestas
tecnológicas aplicables, de calidad, que participen en la cadena de valor minera
o que permitan la prevención y resolución de los pasivos ambientales de la
minería. Este potencial desaprovechado de la minería se explica por la falta de
prioridad de las políticas necesarias, la falta de mediación entre los actores
involucrados en su implementación, y la falta de lineamientos y normas que las
sustenten.
Se puede decir que existe una relación de amor-odio con la minería. La
larga tradición minera de Perú y de los demás países mineros de ALC, y el
aporte a la producción de divisas necesarias para mantener el equilibrio
macroeconómico hacen que diversos grupos sociales valoren y consideren a este
sector como el motor del crecimiento económico no solo de Perú, sino también
de toda la región. Los cambios en la legislación minera en la década de 1990,
por ejemplo, reflejan este punto de vista, que generalmente comparten los
residentes urbanos, en su mayoría de Lima y otros residentes costeros; quienes
son los principales receptores de los ingresos mineros a través de la prestación
de servicios.
En este contexto, el creciente descontento de los pobladores cercanos a
los centros mineros es difícilmente comprensible: si la minería es tan útil,
¿cómo puede resistirse a la actividad económica que genera crecimiento
económico? ¿Por qué sus habitantes no aprecian los avances sociales aportados
por las empresas mineras? Quizás la respuesta sea simplemente: incluso con la
explotación minera todavía son muy pobres. El estado continúa excluyéndolos
13
de la ciudadanía, su nivel de vida continua muy por debajo de las expectativas
creadas; y en la actualidad muchas comunidades deben competir con las
empresas mineras por el uso o conservación de los recursos naturales como el
agua y la tierra.
La situación actual, donde el odio inclina la balanza a su favor, también
está relacionada con la visión simplista de la minería en el Perú: la vemos como
una fuente de desarrollo, pero olvidamos que ningún desarrollo es automático.
Es necesario diseñar e implementar políticas que promuevan la diversificación
económica con proyectos socio-productivas de las zonas mineras. El estado
también debe hacer inversiones adicionales que aumenten el impacto de los
cánones y regalías.
Sin embargo, también olvidamos que para formular e implementar una
política se debe tener un conocimiento sólido del tema. Manejamos con destreza
muchos aspectos sobre la minería, pero aún existen grandes lagunas sobre cómo
funciona y desarrollarla de una forma sustentable y respetando el
medioambiente. Un claro y significativo ejemplo de esto, es cuando se produce
un cambio en las políticas de regalías, afectándose la rentabilidad de una
industria y, por lo tanto, la productividad en todo el mundo.
Pero ¿son las regalías las únicas variables que afectan la rentabilidad y
la competitividad del sector minería? ¿No socava eso la innovación tecnológica
que realmente revivió la industria del cobre estadounidense en las décadas de
1970 y 1980? En relación con el desarrollo, seguimos lidiando con teorías
nacidas en la primera mitad del siglo pasado. Suponemos que los eslabones
propuestos por Hirschman (1958) se generan automáticamente, o que la gran
aceleración propuesta por Rosenstein-Rodan (1961) ocurre con grandes
inversiones mineras. No obstante ¿no sería necesario actualizar estas
estrategias de desarrollo?
Por otro lado, creemos que el desarrollo nacional se convierte
inmediatamente en desarrollo regional y local. Pero ¿ha desarrollado Perú
alguna vez una política para atraer inversión local que promueva la creación de
empleo? En cuanto a los conflictos, seguimos esperando a que surjan y solo
14
entonces actuaremos en consecuencia. Todavía no hemos creado las
herramientas para abordar las causas más visibles de esto, como la valoración
de la tierra en los procesos de venta o las evaluaciones del impacto ambiental,
que nos permitirían llegar a acuerdos de compensación más adecuados. lo que
sabemos y no sabemos sobre minería para identificar una agenda de
investigación que nos permita diseñar políticas que ayuden a promover el
desarrollo nacional, regional y local. Se trata de no caer en la trampa fácil y
fatal de la sola extracción de los recursos.
Sin lugar a duda, América Latina es una de las regiones más importantes
para el desarrollo de la industria minera, tanto por sus recursos naturales como
por las amplias inversiones extranjeras en países como Brasil, Chile, Colombia,
México y Perú. Cada país cuenta con leyes fiscales, ambientales y sociales que
comparten puntos comunes de flexibilidad para promover y apoyar proyectos
activos.
Esto ha creado vacíos legales y posibles efectos negativos en varias
dimensiones, porque las empresas operan en base a las libertades que se les
ofrecen y el objetivo principal es aumentar las ganancias económicas, por lo
que aumentan su productividad, aunque afecte a la población, al medio ambiente
o los ingresos del país anfitrión. Muchos factores indican que el extractivismo
minero es una de las actividades productivas más destructivas a nivel ecológico,
con importantes riesgos para la salud tanto de los trabajadores como para los
pobladores cercanos a las áreas de desarrollo del proyecto.
Sin lugar a duda, en el 2020, la pandemia del COVID-19 ha afectado
gravemente la economía del Perú y de otros países de la región y del mundo.
Una estricta cu arentena impuesta en la segunda quincena de marzo para proteger
la salud de la población frente a una amenaza poco conocida provocó una caída
en los indicadores económicos de la mina, paralizando sus operaciones hasta
mayo de 2020, cuando comenzó. su reactivación paulatina en tres etapas.
En esta difícil coyuntura, el sector minero de Perú se destaca como un
importante motor de crecimiento, especialmente en tiempos de crisis, y desde
el segundo semestre de 2020 muestra claros signos de recuperación y avances
15
significativos tanto en los niveles de producción como en la inversión y empleo.
Actualmente, el desafío para la industria es garantizar la continuidad de la
investigación, uso, recuperación, almacenamiento y transporte; y promover la
construcción de nuevos proyectos mineros; para asegurar la continuidad de la
minería en el crecimiento y desarrollo de los países de Latinoamérica y muy
especialmente de Perú.
16
Capítulo 1
1.1. Antecedentes de explotación minera en Latinoamérica
La minería se ha desarrollado en todos los países de la región desde la
época colonial, pero solo pocas explotaciones mineras son significativas para
ese momento.
1.1.1. Bolivia
Desde la colonia Bolivia ha sido un país minero. Durante mucho
tiempo, el cerro rico de Potosí fue el cantera de minerales de plata más
importante del mundo. A partir de su descubrimiento en el año de 1545
se inició el ciclo de la minería que en la actualidad prevalece en
Bolivia, aplicando las más avanzadas técnica de extracción para la
época, pero sin tomar en consideración ni los efectos para la población
originaria ni las consecuencias sobre el medioambiente.
Con la disminución de la producción de mercurio en
Huancavelica en 16 50 (Perú), el estado catastrófico de las minas y el
atraso tecnológico por falta de capitalización, provocaron una crisis
minera en Bolivia, que condujo a una depresión económica general . A
mediados del siglo XIX, el descubrimiento de mercurio en California
estimuló la modernización de las minas más importantes de Bolivia y
la reintrodujo este elemento en la producción de oro y plata. Se instalan
máquinas de vapor y varios inversionistas extranjeros se interesan por
el potencial minero del país; Incluyendo empresas anglo-chilenas
dedicadas a la actividad minera en.
Después de la Guerra del Pacífico (1879), las nuevas líneas
ferroviarias se convirtieron en la columna vertebral de la economía del
país y Bolivia retorna al comercio mundial. El auge de la plata culminó
entonces con la aparición de tres importantes empresarios bolivianos,
Gregorio Pacheco, Aniceto Arce y Félix Avelino Aramayo, quienes
17
dominaron la vida económica y política del p aís, dos de los cuales
llegaron a ser presidentes de la república.
A finales del XIX, terminó la era de la plata por la caída de los
precios internacionales. No obstante, la creciente industria en Europa
y América del Norte crea una nueva demanda en Bolivia, y le permite
reorientar la explotación minera con cierta facilidad debido a la vasta
presencia de estaño, que se encuentra en las mismas minas que la plata.
La transición ocurre alrededor de 1900, cuando las escuelas de
ingeniería de minas juegan un papel influyente. El desarrollo de la
minería en los países vecinos se debe a la presencia de grandes
empresas multinacionales, mientras que los yacimientos de Bolivia son
descubiertos y explotados por pequeños propietarios pioneros.
1.1.2. Brasil
La minería en Brasil se remonta a 200 años después de la llegada
de los portugueses, que inicialmente buscaban café, tabaco, algodón o
mano de obra esclava, además de oro, plata y piedras preciosas. Sin
embargo, es a partir del siglo XVIII que la extracción de oro comenzó
de manera significativa, convirtiendo a Brasil en el mayor productor
mundial de oro.
El auge del oro duró poco ya que se agotaron los depósitos de
alta calidad. El siguiente hito importante en la minería ocurrió en el
siglo XIX, cuando las empresas inglesas comenzaron nuevamente a
explotar las minas de oro. Pero es solo después de la segunda guerra
mundial, que Brasil comenzó a explotar minerales de una forma
industrializada.
En la década de 1940 se descubrieron los yacimientos de
manganeso en la Sierra de Navío, en la década de 1950, los yacimientos
de petróleo que llevaron al nacimiento de Petrobras, y también los
yacimientos de hierro en del Valle de Paraopeba y del Qu adrilarero
ferrífero de Minas Gerais. Posteriormente, en la década de 1970, se
descubrieron grandes yacimientos de cobre en Rio Grande do Sul y São
18
Paulo (Carajas). Asimismo, en los años 70 se extraía asbesto de la mina
Cana Brava, bauxita de Minas Gerais y Pará y estaño de Rondonia. El
principal boom minero de Brasil es, por lo tanto, muy reciente y
pertenece a la década de los años 60 y 70. Además, hay que considerar
la presencia de garimpeiros en la vasta región amazónica, así como en
diversas regiones del país.
1.1.3. Chile
La minería en Chile se remonta a la llegada de los conquistadores
españoles, pero ya para ese momento había zonas mineras privilegiadas
(especialmente de oro) en Perú y en Bolivia. La mediana minería
adquirió importancia nacional a partir del descubrimiento de las minas
de plata Chañarcillo cerca de Copiapó en 1832, que dio fama no sólo a
la Región de Atacama, sino a todo el país.
Otros periodos económicamente importantes de la minería fueron
la era del salitre en los siglos XIX y XX, la minería del cobre en la
actualidad. La minería a gran escala se introdujo en Chile a principios
del siglo XX con inversión de capital norteamericano en Chuquicamata
y El teniente. Recién en 1990 se inicia el principal boom minero de
Chile, que significó la explotación de grandes minas propiedad de
decenas de multinacionales de todo el mundo.
Las operaciones mineras se ubican principalmente en la parte
norte del país, en regiones desérticas y montañosas, lejos de los centros
urbanos. Algunas minas están ubicadas en el altiplano de Chile, en la
zona central de Chile, caracterizada por un rico valle agrícola de clima
mediterráneo, donde también se desarrolló la minería, pero la zona más
importante se encuentra en lo alto de los Andes. En el Sur, la minería
era escasa a excepción de las minas de carbón y petróleo, que se
cerraron gradualmente debido al agotamiento de recursos
económicamente utilizables.
1.1.4 Ecuador
19
En Ecuador en la etapa colonial se extrae el oro en la regiones
sur occidentales y sur orientales. Destacándose por su especial riqueza
mineral la poblaciones de Sevilla de oro y Villa del Cerro Rico de
Zaruma. A inicios del siglo XX se inició la explotación de las minas
auríferas de Portovelo-Zaruma. En estos sitios la explotación de oro se
torna muy dinámica desde los primeros años de 1980. Ente las
actividades tradicionales se encuentran el lavado de oro a orillas del
río Napo de la Amazonía ecuatoriana. El sector minero en Ecuador
adquirió, las mismas dimensiones que en los otros países de la región.
1.1.5. Perú
La extracción mineral en Perú tradicionalmente se asocia a las
zonas altoandinas, ubicadas en las minas de Cerro de Pasco y
Huancavelica que se desarrollaron a partir del inicio del sistema
económico colonial. Actualmente las explotaciones mineras, están
concentradas todavía en las regiones altoandinas (sierra central), pero
en general se encuentran distribuidas por todo el país, desde la costa
sur, la sierra sur, central y norte, y las zonas de pequeña minería y
minería artesanal en la costa sur y el altiplano puneño.
La anteriores regiones muestran una característica en común: son
regiones donde la pobreza rural es extrema, denominadas como
sobrepobladas por la baja productividad presente. Las grandes
explotaciones del sector minero se encuentran tradicionalmente en la
sierra central (LimaJunín y Pasco), a pesar de que, durante el auge de
la minería en la segunda mitad del siglo XX hayan aparecido grandes
explotaciones en la costa y sierra sur (Cuajone, Toquepala y Tintaya).
En las zonas altoandinas los pobladores de las comunidades
rurales se organizaron en la minería sin dejar de la lado su
explotaciones agropecuarias (mineroscampesinos los denominaron
algunos historiadores). Significando que flujo estacional de los
campesinos a las explotaciones mineras constituyó parte de la táctica
económica durante siglos. Es con la inversión hecha por el capital
norteamericano a inicios del siglo XX (con la fundación de la Cerro de
20
Pasco Copper Corporation) que se desarrolla un mercado laboral
asalariado, de manera que se rompe la relación entre las extracciones
mineras hecha por la mano de obra campesina estacional.
Así se tiene, que la empresa minera Cerro de Pasco durante el
época de crecimiento de la extracción minera en el siglo XX, se vio
obligada a implementar una gran operación ganadera (La Sociedad
Ganadera del Centro) con el propósito de conservar la imprescindible
mano de obra de los campesinos en la explotación de los yacimientos.
Los escenarios históricos de la explotación minera en Bolivia,
Brasil, Chile, Ecuador y Perú considerados ayudan a comprender el
proceso que ocurren en la actualidad. Por ejemplo, al considerar a
Bolivia, se tiene que mantuvo una estatus importante en la minería, en
lo económico como en lo político, presenta actualmente sector minero
más pequeño al compararlo con las épocas pasadas. Aunque, en el
presente la minería se encuentra más organizada y muestra signos de
recuperación.
Ecuador presenta un sector minero pequeño, pero con
intenciones de aprovechar los recursos minerales que tienen para el
crecimiento del país. Brasil, Chile y Perú son países con explotaciones
minerías muy grandes que se expanden constantemente, aunque muy
distintas entre ellas. Entretanto la minería en Brasil es presenta
múltiples facetas, tanto en producción como en ubicación, en Perú y
Chile, lo más importante del sector minería se concentra en la
explotación de dos o tres metales.
1.2. Antecedentes económicos
En este apartado se mostrarán algunos datos sobre Latinoamérica,
centrándose en analizar las estadísticas económicas del sector minero de los
cinco países mencionados en la sección anterior. La Región Latinoamericana
la que contiene a México, Centro América, el Caribe y América del Sur tiene
una extensión de 17,8 millones de kilómetros cuadrados y para el año 1998 con
tenía una total de 336 millones de habitantes. En la siguiente tabla se muestran
21
datos de los países de la región Latinoamericana, y también los principales
indicadores económicos y de empleo.
1.2.1. Producto interno bruto minero
Tabla 1: Territ ori o, Poblaci ón, F uer za L aboral, Empleo en Minería,
Product o Interno Br ut o N acio nal y Minero de los paí ses de América Latina.
Fuente: L ago s et a l. (2002).
22
En 1998, los países de la región latinoamericana eran
extraordinariamente distintos cuando se hacía referencia al ingreso per
cápita, incluyendo desde Nicaragua con 442 dólares per cápita en hasta
las Bahamas con 14.150 dólares per cápita. Si bien este indicador es
imperfecto por varias razones, entre ellas el hecho de que depende
mucho del tipo de cambio, es uno de los pocos con los que se puede
comparar el desarrollo económico de los países.
La minería en estos países también es muy diversa desde el punto
de vista económico y laboral. La Figura 1.1 muestra el producto interno
bruto de la industria minera como porcentaje del producto interno bruto
por país en el período 1960-1999 en un grupo de países
latinoamericanos seleccionados.
La Figura 1.1 muestra que, en el año 1999, el PIB minero más
alto en relación con el PIB nacional se encuentra en Ecuador con un
11,4%, mientras que el más bajo se ubica en México con 1,3 por ciento.
En Brasil, la producción de minerales representó alrededor de 0,8% del
Figura 1: Territori o, Población, Fuerza Laboral, Empleo
en Minería, Product o Inter no Bruto Na cional y Minero de
los pa íses de Améri ca Latina. Fuente: Lagos et a l. (2002).
23
producto interno bruto del país ($6 mil millones) en 1998, mientras
que la producción de petróleo y gas natural representó lo mismo.
Las cifras de Ecuador incluyen minas, canteras y petróleo. El
sector minero en Ecuador, excluyendo canteras y petróleo, generaron
sólo $76 millones en 1999, convirtiéndolo en uno de los contribuyentes
más pequeños al PIB del país en América del Sur, con sólo el 0,55 por
ciento. Los únicos países con una producción minera superior al 5% en
1999, además de canteras y petróleo, fueron Perú y Chile. Bolivia y
Colombia estaban en el segundo grupo importante de la minería un
valor del PIB entre el 3 a 4%, entretanto los restantes países
presentaron un PIB minero inferior a 2% del PIB nacional.
1.2.2. Empleos
El empleo minero en tre 1997 y 1999 (excluyendo México, donde
las estadísticas son del año1995, Tabla 1.1) osciló entre el 0,06 por
ciento en Argentina al 1,3 por ciento en Bolivia. Las cifras varían
significativamente según los métodos utilizados para medir el empleo.
En Argentina, las cifras citadas por otra fuente (USGS, 1997) son
21.000 empleos en minería, frente a los 8.635 de la Tabla 1.1. La
industria minera de Brasil tiene un total de 650.000 trabajadores
(USGS, 1999), cifra seis veces superior a los mostrados en Tabla1.1.
A estas cifras habría que adicionar, los Garimpeiros, mineros
artesanales que recolectan oro, muchos de los cuales trabajan
informalmente, pudiendo llegar a un millón (USGS, 1999).
En México, otras fuente (USGS, 1997) indica que podría entrar
150.000 trabajadores en el sector minero (excluido el petróleo), que es
un número inferior al mostrado por la tabla 1. En Chile, las cifras del
número de trabajadores se corresponden a las cifras de la Tabla 1.1, si
se incluyen los contratistas, este número asciende a 92.440 personas,
representando el 1,6 por ciento de la fuerza laboral, el mayor
porcentaje de ocupados en la industria minera entre los países de
referencia.
24
Con la excepción de México, las estimaciones de empleo minero
en la Tabla 1.1 parecen conservadoras, por lo que se puede suponer que
el efecto real del empleo de la minería es sustancialmente mayor que
el que se muestra en esa tabla. El bajo impacto laboral de la minería
se debe a la alta productividad que requieren las grandes inversiones
mineras . Otra forma de decirlo es que, por cada millón de dólares
invertidos en las principales minas de cobre de Chile, en la última
década se han generado en promedio poco más de tres empleos directos
y 7,2 indirectos. Cifras similares de puestos de trabajo creados por
inversiones hechas se aplicarían al resto de la industria metalúrgica.
1.2.3 Producción
Figura 2: Empleo en minería como por centaje de la fuerza
labo ral, 1995-1999. Se indica también el n úmero de personas
em ple adas. Fuente : L agos et a l. ( 2002).
25
La Tabla 1.2 muestra la producción de minerales importantes en
la región de América Latina (México, Centroamérica, Sudamérica y el
Caribe) en 1997.
Los metales y minerales más importantes producidos en la región
latinoamericana en 1997 fueron aluminio, bauxita, cobre, oro, hierro,
plomo, níquel, plata, estaño y zinc. La Figura 1.3 muestra el valor de
la producción total de la región por minerales y metales de la Tabla 2
para 1997. El valor total de la producción fue un poco más de 31 mil
millones de US$, asumiendo que la mitad del cobre, níquel, plomo,
zinc y concentrados de estaño fueron fundidos y refinados fuera de la
región. Representó el 21 por ciento de la producción mundial de estos
minerales y metales en 1997.
Tabla 2: Producción de los principal es minerales de la regi ón
Latinoamericana en 1997. Fuente: Lagos et al. (2002).
26
En el posición de las regiones en la producción de minerales y
metales en 1997 y 1998, se destacan:
Argentina, tercer productor mundial de boro.
Bolivia Quinto productor de estaño.
Brasil, primero en mineral de hierro y niobio, segundo en
tantalio, cuarto en asbesto, bauxita y estaño, quinto en aluminio
primario, sexto en manganeso y décimo en níquel.
Figura 3: Valor de la producci ón de alguno s min erales de l a
regi ón Latinoamer icana en 1997 (en millones de dólares).
Fuen te: Lago s et al. (200 2).
27
Chile, primer productor de cobre, litio y yodo, tercer productor
de molibdeno y séptimo productor de plata.
Cuba y República Dominicana, sexto y séptimo productores de
níquel, respectivamente, con.
Jamaica y Venezuela ocuparon el tercer y séptimo lugar
respectivamente como productores de bauxita.
México fue el primer productor de estroncio y plata, el quinto
productor de plomo, el sexto productor de cadmio y zinc, y el
octavo productor de cobre y manganeso.
Perú fue el tercer productor de estaño y plata, el cuarto productor
de zinc y plomo, el sexto productor de cobre y el noveno
productor de oro. Perú debería estar entre los tres o cuatro
mayores productores de cobre del mundo en esta década.
Ser el número uno en el mundo en términos de reservas o
producción de metales, especialmente si la producción es una parte
importante del mercado, generalmente indica que el mercado depende
de ese país de manera significativa para ese metal. Por lo tanto, en las
últimas décadas y aún hoy, existen metales que están definidos como
estratégicos en la legislación de diferentes países.
Según las tendencias, América Latina experimentó un importante
auge minero entre 1990 y 1997, que aumentó la participación de la
región en la producción mundial del:
26% al 48% de cobre,
28
35% al 42% de plata,
24% al 32%. % en bauxita,
17-21% en zinc,
13-16% en níquel y
9-12% en oro.
Para otros materiales como aluminio, petróleo, hierro, cemento,
acero y carbón, la región ha mantenido su participación en la
producción mundial.
1.2.4. Reservas mineras
La Tabla 1.3 muestra las reservas indicadas de los principales
minerales de los países de la región que representaban el 4% o más de
las reservas mundiales en 2000.
29
Se ha encontrado que en muchos casos los países producen un
mayor porcentaje de la producción mundial que su porcentaje de
reservas. Esto se debe a que las bases de datos de respaldo pueden
tardar varios años en ponerse al día con los nuevos descubrimientos
realizados durante el auge de la exploración en la región durante la
década de 1990.
1.2.5. Exportación
En 1998, analizando las exportaciones de los países de la región,
el valor de las exportaciones totales de Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela disminuyó con respecto a 1997
debido a la crisis económica que afectó al Sudeste Asiático y por tanto
a los precios de los minerales y metales.
Argentina mantuvo sus exportaciones al mismo nivel que en
1997, y la excepción -entre las grandes economías de la región- fue
Tabla 3: Reser vas demostra das (medida s más in dicadas) de minerales de
mayor import ancia. Se muestra primero la cifra d e r eservas y a la derecha el
porcentaj e de las re servas mundiales que ello representaba en el año 2000.
Fuen te: Lago s et al. (200 2).
30
México, que incrementó sus exportaciones en un 6,3%, debido a que la
mayor parte del comercio es con los Estados Unidos y porque sus
exportaciones son principalmente de bienes manufacturados.
Como muestra la Figura 1.4 en 1999 los países más dependientes
de la producción de minerales desde la perspectiva de las exportaciones
mineras excluyendo el carbón y otros combustibles fósiles eran
Chile, Perú y Bolivia, cada uno de los cuales tenía una participación
superior al 25%.
Las exportaciones d e minerales de Boliv ia cayeron abruptamente
a 26.3% de las exportaciones totales del país en 1998, por debajo de
34% en los tres años anteriores. En el segundo grupo, del 5 al 10 por
ciento estaba Brasil, mientras que, en Argentina, México y Venezuela,
las exportaciones mineras representan del 1 al 5 por ciento de las
exportaciones totales.
Aunque pequeñas en Ecuador, las exportaciones mineras son
significativas y se han incrementado en los últimos años. Las
exportaciones de minería de oro y las exportaciones de carbón también
aumentaron en Colombia, que es el tercer producto de exportación en
la generación de divisas.
En Argentina, los materiales metálicos representaron alrededor
del 23% de las exportaciones de minerales en 1999, y los materiales no
metálicos representaron el 28%. El resto correspondió a la exportación
de materiales de construcción. Las principales exportaciones de
Bolivia son zinc, oro, estaño y plata, aunque ese orden puede variar
dependiendo de los precios de dichos metales.
El puesto 57% en producción lo aportó la mediana minería,
seguida de la pequeña minería con un 37%. Las principales
exportaciones de minerales de Brasil en 1998 fueron hierro ($3.250
millones ), aluminio ($1.320 millones ) y otros productos minerales
31
($2.970 millones ), como carbón, cobre, plomo, gas natural, azufre y
cinc.
En 1997, Colombia exportó minerales, incluido el carbón, por un
valor de 1,42 billones de dólares, los principales productos exportados
fueron níquel ferroso (193 millones de dólares), oro (8 millones de
dólares), esmeraldas (129 millones de dólares) y de cemento (69
millones de dólares).
Las principales exportaciones de Chile en 1998 fueron cobre
(970 millones de dólares), seguido por oro y plata (407 millones de
dólares), yodo (184 millones de dólares), molibdeno (172 millones de
dólares) y hierro (163 millones de dólares). La exportación más
importante del Ecuador en 1997 fue el petróleo, sin embargo, debido a
la caída de los precios ocupó el segundo en 1998. Las exportaciones de
minerales fueron oficialmente, 65 millones de dólares en 1998, la
mayoría de los cuales fueron de oro y plata. Además, como en otros
años, se realizaron comercios ilegales de estos recursos minerales.
En México, las exportaciones mineras fueron lideradas por el
cobre con, seguido por el zinc y la plata. Las principales exportaciones
mineras de Perú en 1998 fueron oro (928 millones de dólares), cobre
(779 millones de dólares), zinc (445 millones de dólares), plomo (209
millones de dólares) y plata (131 millones de dólares).
32
1.2.6. Inversión
Después de la llamada década perdida de 1980, cuando la
inversión en exploración fue muy baja en América Latina, la década de
1990 marcó un periodo de grandes inversiones de capital en la
exploración de minerales. Se estima que a fines de la década de 1980
la inversión en investigación en esta región no alcanzó los 100 millones
de US$, siendo menor al 10% de la inversión mundial en esta región.
En 1992, esa cifra alcanzó los 241 millones US$ , lo que representa el
16,1% del gasto mundial total en investigación.
En 1993, la cantidad de dinero para latinoamericana ascendió a
330 millones de dólares estadounidenses y en 1997 alcanzó un máximo
de 1.170 millones dólares estadounidenses, significando al 29% de la
inversión a nivel mundial. Aunque este porcentaje se mantuvo en 1998
Figura 4: Expo rtac iones mi neras (19 98) como porcentaje de
ex portacion es tota les por país. Se indica también el valor de las
exportaciones en bil lones de dólares. F uente: Lagos et al. (2002).
33
y años posteriores, el monto total invertido en investigación mundial
se redujo drásticamente debido a la crisis económica que afectó a Asia
y luego a otros países.
Al considerar el impacto de la inversión en exploración en Chile,
se estimó que por cada dólar invertido en exploración de minerales de
cobre, oro y plata en Chile entre 1969 y 1998, retornando ganancias
8.6 veces, según el valor de dichos metales en producción y 131 US$ en
valor nominal de reservas totales de metales en el país.
Esta cantidad puede extrapolarse a otros países con las debidas
precauciones, porque la mayoría de las empresas que realizaron el
estudio son las mismas en todo el mundo, con algunas excepciones, lo
que significa que la perspectiva de éxito para estos proyectos
diferentes debe ser similar en todo el mundo.
La inversión en minería, incluyendo exploración, ascendió a
US$ 17.379 millones en Argentina, Brasil, Chile, México y Perú entre
1990 y 1997. De estas inversiones, 51% se realizaron en Chile, 24% en
Brasil y 12% en Perú, 10% en Argentina y 3% en México. Mientras que
las inversiones en Argentina, Chile y Perú en la década de 1990 fueron
mucho más altas que en décadas anteriores, las inversiones mineras en
Brasil se redujeron a la mitad. Esto puede deberse a que las cifras de
ese país incluyen la variante industrial, que puede haber sido
significativa en la década de 1980.
Del total de inversiones previstas en la minería mundial durante
este período (US$ 51.300 millones), casi un tercio se invertiría en
América Latina, frente a 25,5% en América del Norte y 17,6% en Asia
y alrededor de 11,5% en África y Australia/Oceanía. La inversión
depende de muchos factores, uno de los cuales es el ciclo natural de
los precios de los metales, lo que indudablemente incide en el
cumplimiento de estas expectativas de los inversionistas. De hecho, la
inversión comenzó a declinar después de la crisis financiera asiática
34
que comenzó en 1998, causando una caída en los precios de los
principales metales.
1.2.7. Tendencia económica de la minería en Latinoamérica
La cartera de inversiones mineras en la región latinoamericana
en la década 2000-2009 es considerable, y se acompaña de la voluntad
de la mayoría de los gobiernos de la región para asegurar su
cristalización. En la década de 1990, prácticamente todas las leyes
mineras y tributarias de los países de la región fueron modificadas para
atraer mayor inversión minera.
Si la cartera de proyectos se concreta en esta década, la minería
latinoamericana seguirá creciendo más rápido que el resto del mundo,
al igual que en la década de los 90. Un indicador clave de esto es que
la inversión en la exploración de la región en los últimos años ha
representado alrededor del 30% de la inversión mundial en
exploración, un 9% más que la participación de América Latina en la
producción de los principales minerales y metales en 1997.
Esto indica que las expectativas de la Industria Minera América
Latina es participar más en la producción de la industria minera en el
futuro en comparación con la década de 1990. En cuanto al consumo
de minerales en el mundo, se tiene que del:
Cobre, Latinoamérica utilizaba alrededor del 7,5% de cobre en
1999, mientras que un año antes producía el 8% de dicho metal
y tenía alrededor de 37% por ciento de reservas probadas en el
mundo.
Aluminio, Latinoamérica consumió 5% del aluminio mundial en
1999, mientras producía el 32% de la bauxita y poseía el 22% de
las reservas mundiales.
35
Hierro, para el año 1999 América Latina producía 22% de este
mineral en el mundo, poseía 4,4% de mineral y consumía 4,9%
de acero a nivel mundial.
De las cifras anteriores se puede concluir que los países
latinoamericanos son productores y exportadores de los p rincipales
metales y hasta ahora estos países han representado una pequeña p arte
del consumo mundial.
36
Capítulo 2
2.1. Perspectiva del mercado del cobre
A este respecto se tienen varios punto que se someten a consideración:
CRU1 estima que la demanda mundial de cobre crecerá de 26,9 millones
de toneladas a 33,5 millones de toneladas entre 2020 y 2030, lo que
representa una tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC) del 2,2%
durante ese período . La mayor parte del crecimiento de la demanda de
cobre provendrá de mercados emerg entes como India y el sudeste asiático,
aunque China seguirá siendo el mayor consumidor de cobre del mundo,
representando el 44% de l a demanda mundial de cobre refinado para 2030.
Para el 2030 aproximadamente el 82% del consumo de cobre será cubierto
con cobre refinado y el 18% con chatarra de uso directo, en el 2020 la
cifra correspondiente fue del 86% y 14%. El uso del cobre está creciendo
un poco más rápido que la producción total de cobre refinado.
El papel de los vehículos eléctricos en el crecimiento a largo plazo de la
demanda de cobre es fundamental. Sin este vector, el consumo de cobre
se mantendría esencialmente sin cambios para 2030, cuando se espera que
los vehículos eléctricos representen aproximadamente el 10% de la
demanda total de cobre.
En 2020, se consumieron alrededor de 60.000 toneladas de cobre en todo
el mundo en tecnologías de energía renovable, lo que representa ~2,4%
de la demanda global total. CRU pronostica que la demanda relacionada
con la industria crecerá a una TCAC de 7,7% durante los próximos 10
años, alcanzando 1,35 millones de toneladas en 2030.
1 Es una or ganizac i ón de in te li g en cia de n e g oc ios q ue br ind a aná lisis d e merc ad o ,
co ti z acio nes, co nsu l t orí a y even tos par a las ind u str ia s d e met ale s, mi n er í a y
fer ti li za n te s. Fu ndad a en 1969, CR U c u e nta c on m á s de 11 of ic i n a s e n E u rop a, Amér i ca,
Ch i na, Asia y Au s tra l ia .
37
Chile es un importante productor de mineral de cobre, representando
alrededor de un tercio de la producción mundial. Perú, por su parte,
incrementó su producción en 1,2 millones de toneladas durante la última
década, lo que representó más del 25% del aumento en la producción total
de cobre de la mina durante ese período.
El suministro global de cobre de las minas existentes y los proyectos de
la compañía disminuirá de 20,2 millones de toneladas en 2020 a 18,4
millones de toneladas en 2030 debido al agotamiento de los recursos y la
menor calidad. Como la capacidad actual es insuficiente para satisfacer
la demanda, se necesitan nuevos proyectos.
Sin embargo, el desarrollo de proyectos greenfield es complejo y crea
incertidumbre en el equilibrio a largo plazo de la industria, ya que el
largo período de desarrollo desde el descubrimiento hasta el permiso y la
construcción puede durar alrededor de 15 años.
Los nuevos proyectos permiten que Chile y Perú mantengan los niveles
de producción a pesar de la disminución de la producción de las
operaciones mineras actuales.
El precio promedio anual LME Cash2 del cobre en 2020 fue de USD
6.181/t, lo que significa que en promedio el 94% de la producción mundial
de cobre obtuvo márgenes de ganancias positivo.
2 La Bo lsa de Metales d e Lo ndre s es el mayo r m e rca d o d e futuro s y op ci on es de m etales.
As í co mo exi st en m erca d os d e deri vados qu e se e spe c ial i zan en acciones, en e rg í a o
inc l uso p roduc t os agríc o l as, esto s mer c ad os s e esp e cial iza n en m e tales. Au nqu e fund ada
en 18 7 7, su o r ig en se re m o n ta a 1 57 1 , c u ando l o s m e rcade r es c om en zar o n a r euni r se
periódic a mente p ar a com p rar y v e nd e r m e tal es. En lo s prime r os tiem po s, los met a le s n o
se n egoc ia b a n c o n d e riv a do s financier os , si no c on lo s p r op io s m eta l es. E n e se m omento
se e mpe zó a u tili zar la Re al B ol sa , au n qu e e n el si g l o XI X em p ezaro n a a p are cer
co mercian t e s en tal ca ntid ad q ue e r a imposib le que to dos e stu vi eran en esta in s titu ció n .
Enton c es come n z aron a reunirse e n ca f és, en la ci u dad , a unq u e e s t e "m e r cad o" in f or mal
no pudo r e so l v er los pr o blem as de c o mp r a d o r es y vend edo re s .
38
En términos de costos, las operaciones en Chile y Perú son muy
competitivas. El CRU Cash Cost3 promedio ponderado para 2020 fue de
USD 2.87/t en Chile y USD 2.516/t en Perú, lo que resultó en márgenes
operativos saludables dado un precio pro medio de aproximadamente USD
6.200/t.
2.1.1. Demanda de cobre refinado
El cobre refinado se obtiene extrayendo, procesando y refinando
varios minerales de óxido y sulfuro de cobre. A continuación, se
convierte en diversos productos semiacabados (alambres, varillas,
barras y perfiles, tiras, láminas, placas y tubos) antes de utilizarse en
la construcción, la automoción, la fabricación, la arquitectura y otras
aplicaciones.
Consumo regional de cobre:
Es importante señalar que, al referirse al consumo de cobre del
país, corresponde al consumo de cobre refinado para la fabricación de
semielaborados. Por ejemplo, si el acondicionador de aire se fabrica
en Japón, pero las tuberías de cobre del producto se fabrican en China,
se considera que el consumo de cobre ocurrió en China cuando el cobre
refinado se convirtió en tuberías de cobre.
3 El a n á lis i s d e co s to s de CRU pe rmite a l o s cl ie n t e s acced er y a na liz a r dato s de 4 . 0 00
em p resas min er as , metalú rgi ca s y de fe rti liz a nt es utiliza n d o u n nuevo so ft wa r e basado
en la web f áci l de u sar .
39
La participación de China en el consumo total de cobre refinado
fue del 53,6% en 2020. China ha sido el principal impulsor del
crecimiento del consumo de cobre durante la última década, impulsado
por el rápido crecimiento económico, el aumento de la urbanización y
la inversión en infraestructura e industria. Asia (excluyendo China)
representa el 21% del consumo de cobre, seguida de Europa y América
del Norte con el 13% y el 9,1% del consumo total mundial.
Consumo por producto semielaborado y uso final
El cobre refinado se convierte en varios productos
semielaborados: alambres, tubos, placas, tiras, placas, láminas,
varillas, barras y perfiles antes de ser utilizado en sectores de uso final
como construcción, automotriz, manufactura, arquitectura y otros. El
alambrón representa la mayor parte del consumo de cobre refinado, el
72,5%, y se utiliza principalmente para producir alambres y cables de
cobre para distribución de energía y telecomunicaciones.
Figu ra 5: C onsumo regional de cobre refi nado, 2020 (En miles de
tonelad as y en porcentaj es). Fuente: Jo nes et al. (2021).
40
El alambre de construcción es el propósito más común de
enrollado de alambre y el uso final más importante para el cobre. Las
tuberías de cobre y las aleaciones de metales tienen una amplia gama
de usos finales. Sin embargo, sus dos usos finales más importantes son
las tuberías y el uso en la producción de calefacción, ventilación, aire
acondicionado y refrigeración.
El uso de tuberías representó el 12% del consumo de cobre
refinado en 2020. Los productos de cobre laminados se utilizan
ampliamente, por ejemplo, en productos eléctricos, edificios y
construcción, automóviles y el sector militar. Las láminas y tiras de
cobre y aleaciones de cobre se utilizan en la industria de la
construcción para hacer puertas y bisagras, interruptores, cables,
cerraduras y enchufes eléctricos.
Además del cobre refinado, el consumo total de cobre también
incluye residuos directamente utilizados, que son esencialmente
residuos metálicos utilizados directamente en plantas semiindustriales.
Esta chatarra es principalmente aleaciones de chatarra y chatarra de
alta calidad. En 2020 se consumieron alrededor de 44 mi llones de
toneladas de chatarra de uso directo y el consumo total de cobre
ascendió a 26,9 millones de toneladas en el mismo año.
41
2.1.2. Factores que influencian la demanda del cobre
La demanda de cobre está estrechamente relacionada con el
crecimiento económico y los cambios en la intensidad de uso en áreas
clave (consumo unitario de cobre per cápita), que está determinado por
el estado de d esarrollo económico de las diferentes regiones. Para
examinar cómo la demanda de cobre está vinculada a los ciclos de
desarrollo económico, CRU examina la intensidad de uso expresada
como producto interno bruto per cápita basado en la paridad del poder
adquisitivo (PPA), una medida de desarrollo relativo.
Las tendencias históricas muestran que la demanda per cápita de
cobre aumenta considerablemente a medida que los países se
industrializan, pero luego disminuye en intensidad a medida que se
convierten en economías posindustriales basadas en servicios que
tienden a importar productos manufacturados de países en desarrollo
con salarios relativamente bajos. El siguiente gráfico muestra la
demanda histórica de cobre per cápita con base en el PIB mundial:
Figu ra 6: Consumo tot al de cobre y d ist ri bució n d e uso final , 2020
(En miles de ton ela da s y en porcentajes ). Fuente: Jones et al. (2021 ).
42
China, que tiene alrededor del 50% del consumo mundial de
cobre refinado, y es considerada un punto de inflexión (aparte de las
preocupaciones causadas por el COVID-19). La "política del hijo
único" de China ha limitado el crecimiento de la fuerza laboral, incluso
con un crecimiento continuo de la productividad, el futuro crecimiento
económico de China en los próximos quince años es claramente más
lento que en las últimas dos décadas.
Lo que es más importante, el crecimiento económico está
pasando de ser impulsado por la inversión a ser impulsado por el
consumo, que es necesariamente menos intensivo en cobre en relación
con el PIB, aunque continúa creciendo per cápita a medida que el
consumo de cobre supera el crecimiento de la población.
Figura 7: Int ensidad hi st óri ca de uso per cápita frente al PIB per
cáp ita, 1 98 0-2019. Fuente: Jones et al. (2 021).
43
2.1.3. Cambios que afectan la demanda de cobre
Los factores estructurales y las fluctuaciones macroeconómicas
pueden cambiar la cantidad de cobre refinado que se utiliza para
producir una combinación determinada de bienes y servicios, y cambiar
los bienes y servicios que se demandan en un nivel de ingresos
determinado. Estos factores pueden afectar significativamente la
demanda del consumidor final.
Esta sección se centra en los ciclos macroeconómicos, los
cambios tecnológicos actuales y futuros, y otros cambios estructurales
y su impacto potencial en la demanda de cobre.
Sostenibilidad y economía "verde"
Vehículos eléctricos
A pesar del impacto del COVID-19, el CRU tiene una visión
positiva a largo plazo sobre la adopción global de vehículos eléctricos.
CRU pronostica que la demanda de vehículos eléctricos de batería
(BEV, siglas en inglés) seguirá siendo fuerte a corto, mediano y largo
plazo, respaldada en particular por la fuerte transición entre China y
la Unión Europea (UE).
El papel de los vehículos eléctricos en el crecimiento continuo a
largo plazo de la demanda de cobre es fundamental, porque sin él, el
consumo del mercado final se mantendría esencialmente sin cambios a
partir de 2030. Los vehículos eléctricos (EV siglas en inglés)
actualmente representan menos del 10% de la producción mundial de
vehículos ligeros (LDVs siglas en inglés) solo alrededor del 3 por
ciento de la producción si se excluyen los modelos híbridos
tradicionales.
Los vehículos eléctricos aún representan solo una pequeña
fracción del metal refinado, y se espera que la demanda mundial de
44
automóviles eléctricos, incluida la infraestructura relacionada, caiga
por debajo de las 500.000 toneladas a partir del año 2020. Sin embargo,
a largo plazo, debería convertirse en un mercado en auge, respaldado
por subsidios e incentivos gubernamentales, que son un factor clave en
estas nuevas tecnologías, ya que ayudan a ajustar la asequibilidad a los
vehículos convencionales con motor de combustión interna (ICE, siglas
en ingles)
Figura 8: Efecto de lo s EV en el consum o glo bal de cobre
ref inado en el largo plazo, 2015-
2030 (En millones de toneladas).
Fuente: Jones et al (2021).
45
Los vehículos eléctricos y la infraestructura relacionada tendrán
un mayor impacto en la demanda de cobre a principios de la década de
2030. La demanda de cobre en el sector de vehículos eléctricos debería
crecer a largo plazo, y la participación de las empresas subsidiarias en
el segmento de infraestructura representaría del 20% al 25%.
reflejando una mayor inversión en estaciones de carga, almacenamiento
de baterías y redes eléctricas.
El 70-75% restante de la demanda se debe al mayor uso de cobre
directamente en los vehículos eléctricos, ya que la intensidad del uso
de cobre aumenta cuanto más "electrificado" está el vehículo. La
cantidad de cobre utilizada en los vehículos varía de una unidad a otra
y no hay dos modelos que tengan el mismo contenido.
Sin embargo, la cantidad promedio de cobre en un BEV es cuatro
veces la de un vehículo ICE, actualmente alrededor de 20 kg por
automóvil. Actualmente, el mayor consumo de cobre en los vehículos
ICE está relacionado con el cableado requerido para transmitir energía
a los sistemas del vehículo, el cableado requerido para transmitir
información desde los sistemas principales y los sistemas externos del
vehículo (como sensores) a las unidades de control, entre otros.
En el caso de los vehículos eléctricos, estas aplicaciones se
complementan con el consumo adicional de cobre necesario para la
producción de motores eléctricos (la intensidad del consumo de cobre
depende del tipo de motor utilizado por cada fabricante, que se utiliza
principalmente en la producción de motores eléctricos).
En los devanados de motores, también hay aplicaciones que
utilizan rotores hechos completamente de cobre sólido además del
material necesario en los sistemas de baterías y la infraestructura de
carga necesaria para cargar las baterías de los vehículos.
46
Se espera que la demanda de cobre de los vehículos eléctricos
represente alrededor del 10% de la demanda total de cobre en 2030,
significativamente más alta que el 2% actual de la demanda total. Es
importante tener en cuenta que los avances tecnológicos, como un
cableado más simple, pueden reducir el uso de metal para un vehículo.
Además, el aluminio podría sustituirse en el cableado de los
automóviles para ahorrar peso y costos. Aunque el pronóstico supone
un aumento en la proporción de aluminio, el cobre sigue siendo el
material más común en el cableado automotriz.
Energía renovable
Desde la perspectiva de la demand a, la historia positiva a largo
plazo para el cobre está dominada por la electrificación sostenible de
la economía. Además de los vehículos eléctricos, esto incluye las
energías renovables y, en particular, la energía solar (PV siglas en
ingles), la energía eólica marina (offshore) y la energía eólica terrestre
(onshore).
La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA),
predice que la capacidad de producción solar y eólica podría
multiplicarse por 10 en los próximos 30 años, alcanzando los 14.500
GW para 2050. En particular, los alambres y cables de cobre se utilizan
ampliamente en estas tecnologías (energía renovable), desde cables de
voltaje entre módulos de paneles solares, hasta cables de exportación
de alto voltaje que conectan turbinas eólicas individuales a través de
la red. Como se muestra en la Tabla 5, las intensidades de cobre por
Tabla 4
: Cobre util izado se gún tipo de vehículo (En kilogramos).
Fuente: Jon es et al (20 21).
47
megavatio de capacidad instalada son significativamente más altas que
para la capacidad de generación de energía convencional (<1,0t / MW).
A partir de año 2020, se estima que las tecnologías de energía
renovable consumirán aproximadamente 60.000 toneladas de cobre, lo
que corresponde al 2,4% de la demanda mundial. Esto es más que las
153.000 toneladas de hace apenas 10 años. La energía solar
fotovoltaica es el tipo de energí a renovable que más cobre consume,
representando el 64 % de la demanda de energía renovable en 2020.
Esto se debe principalmente a la gran cantidad de instalaciones
solares en todo el mundo. La energía eólica terrestre es la segunda
tecnología más importante para la demanda de cobre con un 2,5%. La
eólica marina es actualmente el segmento de energía renovable menos
importante, representando el 11,6% de la demanda de cobre debido a
las instalaciones limitadas, aunque la intensidad de uso de cobre es la
más alta.
A medio y largo plazo, la demanda mundial de cobre de uso final
renovable crecerá un 7,7 % TCAC (2020) hasta alcanzar los 1,35
millones de toneladas en 2030. Las instalaciones solares seguirán
desempeñando un papel clave en este crecimiento, al igual que la
energía eólica. gan a fuerza.
Tabla 5: Intensidad de uso del cobre en en ergía s renovables, 2020
(En toneladas por MW ). Fuente : Jones e t al (2 021).
48
Estas cifras no contienen el cobre necesario para los sistemas
asociados de transmisión y distribución de energía. Estos sistemas son
adiciones importantes a las redes nacionales de todo el mundo para
dirigir la electricidad renovable al punto de demanda. Esto es
particularmente importante para las tecnologías de energía renovable,
ya que solo se pueden construir en lugares específicos, a m enudo muy
lejos del punto de consumo.
Transición energética
Se espera que la transición energética a fuentes bajas en carbono
sea un proceso intensivo en minerales, y el cobre es uno de los
elementos críticos en varias tecnologías de producción,
Figura 9: Consumo global de cobre en e nerg ías renovables (En
mi llones de t oneladas). Fuente: Jones e t al (2021).
49
almacenamiento o recuperación de emisiones. Entre estas tecnologías,
se puede mencionar la participación del cobre en los sistemas de
energía solar no solo como conductor del cableado de los parques de
energía solar, sino también en la integración de este material con
elementos de panel, que ofrecerían alternativas en un mercado donde
las células basadas en silicio actualmente tienen una participación de
mercado del 85%.
Por otro lado, en el caso de la gen eración eólica, que ha
mantenido un aumento constante en su capacidad instalada a nivel
mundial, la demanda de cobre en esta aplicación es fuerte, debido a
que los generadores de inducción son muy utilizados en los
aerogeneradores, pues si bien requieren un uso intensivo de cobre en
su fabricación, pueden ser utilizados con sistemas reducidos y energía
directa a la red. Debido a la importancia del cobre en varias tecnologías
estratégicas de reducción de emisiones, el Banco Mundial ha estimado
que la demanda de cobre podría aumentar hasta en un 213 % desde el
escenario actual proyectado hasta 2050 bajo ciertos escenarios.
50
Sustitución
La demanda de cobre se ha estancado en las últimas dos décadas,
principalmente debido a la sustitución de cables de aluminio, plástico
y fibra óptica. El cobre perdió su lugar en los mercados automotriz, de
aire acondicionado, plomería, construcción, telecomunicaciones y
transmisión.
Un factor clave en el reemplazo es la diferencia de costo entre
el cobre y otros materiales. Sin embargo, el peso relativo, la
maleabilidad y la conductividad también son importantes al elegir entre
diferentes materiales. En términos de efectos de sustitución, los cables
eléctricos, que siguen siendo uno de los mercados de uso final más
importantes para el cobre, son probablemente el área donde las
amenazas del cobre son mayores, al menos en términos de tonelaje.
En el segmento de electricidad, el cable se utiliza principalmente
para la transmisión y distribución de electricidad. La compensación
depende de una serie de tomadores de decisiones (generalmente
agencias gubernamentales). Aunque el cobre seguirá siendo el material
dominante para los cables terrestres y marítimos, las redes eléctricas
convencionales en ciertas áreas pueden depender más del aluminio que
del cobre en el futuro, principalmente debido a la diferencia de precio
entre los dos materiales.
Para 2021, la relación de precios del cobre y el aluminio llegará
a 3,8, con una disminución promedio de 3,5 en 2022, al observar el
período 2020-2025, en comparación con 2015-2019, cuando la relación
promedió 3,2. Como se mencionó, la diferencia de precio entre el cobre
y los materiales sustitutos, en este caso el aluminio, es el principal
impulsor de la sustitución del cobre, y se espera que un aumento en
esta relación de precios aumente la sustitución del cobre por aluminio.
a medio plazo
51
Un ejemplo de esto es la aplicación del cableado de los
automóviles, donde CRU estima que para el 2023 se utilizará un total
de 7.5 litros de aluminio en lugar de cobre. Esto correspondería a un
aumento de 2,5 puntos porcentuales con respecto a 2018, cuando solo
el 5% del total estaba elaborado con este material.
Uso de chatarra y disponibilidad
En términos absolutos, el desarrollo de la tecnología de reciclaje
y los altos precios del cobre aumentan el interés en el reciclaje de
chatarra de cobre y, por lo tanto, mejoran la disponibilidad de chatarra.
Habitualmente pasamos del aprovechamiento directo de los residuos en
la fabricación de productos semis a los residuos utilizados como
materia prima en la fabricación de refinados.
Esto está sucediendo a medida que la producción industrial del
país avanza en la cadena de valor y la producción de semis se desplaza
hacia aplicaciones intensivas procesadas de mayor calidad. Sin
embargo, CRU cree que la mayor parte de esto se destinará a las
fundiciones en lugar de directamente a las plantas de cobre.
Miniaturización
La tendencia actual hacia dispositivos mecánicos, ópticos y
electrónicos más pequeños y ligeros seguirá siendo una característica
del desarrollo tecnológico. La reducción del tamaño de los productos
electrónicos puede reducir el uso de cobre y también reemplazar el
cobre con un material conductor más liviano. Esto se ve contrarrestado
por el aumento continuo en el contenido de electrónica comercial y de
consumo, lo que aumenta aún más la demanda de cobre.
52
2.1.4. Proyecciones globales de la demandad de cobre
El impacto del COVID-19 nos obligó a revisar las previsiones
anteriores a medio plazo, empezando por la demanda. Se cree que la
demanda total de cobre disminuyó un 4,6% en 2020, una de las caídas
más pronunciadas de las últimas décadas. A corto plazo, se previó que
la demanda total d e cobre se recuperaría a mediados de 2021 y
superaría los niveles de consumo de 2019 en 2022.
El crecimiento continuará a partir de aquí, con un aumento de la
demanda total de cobre de 6,6 millones de toneladas (de 26,9 millones
a 33,5 millones en 2020-2030). ). La mayor parte del aumento de la
demanda se presenta en forma de cobre refinado de países fuera de
China.
El consumo de chatarra de uso directo sigue siendo significativo
y cubrirá alrededor del 20% de la demanda en 2030. Se espera que el
consumo de chatarra de uso directo aumente significativamente a corto
y mediano plazo, especialmente en China, que actualmente tiene la
mayor cantidad de chatarra a nivel nacional.
Cada vez más productos intensivos en cobre llegarán al final de
su vida útil en la próxima década, y debido a los grandes volúmenes de
materiales que potencialmente regresan al mercado de reciclaje, la
cantidad de desechos es un indicador importante para el mercado.
Aunque el sector del reciclaje doméstico está muy fragmentado y
subdesarrollado, CRU estima que las tasas de reciclaje y recolección
podrían aumentar debido a dos factores clave: el aumento de la
mecanización y los conocimientos técnicos.
53
Para el cobre refinado en particular, CRU estima que el consumo
aumentará en 4,8 millones de toneladas entre 2020 y 2030, de 22,5
millones a 27,3 millones, impulsado por el crecimiento económico. La
mayor parte del crecimiento provendrá de regiones distintas de China,
especialmente de las economías emergentes.
Las siguientes tablas presentan el pronóstico de CRU de la
demanda mundial de cobre refinado por región y el consumo de cobre
por productos semielaborados y los principales sectores de uso final.
El consumo de cobre refinado de China seguirá creciendo en los
próximos años, aunque a un ritmo significativamente más lento que en
la década de 2000, y alcanzará un máximo de 12,9 millones de
toneladas en 2026.
Actualmente, el consumo está comenzando a disminuir, cayendo
a 12,6 millones en 2030. Los cambios demográficos, junto con un
cambio en la infraestructura física y la industria pesada hacia la
manufactura y los servicios más livianos, es la razón principal de este
Tabla 6: Proyección de la demanda de cobre, 2020-
2030 (E n miles de
toneladas). Fuente: Jones et al. (2021).
54
cambio en la demanda de cobre a largo plazo en China. El crecimiento
del PIB se reducirá a la mitad en 2030 (~3,5%) y el consumo de cobre
refinado en sectores tradicionales como la construcción y los servicios
públicos disminuirá.
La producción y el transporte de maquinaria son nuevos factores
de demanda en la región. En los países desarrollados (América del
Norte, Europa, el noreste de Asia y Australia), se espera que la
intensidad del uso del cobre disminuya debido a la continua
desindustrialización y una disminución en la demanda de metales por
dólar de producción. Si bien esto tiene un impacto negativo en el
crecimiento, se compensa con un mayor uso de energías renovables y
vehículos eléctricos. Esto agregará alrededor de un millón de toneladas
en los próximos 10 años.
Por el contrario, en las regiones en desarrollo fuera de China
(América Latina, África, Medio Oriente, India y otros países en
desarrollo de Asia), se espera que el consumo aumente alrededor de
3,0 millones de toneladas entre 2020 y 2030, impulsado por un mayor
crecimiento económico y crecimiento de la inversión en infraestructura
y vivienda.
El papel de las energías renov ables en estas áreas es menor
debido a los recursos naturales de los países menos desarrollado se
asocia principalmente con la capacidad de generación de electricidad
basada en combustibles fósiles. También se espera que la adopción de
vehículos eléctricos sea mucho menor que en otras regiones.
55
En cuanto a los productos semiacabados y los sectores de uso
final, el alambre sigue siendo el producto semiacabado de cobre más
grande y de más rápido crecimiento, con un 1,4% entre 2020 y 2030.
Se prevé que el consumo mundial de barras de cobre aumente de 16,3
millones de toneladas a 20,3 millones de toneladas. durante ese tiempo.
El consumo de cobre en tuberías, aleaciones metálicas y otros
productos crecerá en promedio 0,9% en el largo plazo hasta 2030. El
sector de suelo y construcción continúa siendo el sector de uso final
que más cobre consume. y su participación en la demanda total de cobre
se mantiene en alrededor del 29 por ciento. El mayor crecimiento
vendrá del sector del transporte, impulsado por el desarrollo de la
industria del automóvil eléctrico. El consumo de cobre en el transporte
aumentará de 2,6 millones de toneladas a 4,3 millones de toneladas en
2020-2030.
Tabla 7: Proye cción de l a demanda de cobre refinado, 2020- 2030
(En miles de ton eladas). Fuente: Jones et al. (2021).
56
Capítulo 3
3.1. Oferta de cobre refinado y proyección de la oferta de cobre
mina
En los años 2010-2019 la producción de cobre refinado pasó de 18,7
millones a 23,3 millones de toneladas. Más del 85% de la producción provino
de fuentes primarias o producción minera, el resto fue principalmente chatarra
utilizada en el proceso de producción de burbujas en fundiciones o producción
de ánodos.
Si bien se ha instalado capacidad de fundición y refinación tanto en Chile
como en Perú, la mayor producción proviene de la minería del cobre, con
concentrado de cobre y cátodos SXEW como principales productos. En
perspectiva, CRU estima que en 2020 la producción total de las minas chilenas
será de 5,7 millones de toneladas de cobre (4,2 millones de toneladas como
concentrado y 1,5 millones de toneladas como cátodos SXEW).
De esta producción, el monto de refinación de cobre a nivel nacional fue
de 2,3 millones de toneladas (equivale a 1,5 millones de toneladas obtenidas
por EW, más 859 mil toneladas obtenidas por enriquecimiento de cobre por
refinación eléctrica). En el caso de Perú, la producción de concentrados de
cobre fue de 2,1 millones de toneladas (2 millones de toneladas como
concentrado y 50 mil toneladas como cátodos SXEW), mientras que la cantidad
de cobre refinado fue de 334 mil toneladas (considerando 50 mil toneladas
recibidas por EW y 284 mil toneladas de concentrado manufacturado). Esta
sección examina en detalle las proyecciones de producción de cobre de la mina,
ya que representa los mercados más importantes de Chile y Perú.
3.1.1. Producción mina
57
En esta sección se analiza la información de los proyectos s egún
la metodología de Project Gateway4 para evaluar la probabilidad de que
los proyectos entren en funcionamiento. Para su aplicación Project
Gateway, creó una base de datos de todas las actividades y proyectos
posibles en todo el mundo para implementar la metodología Los datos
están vinculados a los criterios que evalúan el logro de los criterios
clave de desarrollo del proyecto, incluidos, entre otros, la aprobación
del gobierno, la autorización ambiental, los estudios técnicos, el
financiamiento, la madurez técnica y los contratos de adquisición. Los
activos se clasifican en las siguientes cinco categorías:
En operación: se ha logrado la producción regular y sostenible
de productos comercializables, se han realizado las primeras
entregas de productos.
Terminado: Construcción en curso. Salvo imprevistos, estos
proyectos deberían funcionar bien en un futuro próximo. Sin
embargo, factores inesperados como la inestabilidad política o
una fuerte caída en el precio del cobre pueden retrasar aún más
el inicio del proyecto. Por lo tanto, el pronóstico de suministro
se asume que el 80% de la producción total esperada de todos los
proyectos comprometidos llegará al mercado en un año
determinado.
Probable: Se han completado los estudios Finales de Factibilidad
(DFS), permisos oficiales y ambientales. Para el pronóstico de
se asume que el 15% de la producción esperada de todos los
proyectos probables llegará al mercado cada año.
Posible: Se han completado los estudios de factibilidad
definitivos (PFS) y DFS en proceso, así como aprobaciones
ambientales. Algunas expansiones planificadas de operaciones
existentes también se clasifican como posibles porque dependen
4 Es u n p ro ce s o s i ste m á t i co p ar a e v al uar p roye c tos m in e ros.
58
de la capacidad de producción viable actual o de las fases de
expansión anteriores. Sin embargo, los proyectos en brownfields
de operaciones existentes generalmente tienen menos barreras
para entrar en producción en comparación con proyectos en
nuevas ubicaciones, principalmente debido a la experiencia de
los propietarios y operadores en el desarrollo de proyectos,
operaciones y el mercado del cobre. Para el pronóstico se asume
que el 5% de la producción total esperada de todos los proyectos
potenciales llegará al mercado este año.
Especulativo: Investigación en curso; solo se han realizado
estudios de investigación preliminares o la PFS está en curso.
Estos proyectos se encuentran en una etapa relativamente
temprana y es probable que el desarrollo se haya detenido para
algunos, pero los proyectos permanecen en la base de datos
porque pueden reactivarse con condiciones de mercado
adecuadas.
3.1.2. Producción de cobre a largo plazo
Se espera que la producción de cobre minero aumente en ~3,5
millones de toneladas entre 2020 y 2030, lo que respalda el pronóstico
anterior para la producción de cobre refinado. Al analizar la
producción minera, CRU separa la producción comprometida de la
producción no comprometida.
La producción comprometida incluye todas las operaciones y
proyectos existentes que seguramente progresarán (proyectos fijos),
menos el tiempo de inactividad planificado. La producción no
comprometida incluye proyectos en cartera, divididos en tres
categorías: probable, posible y especulativa.
Aunque la producción comprometida se considera parte del
pronóstico de producción, no toda la producción no comprometida
59
entrará en funcionamiento porque no todos los proyectos planificados
son necesarios para satisfacer la demanda a largo plazo. La siguiente
tabla resume la producción minera por región, la cual incluye
producción comprometida y producción posible no comprometida;
mientras que el siguiente gráfico muestra el total por región, ponderado
por categoría de proyecto.
En general, la producción de las minas fuera de servicio debería
disminuir a largo plazo a medida que las minas viejas continúan
agotándose. Sin embargo, la mayoría de las áreas tienen un importante
potencial de crecimiento en forma de proyectos probables, posibles y
especulativos. La cartera actual en todas las regiones podría aumentar
Tabla 8: Producción potencial de minería de cobre por región, 2020-
2030 (En miles de toneladas). Fuente: Jones et al. (2021).
60
la producción en más de 1 millón de toneladas entre 2020 y 2030,
excepto Europa y China.
Destaca Norteamérica con más de 1,5 millones de toneladas de
producción en proyectos potenciales, destacando yacimientos
históricos como Resolution Casino y Pebble, seguida de África con
proyectos como las extensiones de sulfuros de Tenke Fungurume y
Mutanda. Sin embargo, estas cifras reflejan la producción potencial y,
como se indicó anteriormente, no todos los proyectos planificados
comenzarán a largo plazo.
La siguiente figura resume la brecha que se espera que cubran
los nuevos proy ectos para satisfacer la demanda esperada. Para 2030,
CRU estima que la brecha de producción entre el suministro tomado y
la demanda de producción de la mina será de 5,1 millones de toneladas.
Considerando el volumen de producción potencial calificado como
Figura 10: Pro ducció n miner a de cobre ponderada por
regi ón , 20 20-
2030 (En miles de tonelad as ). Fuente: Jones et
al. (2021).
61
probable, se estima que las necesidades de producción superen los 2,1
millones de toneladas en el largo plazo (después de 2030) de los
proyectos actualmente considerados posi bles. En el mejor de los casos,
estos proyectos se encuentran actualmente en las primeras etapas de
investigación preliminar.
3.1.3. Proyección de producción minera de cobre en Chile y Perú
Los siguientes gráficos muestran la producción proyectada de
Chile y Perú hasta el 2030, considerando la producción de las minas
existentes y los proyectos definitivos, posibles, probables y
especulativos:
Figura 11: Análisis de la brecha de producción, 2020-
de toneladas). Fuente : Jones et al. (2021).
62
Figura 12: Pro yecci ón de l a producción d e cobre en Chil e, 2020 -
2030 (En mil es de t onel adas). Fuente: Jones et al. (2021).
63
CRU estima una TCAC a largo plazo (2020-2030) de -1,2% para
Chile y -0,6% para Perú, lo que corresponde a una reducción de 646 y
129 mil toneladas de cobre en 2020-2030 entre ambos países. Esto se
debe en gran medida al hecho de que las operaciones actuales resultan
de gran complejidad operativa y aumentan los costos de producción.
La producción esperada de proyectos de la compañía es mayor en Perú
que en Chile, país donde estos nuevos proyectos darán como resultado
una producción anual promedio de 440 mil toneladas entre 2023 y 2030.
En Chile no está asegurado ningún proyecto específico en el
corto plazo. Sin embargo, de concretarse todos los proyectos
probables, posibles y especulativos en Chile, se sumarían 2.082 mil
toneladas de cobre al 2030. En el caso de Perú, se sumarían 921 mil
Figura 13: Proyección de la producción de cobre en Perú, 2 020-
2030 (En
mi les de tone lad as ). Fuente: Jones et al . (2 021).
64
toneladas de cobre a la producción total del país si se suman proyectos
probables, posibles y especulativos.
3.2. Competitividad de costos de los productores de cobre en la
región
El CRU Cash Cost incluye costos de efectivo tradicionales, como costos
de extracción, costos de procesamiento y costos generales y administrativos,
así como costos de implementación, transporte y comercialización. Además, si
la operación tiene subproductos, estos se suman a los costos de efectivo totales
para obtener el costo de efectivo final.
El precio promedio anual LME Cash del cobre en 2020 fue de 6.181 USD
por tonelada, lo que significa que, en promedio, solo el 6 % de la producción
mundial de cobre tuvo un margen de costo operativo negativo. Este año, el
percentil 50 CRU Cash Cost fue de 2.706 USD/t, lo que representa un margen
de ~3.475 USD/t. Por otro lado, el CRU Cash Cost promedio ponderado para
las operaciones de Chile fue de 2.874 USD/ton y Perú de 2.516 USD/ton. Esto
demuestra la competitividad de las operaciones regionales, con costos de
producción significativamente inferiores al precio promedio del cobre. A
continuación, se presentan las curvas de CRU Cash Cost sin restricciones para
2020, 2025 y 2030. En estas curvas se destacan Chile y Perú.
65
Figura 14: Cu rvas d e CRU Cash C ost ® sin restricción para
2020, 2025 y 2 03 0 (En dóla res /tonelad as, Cu n eto de
su bproductos) A. 2020 CRU Cash Co st. Fuente: Jones et al.
(2021).
Figura 15: B . 2025 CRU Ca sh C ost . Fuente: Jone s et al.
(2021 ).
66
Para comprender cómo la competitividad minera de Chile y Perú puede
diferir en los próximos 10 años, la siguiente tabla muestra la distribución de la
producción total de cobre de cada país en diferentes cuartiles de la curva en el
año 2030. Esto supone que todos los proyectos mineros alcanzarán la
producción dentro del año esperado, independientemente de si actualmente
están clasificados como probables, posibles o especulativos.
Se puede observar a Chile manteniendo gran parte de su producción en el
segundo y tercer trimestre de la curva de costos industriales, que no suelen
verse amenazados por problemas económicos. En el cuartil inferior (aquellos
más expuestos a riesgos de volatilidad por los bajos precios del cobre), la
producción representaría solo el 12 % de la producción en 2030, en comparación
con el 20 % en 2020.
Para Perú, un tercio de su producción total, teniendo en cuenta la
producción estimada de todos los proyectos mineros, se ubicaría en el primer
trimestre de la curva 2030, el grupo más competitivo del mundo. En contraste,
la producción industrial del cuarto trimestre aumentó 13,0%, un riesgo
potencial en escenarios de bajos precios del cobre. El cambio más significativo
Figura 16:
C. 2030 CRU Cash Cos t. Fuent e: Jones et al.
(2021).
67
de Perú al cuarto cuartil se debe a que el modelo tiene relativamente pocos
proyectos nuevos en Perú en comparación con Chile u otras regiones; y las
operaciones actuales representan la m ayor parte de la producción futura y
aumentan sus costos debido a la obsolescencia de sus operaciones.
Figura 17:
Análisis de dis tribuci ón de producción en Chile y Perú por cuartil
de costos (En porc entajes). Fuente: Jones et al. (2021).
68
Capítulo 4
4.1. Mercado del Litio
Aspectos claves:
La demanda de productos de litio (expresada en carbonato de litio
equivalente, o LCE) fue de 312.000 toneladas en 2019, presentando una
tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC) del 13,6% a partir del 2015.
China es el país con mayor consumo del mundo, representando 55% de la
demanda global de litio en 2019. Se estima que su participación
aumentará en la próxima década hasta el 66%.
De 2019 a 2030, la demanda de productos de litio crecerá en más de 1,3
millones de toneladas con un TCAC extraordinario del 18,5% impulsado
por el crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos.
A diferencia de otras baterías de metales como el níquel y el cobalto, el
contenido de litio no varía ampliamente entre las diferentes
composiciones químicas de los distintos tipos de baterías. Esto significa
que las proyecciones de demanda de litio no cambian significativamente
ante diferentes escenarios de tipos de baterías.
En 2019, la oferta total de litio extraído (de roca y agua salada) alcanzó
las 358.500 t LCE (+239% respecto a 2015). En 2017, Australia superó a
Chile como el mayor productor de litio del mundo y hoy representa
aproximadamente el 48% del suministro mundial. China superó a
Argentina como el tercer mayor productor en 2019.
La cap acidad de producción actual no puede satisfacer la demanda
anticipada del mercado en el mediano y largo plazo. Por lo tanto, para
2024, se espera que el 58 % de los suministros provengan de operaciones
existentes (12 % de proyectos comprometidos), y se espera que solo 1/3
69
de los suministros globales provengan de operaciones existentes para
2030.
Chile tiene una cartera de proyectos relativamente pequeña. La
proyecciones de la oferta total libre (es decir, no ponderada por categoría
de proyecto) podría llegar a 23.000 t LCE al 2030, ampliando las
operaciones actuales de SQM y Albemarle en Atacama. Esto incluye la
expansión de la Fase 3 de SQM, que se espera alcance la producción a
fines de 2025, y el posible aumento de la capacidad total en años
posteriores hasta 2030.
Se han identificado 10 proyectos de litio en Argentina con una capacidad
combinada sin restricciones de 350.000 t LCE / para 2030. Siete de ellos
están calificados como posibles o especulativos, lo que tiene un peso
significativamente menor en las previsiones de oferta.
Asimismo, se encuentra un proyecto especulativo en el estado multiétnico
de Bolivia (Salar de Uyuni).
4.1.1. Análisis de la demanda de litio
El modelo de demanda de litio de CRU analiza y pronostica el
consumo de litio para más de 25 usos finales diferentes. Para cada
industria, se calculan los pronósticos de producción de cada fabricante,
los datos comerciales, la investigación independiente, así como sus
propios modelos de automóviles y baterías, así como el impacto de la
dinámica de la industria y las tendencias socioeconómicas para estimar
el consumo regional. Las tendencias se derivan de los pronósticos
económicos internos de CRU.
En la industria de las baterías, el litio se utiliza como carbonato
de batería o hidróxido de batería, según la química de la batería. En
2015, el uso industrial del litio representó el 65% de la demanda total.
70
Sin embargo, debido al aumento en las ventas de, el uso industrial de
litio disminuyó a un total de 43%.
La demanda de productos de litio (expresada como equivalentes
de carbonato de litio) creció en más de 12 mil toneladas de 2015 a
2019, con una TCAC de 13,6%. China mantuvo su posición de
liderazgo, representando el 55 % del consumo mundial en 2019. En la
segunda región más grande, Asia (principalmente Japón y la República
de Corea), su importancia general aumentó del 24% al 31% durante
este período.
Figura 18: De mand a d e litio po r aplic ación, 2015 y 20 19 ( En
porcenta jes d e la de manda tota l). Fuente: Jones et al. (2021) .
71
Demanda de baterías
El litio se consume comúnmente en el m ercado de las baterías en
dos formas diferentes: hidróxido de litio y carbonato de litio. Algunas
baterías (como las baterías de estado sólido) también requieren metal
de litio. Sin embargo, estas tecnologías están en pañales y no se espera
que se comercialicen ampliamente. El carbonato de litio de grado de
batería (demanda de litio de 33% en 2020) se utiliza para producir
baterías de iones de litio tradicionales que tienen un bajo contenido de
níquel.
Tabla 9: Deman da d e litio po r región y por producto, 2015-
2019 (En
tonelad as LCE) . Fuente: Jones et al. (20 21).
72
El hidróxido de litio de grado de batería (26,1% demanda de
litio, 2020) generalmente tiene un costo más alto y se usa para producir
baterías de química especial con una densidad de energía más alta. En
los últimos años, la Comisión también ha indicado que las empresas
chinas pueden haber aumentado el uso de hidróxido de litio para
producir celdas de batería utilizadas en la industria de vehículos
eléctricos, aunque aún no se ha confirmado el alcance de este efecto.
La expansión de los vehículos eléctricos en el sector del
transporte (automóviles, autobuses, camiones, bicicletas eléctricas,
micromovilidad, etc.) sigue siendo el resultado final de la demanda de
litio. Hace 10 años, el automóvil eléctrico tenía una pequeña
participación de mercado en la demanda total de litio: en 2010, la
demanda de litio relacionada con este sector fue de solo 5.101
toneladas LCE (4,5% en total), y la mayor parte fue utilizada por
bicicletas y vehículos eléctricos híbridos (HEV).
Entre 2010 y 2016, la demand a d e vehículos eléctricos aumentó
a 42.593 toneladas de LCE, principalmente por la transición a baterías
de iones de litio en híbridos y el desarrollo del sector de autobuses
eléctricos en China. Desde entonces, el principal impulsor de la
demanda de litio ha sido (y sigue siendo) el sector de los automóviles
de pasajeros.
La caída de los precios de las baterías y el aumento de las tasas
de producción, especialmente de los fabricantes de automóviles chinos
(OEM) y Tesla, han llevado a un fuerte aumento de los BEV en los
últimos años. La perspectiva a mediano plazo para el mercado del litio
depende completamente de las suposiciones sobre la demanda de
automóviles eléctricos.
En 2015, la demanda total de litio para baterías fue de 65.410 t
LCE, y la mayor aplicación de baterías provino de LDV, teléfonos
móviles y computadoras portátiles. La rápida difusión de los vehículos
eléctricos se produjo inmediatamente después del éxito de ventas en
73
China y del Tesla Model 3 en otros mercados. En 2019, la demanda
total de baterías alcanzó las 176.705 toneladas de LCE, con un enorme
crecimiento TCAC del 28,2 % entre 2015 y 2019.
Demanda de litio a nivel industrial
Históricamente, el mercado del litio ha estado dominado por la
demanda de aplicaciones industriales como vidrio, cerámica,
lubricantes, polímeros, etc. La demanda de estas aplicaciones está
estrechamente relacionada con factores económicos como la
construcción, la p roducción industrial y la producción de aluminio y
acero. Como se mencionó, la demanda de litio para aplicaciones
industriales ha perdido participación de mercado en los últimos cinco
años debido al crecimiento significativo de las baterías y otras
aplicaciones de baterías de litio.
Figura 19: Demand a de litio por aplicac ión de batería, 2015-
2019 (En tone ladas LCE). Fuente: Jones et al. (2021).
74
Sin embargo, esto no significa que la demanda general de la
industria haya disminuido. Se estima que la demanda industrial de litio
crecerá a una TCAC de 4,3% entre 2010 y 2019 a 35.365 toneladas LCE
en 2019. Sin embargo, no se espera que esta tendencia continúe en el
futuro. Aunque la demanda industrial de litio no es tan rápida como la
de las baterías, la demanda industrial de litio ha crecido un 2,5 % anual
durante los últimos cinco años, y el mayor aumento proviene de China,
que ha crecido modestamente en unas 10.000 toneladas desde 2015.
Las aplicaciones industriales incluyen (en base a la demanda
mundial en 2019):
Vidrio y cerámica (21,4% de la demanda)
Lubricantes (6,8% de la demanda)
Tratamiento de aire (3,0% de la demanda)
Figura 20: Demand a d e litio indus trial por uso fina l, 20 15-
2019 (En tone ladas LCE). Fuente: Jones et al. (2021).
75
Fundición continua (2,6% de la demanda)
Fabricación de polímeros (2,1% de la demanda)
Fundición de aluminio (0,6% de la demanda)
Otros usos (6,8% de la demanda)
4.1.2. Proyecciones de la demanda de baterías de litios
Durante los próximos 10 años, se predice que la demanda total
de baterías de iones de litio (expresada en GWh) crecerá un 22% por
año. Si bien el transporte sigue siendo el principal impulsor, con una
tasa de crecimiento anual promedio del 30% durante los próximos 10
años y una demanda prevista para alcanzar los 1529 GWh para 2030
(lo que representa el 83 % de la demanda total de baterías de iones de
litio).
Se proyecta que las aplicaciones de almacenamiento de energía
presenten la tasa de crecimiento más alta del período de pronóstico
(tasa de crecimiento promedio anual del 6%). Los dos segmentos de
baterías más grandes fuera de los vehículos eléctricos son la
electrónica portátil y el almacenamiento estacionario (residencial y de
red). Se espera que los dos tengan caminos de crecimiento diferentes,
como se muestra en la demanda prevista para 2020-2030 examinada en
este informe. Algunas de las principales consideraciones en el
desarrollo de estos segmentos se enumeran a continuación.
76
Tendencias de los equipos electrónicos
Antes del advenimiento de la movilidad eléctrica, las baterías de
iones de litio se consumían principalmente (en orden de importancia)
en teléfonos móviles, computadoras portátiles, tabletas y herramientas
eléctricas. La proliferación de dispositivos móviles potentes ha tenido
un efecto moderador en el mercado de tabletas y dispositivos móviles,
aunque ambos continúan creciendo (lentamente) principalmente debido
a la mayor capacidad de la batería.
Un área de gran interés, aunque menos conocida, es el mercado
de baterías para drones: varios analistas5 prevén una demanda creciente
en el sector comercial para aplicaciones como geodesia (construcción),
fumigación (agricultura) y extinción de incendios. Desde un LCE bajo
5 Gold ma n Sachs Resear c h .
Figura 21:
Demand a gl obal de baterías de iones de litio po r
tipo d e uso fi nal , 2015 -
2030 (En GWh). Fuen te: Jones et a l.
(2021).
77
de 1,9 mil toneladas en 2019, se cree que el mercado de drones podría
tener la TCAC más rápida de cualquier segmento de baterías (33,8%),
alcanzando las 46 mil toneladas LCE al final de la década.
Tendencias sobre el almacenaje estacionario
A veces denominado como la "nueva ola más allá de la movilidad
eléctrica", el almacenamiento permanente tanto en la red como a nivel
residencial tiene una demanda creciente a medida que las energías
renovables aumentan su participación en el mercado energético. A
medida que la energía solar en los techos se vuelve más asequible y
crece el capital de las generaciones más jóvenes y ecológicas, se espera
que la demanda de litio para almacenamiento residencial aumente
desde una base baja (4,8 mil toneladas por año) a unas impresionantes
7,8 mil toneladas en 2030 (28,3 % TCAC), ya que las baterías de iones
de litio son adecuadas para esta aplicación.
Mientras tanto, en 2019, el almacenamiento a escala de red era
casi inexistente y tiene una fuerte competencia en la mayoría de las
aplicaciones, las baterías de flujo. Sin embargo, el enorme crecimiento
del mercado en la transición a las fuentes de energía renovable está
dando lugar a que las baterías de iones de litio aumenten rápidamente
en este mercado, y se predice que podrían crecer a 20.000 toneladas
LCE para 2030.
Sin embargo, se cree que la mayoría de las baterías de iones de
litio de grado de red utilizarían baterías EV al final de su vida útil en
lugar de baterías nuevas, significando que no afectan el equilibrio del
mercado. Esto se debe a que satisface una necesidad comercial
(eliminación de baterías al final de su vida útil) y es una fuente
abundante (y potencialmente barata). No obstante, queda una
interrogación sobre quién es responsable del daño potencial causado
por una batería de iones de litio defectuosa o rota: los vendedores de
78
baterías de automóviles eléctricos o los compradores de
almacenamiento fijo.
El tipo de baterías utilizadas en estas aplicaciones varía de un
caso a otro y depende de factores como la potencia requerida, los
estándares de seguridad a cumplir, la vida útil de la batería y además
el costo. Por ejemplo, se están desarrollando investigaciones sobre
nuevas estructuras de cátodos que eliminan el uso de cobalto o incluso
níquel.
También hay casos en los que se han estudiado los ánodos de
batería, donde se espera que los ánodos con alto contenido de silicio
desplacen la demanda actual de grafito, que podría reducirse aún más
con el desarrollo de tecnologías como las baterías de estado sólido,
que utilizan ánodos de litio de estado sólido. Dentro de las
investigaciones realizadas en el campo de las baterías, la sustitución
de materiales es una opción posible y viable en todos los casos, excepto
en el caso del litio, que ha mantenido su posición dominante como
portador de carga y actualmente carece de un sustituto viable para
influir en la demanda del litio en aplicaciones de baterías.
4.2. Proyección de la demanda de litio: 2030
Se pronostica que la demanda de productos de litio (expresada como
equivalente de carbonato de litio) crecerá en más de 1,3 millones de toneladas
entre 2019 y 2030 a una TCAC del 18,5%. China fue el mayor consumidor de
litio en 2019 (55 % del consumo mundial total), y se espera que su participación
aumente al 66 % durante la próxima década.
La segunda región más grande, Asia sin China (principalmente Japón y
la República de Corea), está creciendo más lentamente y su participación en la
demanda global disminuirá de ~31% en 2019 a ~25% en 2030. Al Separar la
demanda por sector de consumo final, se concluye que la movilidad eléctrica es
79
el motor más importante del crecimiento de la demanda durante el período
estimado.
Según el modelo automotriz desarrollado por CRU, que tiene en
cuenta los costos de adquisición de diferentes tecnologías en todas las
regiones, pronostica un crecimiento modesto en las ventas globales de
vehículos ligeros (LDV), vehículos pesados ("HDV") y autobuses, esto
en consonancia con las tendencias macroeconómicas como la
población, el crecimiento de los ingresos y el crecimiento de la
productividad en 2020 después de una disminución significativa debido
a la pandemia de COVID-19.
Esto da como resultado una demanda total de 92,9 millones de
vehículos en 2019, aumentando a 106,0 millones en 2028. Se espera
que las ventas tradicionales de gasolina y diésel ("ICE") alcancen su
punto máximo en 2017 (92,3 millones). La recuperación de COVID-19
conducirá a un pico más pequeño (82,9 millones) en 2023 antes de que
continúe la caída. Mientras tanto, los híbridos ("HEV") y los híbridos
Figura 22: Proyecc ión total de la demanda de litio , 2015-
2030, LCE. Fuente: Jon es et al. (2021).
80
enchufables ("PHEV") seguirán creciendo rápidamente hasta 2033-203
y luego se estabilizarán.
Los vehículos eléctricos a baterí a ("BEV") seguirán creciendo
(25,2 % interanual) y ganarán cuota de mercado durante un período de
previsión a largo plazo. Se espera que las ventas anuales de todo tipo
de vehículos eléctricos, incluidos BEV totalmente eléctricos, híbridos
e híbridos enchufables, alcancen más de 42 millones de unidades en
2030, 35 millones más que en 2019.
Los principales factores que retrasan la adopción generalizada
de los BEV están interrelacionados: el intervalo de carga y la velocidad
de carga, así como el coste total de propiedad y la infraestructura
disponible para la carga. Por lo tanto, todos los fabricantes de BEV
tienen como objetivo aumentar la distancia que sus vehículos pueden
recorrer entre cargas, y la clave aquí es la "densidad de energía", la
cantidad de energía que una batería puede almacenar dividida por su
masa (unidad = Wh/kg). La compra de BEV también está limitada por
la cantidad de automóviles y modelos de automóviles disponibles. La
demanda ha crecido significativamente en 2020, lo que debería acelerar
la adopción en los próximos años.
4.2.1. Cambio en la demanda del tipo de batería
Como se mencionó anteriormente, los fabricantes de BEV se
esfuerzan constantemente por aumentar la densidad de energía al
tiempo que mejoran la autonomía del vehículo; o manteniendo
constante la distancia de conducción, lo que reduce el número de
baterías necesarias en el vehículo y, por tanto, los costes de producción
del BEV. Esto da como resultados que las nuevas patentes
desarrolladas en la actualidad utilizan hidróxido de litio como
81
precursor, lo que aumenta considerablemente la demanda de este
químico de litio.
Según la evaluación histórica y pronosticada de baterías, estos
nuevos tipos fortalecerán su posición en el mercado, pasando del
puesto 68% en el mercado en 2019 al 80 % a largo plazo. Se estima que
cualquier progreso significativo en el desarrollo de la nueva química
de la batería requerirá aproximadamente 10 años para com pletarse y
producirlas comercialmente, dados los años de pruebas de laboratorio,
seguidos de la ampliación, la calificación del OEM y la adquisición. y
finalmente el diseño y producción de nuevos vehículos.
Por lo tanto, es de esperar que los productos químicos empleados
para el desarrollo del tipo de baterías anteriores tengan poco riesgo de
ser completamente desplazados en la próxima década, aunque las
mejoras incrementales, como los electrolitos poliméricos o los ánodos
a base de silicio, podrían cambiar la proporción de cada opción.
Dado que el hidróxido de litio se usa comúnmente en la
fabricación de baterías ricas en níquel, la demanda prevista de
hidróxido de litio depende en gran medida de:
La adopción esperada de baterías BEV y
La participación de mercado esperada baterías de níquel.
Es de esperar que la demanda de hidróxido de litio de grado de
batería (BG) y carbonato de BG en 2019 en 54.950 y 121.756 toneladas
de LCE, respectivamente. Se espera que la demanda de hidróxido de
litio se acelere a largo plazo debido a la preferencia por baterías con
alta capacidad de almacenamiento de energía. La demanda total de
LiOH (hidróxido de litio) se multiplicará por más de 15 para 2030,
mientras que la demanda de carbonatos solo se triplicará (para
aplicaciones industriales y de baterías).
82
En las diferentes tendencias en los pronósticos de la demanda
para el suministro de productos químicos de litio: el carbonato
disminuirá de ~75 % en 2019 a ~50 % para 2030. La proporción de
hidróxido aumentará significativamente si la demanda crece
rápidamente a mediados o finales de la década de 2020. Se debe
desarrollar una gran cantidad de proyectos no relacionados para
satisfacer las expectativas de la demanda.
4.3. Análisis de la oferta de litio
En 2015, la oferta total de litio extraído (de roca y salmuera) fue de poco
menos de 150.000 toneladas de LCE, y en ese momento los mayores productores
del mundo eran Chile, que representaba aproximadamente el 39% de la oferta
mundial, y Australia con un 29%. El resto de la producción (2015) provino de
Argentina (13%), China (9%) y Norteamérica (4%).
El suministro aislado de litio aumentó en más de un 239% a 358.500 t
LCE en solo cinco años. Durante ese tiempo, Australia superó a Chile como el
mayor productor de litio del mundo en 2017 y hoy representa alrededor del 48
por ciento del suministro mundial. China superó a Argentina, otro jugador
importante en América Latina, como el tercer mayor productor en 2019.
La velocidad del desarrollo del suministro de litio es más evidente en
Australia Occidental. En solo tres años, seis minas de espodumeno (mineral de
litio en roca dura que se extrae con métodos de minería tradicionales)
comenzaron a operar. La producción de esta región de Australia ha aumentado
a medida que las empresas mineras intentan cubrir un déficit de suministro en
China, que durante un tiempo incluso decidió enviar mineral de baja ley
directamente a las refinerías.
83
El mercado actual del litio ha cambiado radicalmente con respecto a hace
unos años. Entre 2015 y 2019, se estima que más de 2/3 de todas las compras
nuevas provinieron del desarrollo de nuevos proyectos, como se muestra a
continuación. Para traer la gran cantidad de nueva capacidad necesaria a la red,
tenía que haber evidencia y expectativas de precios altos del litio que atraerían
inversiones en proyectos de alto riesgo y costo de capital.
El mercado de litio en rápido crecimiento ha proporcionado una nueva
capacidad de producción tanto para la producción de espodumeno
(principalmente en Australia) como de salmuera. En 2015, la salmuera
Figura 23:
Sumi nistro mun dial de minas de lit io por país,
2015-20 19 (En miles de ton eladas L CE ). Fuente: Jon es et
al. (2021)
84
representó alrededor del 63 % del suministro total de litio, pero con la rápida
puesta en marcha de las operaciones australianas, el litio extraído de roca se
convirtió en el principal producto extraído a nivel mundial en 2018. En 2019,
la participación de la roca de litio en el suministro total fue de casi el 56 por
ciento, lo que representa un aumento con respecto a solo el 37 por ciento del
año anterior
Figura 24: Proyect os greenfie ld lid er aron el aumento del
sumi nistro de litio entre 2015 y 2019 (E n miles de toneladas
LCE). Fuente: Jones et al. (2021).
85
4.4. Proyectos y proyección de la oferta
Durante el período de pronóstico, la dinámica del mercado cambiará
drásticamente. En el pronóstico de suministro ponderado, que representa la
clasificación CRU Project Gateway, Chile perderá una participación de mercado
significativa de la base de suministro de litio restante. China superará a Chile
y Argentina para convertirse en el segundo mayor productor de litio del mundo
para 2030.
Figura 25: Caso base de suministro de litio, por ti po de
yacimiento (En miles de toneladas L CE). Fuente: Jones et al.
(2021).
86
Para 2030, habrá una dependencia mucho mayor de los proyectos para
satisfacer la mayor demanda, especialmente aquellos que están menos
desarrollados en las categorías probable y posible. Para 2024, se espera qu e el
58% de los suministros provengan de operaciones existentes. Para 2030, solo
alrededor de 1/3 (35%) de los suministros provendrán de actividades existentes.
Para 2030, se espera que la espodumena participe en el suministro mundial y
represente el 55 por ciento de la producción total.
Actualmente, solo hay 2 proyectos de minería de litio en operación en
América Latina fuera de los países del Triángulo de Litio (Argentina, Bolivia
y Chile). Ambos están ubicados en Brasil y, a diferencia de otros proyectos en
la región, se extraen de roca, no de agua salada. La capacidad total de estos
proyectos es de 14 mil toneladas LCE por año, y en los próximos años se estima
que la capacidad de producción de la región (excluyendo los países del
Triángulo de Litio) aumente a 110.000 toneladas LCE por año, como se muestra
en el recuadro a con tinuación. También se espera que México se una a las filas
de los productores de litio de América Latina para 2023.
Figura 26: Pro ducció n d e litio (En porcentajes de la producción t otal).
Fuente: Jon es et al. (20 21).
87
Se espera que solo el 18% de la nueva capacidad y suministro de litio en
los próximos cinco años provenga de nuevos proyectos. Por lo tanto, un aumento
del 46 por ciento en la oferta correspondería a una mayor utilización de la
capacidad para los proyectos actuales. La expansión de las fábricas y el reinicio
de las minas se sumarán a futuras fuentes de suministro. Si el suministro se
fragmenta tanto para los productores de salmuera como para los de roca dura,
entrarán nuevos participantes en el mercado, lo que aumentará el riesgo para el
suministro potencial.
Tabla 10: Op eraciones y proyectos exis tent es en la región ( se excluye
Argent ina, Bolivi a (Estado Plu rin acional de) y Chile). Fuent e. Jones et al.
(2021).
88
Capítulo 5
5.1. Proyección de oferta y capacidad en los países andinos: Litio
Se han identificado 20 extensiones y nuevos proyectos en Argentina,
Chile y Bolivia. En conjunto, esto representa un aumento potencial en la
capacidad de producción de 530.000 LCE toneladas por año, suponiendo que
todos los proyectos se concreten en los próximos 10 años, lo cual es muy poco
probable. Debido a que es más probable que los proyectos de expansión
planificados lleguen a buen término, entran en la categoría "probable".
89
5.1.1. Chile
Históricamente, el país ha sido un actor clave en el mercado del
litio, aunque la producción provenía de una sola fuente (Salar de
Atacama). El desarrollo de nuevos proyectos se ha ralentizado debido
a la complejidad del entorno regulatorio. Las barreras a la regulación
incluyen el hecho de que el litio está excluido de las licencias mineras
en virtud de la Ley de Minería de 1983.
No existe un marco claro para otorgar nuevas licencias y también
se han establecido cuotas de comercio de litio. SQM y Albemarle tienen
un acuerdo privado con una entidad gubernamental (CORFO) para
permitir el acceso acelerado de licencias y operaciones en el Salar de
Atacama.
Por otro lado, cada vez se presta más atención a las grandes
cantidades de agua (evaporación de agua) utilizadas en las operaciones
de extracción desde salmuera y la posibilidad de agotamiento del agua,
especialmente en el desierto de Atacama. Mucho s proyectos
Tabla 11:
Oper aci ones y proyectos existentes en los países del Tr iángulo del
Litio. Fuente: J ones et al. (2021).
90
potenciales salmuera también se encuentran en áreas protegidas, lo que
se suma a las preocupaciones ambientales.
Es probable que esto limite el desarrollo de nuevas operaciones
de salmuera en América del Sur. Por lo tanto, se espera un aumento de
la oferta en el mediano plazo, pero más lento que otros productores, lo
que reduce parcialmente la participación de Chile. Lo proyectos de
SQM y Atacama Albemarle, se espera que esté en producción a fines
de 2025, y un posible aumento de capacidad total en los años
posteriores hasta 2030.
5.1.2. Argentina
En 2015, Argentina era el tercer mayor productor de litio del
mundo. Sin embargo, con el enorme aumento de la oferta observado en
China y Australia en los últimos años, Argentina ahora ocupa el cuarto
lugar. Al igual que Chile, Argentina produce litio exclusivamente a
partir de agua salada. Actualmente hay 2 minas operativas en el país
con una capacidad total de 36.000 t LCE/año.
El mayor riesgo para la producción de litio de Argentina es la
inestabilidad macroeconómica, que podría debilitar la oferta por
anticipado. En total, se han identificado 10 proyectos en Argentina con
una capacidad total de 350.000 t LCE/año para 2030. Sin embargo, 7
de ellos se clasifican como posibles o especulativos y tienen un peso
significativamente menor en las previsiones de oferta. Se estima que
la oferta total sin restricciones (sin peso por categoría de proyecto) en
Argentina podría llegar a 391.500 t LCE en 2030. Sin embargo, es
razonable esperar que la producción futura sea mucho menor dado que
el 70% de la cartera de proyectos es contingente o especulativa.
5.1.3. Bolivia
91
En los últimos años, el estado plurinacional de Bolivia no ha
sido un actor importante en la producción mundial de litio, a pesar de
ser el país con las mayores reservas conocidas de litio en agua salada
del mundo, un total estimado de 21 millones de toneladas de litio. Con
esto en mente, desde 2016, la empresa estratégica nacional de Bolivia,
Depósitos de Litio, ha estado negociando con 15 empresas
internacionales para crear una asociación estratégica para
industrializar de este recurso mineral, a través de una empresa conjunta
con ACI Systems de Alemania, en 2018.
Si bien se incluye este proyecto como especulativo el proyecto
Uyuni, que debería producir 45 mil toneladas de LCE por año y
posiblemente ingresar al mercado en 2024. En 2019 las autoridades de
Potosí anunciaron la terminación de esta empresa mixta estatal,
creando incertidumbre sobre el destino de la sociedad y sus proyectos.
Entre ellos destaca el proyecto Uyuni. Esta situación aumenta la
incertidumbre sobre si se concretarán los proyectos de minería de litio
en este país.
5.2. Competitividad de costos de los productores de la región
5.2.1. Estructura de costos de litio
Generalidades de costos de producción de litio
La estructura de costos de los productores de litio varía según el
modo de operación, el producto final, la materia prima y la ubicación.
Actualmente hay dos fuentes principales de litio, ambas dominadas por
métodos de extracción. Uno de ellos corresponde a la transformación
de minerales de roca, principalmente espodumeno, del cual Australia
es el principal productor.
Otra tecnología dominante es la evaporación solar,
tradicionalmente utilizada en campos de sal como la extracción de litio
92
en Chile y Argentina. Los costos de producción de sal se concentran
en mano de obra, reactivos químicos y costos de capital. El principal
costo de los convertidores de espodumeno es el costo de su materia
prima (concentrado).
Los convertidores de lepidolita son los productores de carbonato
de litio más rentables, ya que su mala calidad en comparación con la
espodumena da como resultado costos de conversión más altos. Para la
mayoría de los productores de hidróxido de litio, que pueden estar
integrados o separados de la unidad minera, su materia prima es el
costo más alto. El alto costo de comprar carbonato de litio a precio de
mercado eclipsa los beneficios de convertir el carbonato industrial en
hidróxido.
Figura 27: Ca dena de valor de minerales de liti o. Fuent e: Jones et
al. (2021).
93
Las regalías representan una porción mayor de los costos
operativos en Chile que en Argentina. En Chile, SQM y Albemarle
acordaron un pago adicional de regalías con CORFO, que técnicamente
corresponde a un pago de renta basado en una escala que depende del
precio del litio. Cabe señalar que a pesar de que este contrato no
representa una amenaza en un escenario de precios bajos, tiene un
impacto significativo en el margen de utilidad en un escenario de
precios altos.
En términos relativos, los bajos costos de conversión de estas
operaciones significan que los pagos de regalías a precios actuales
representan una proporción significativa de los costos totales de SQM
y Albemarle en Chile, un promedio del 27% (que se incluye en los
costos de conversión). Eso equivale a $ 8,350 por tonelada de
carbonato de litio LCE. En el futuro, se espera que los precios del litio
aumenten hasta los 10.190 USD/t LCE (real de 2020) en 2025, lo que
podría aumentar las regalías hasta un 30% por encima de los costos
totales.
La actual estructura real en Chile solo afecta los contratos que
tiene CORFO con SQM y Albemarle en el Salar de Atacama. Por lo
tanto, esta regalía no aplica para otros proyectos que pudieran
desarrollarse en otras áreas salinas donde CORFO no cuenta con
licencias mineras que pueda arrendar a terceros para sus operaciones.
En este contexto, este sistema de regalías no tiene un impacto
real en la competitividad de posibles nuevos proyectos y, por las
circunstancias particulares del Salar de Atacama, no significa que SQM
y Albemarle sean actualmente menos competitivas. Esto se debe a que
continuarían manteniendo costos muy competitivos en comparación
con los productores de roca australianos, incluso si los precios del litio
fueran altos, y la naturaleza incremental de la regalía evita el riesgo
operativo en escenarios de precios bajos del litio.
94
El mayor desafío para la competitividad de Chile es que no está
claro cómo obtener los diversos permisos necesarios para llevar a cabo
nuevos proyectos. En el caso de Argentina, la mayor heterogeneidad
de sus operaciones y proyectos de litio (por estar ubicados en
diferentes áreas salinas) también significa una mayor heterogeneidad
de sus costos operativos. Por lo tanto, una estructura de regalías
similar a la de CORFO debe ser vista a la luz de los hechos específicos
de la competitividad de costos de las diversas actividades relacionadas
con litio de Argentina.
95
Capítulo 6
6.1. Sector minero en Perú
6.1.1. Producción minera metálica
Con el propósito de reiniciar actividades económicas a nivel
nacional, en el contexto de la pandemia por COVID-19, el gobierno
aprobó el reinicio de actividades económicas en 4 etapas. Como
resultado, logró la reanudación completa de las operaciones en el área
minera con el inicio de las tres primeras fases en julio. En este
contexto, la producción registrada durante el último mes de 2020
mostró una importante recuperación mensual en 7 de los 8 principales
metales que fueron cobre, oro, zinc, plata, plomo, estaño y molibdeno.
Además, la producción de zinc (17,6%) y estaño (39,2%) aumentó en
diciembre con respecto al mismo mes del año 2019.
En diciembre de 2020, la producción de cobre del país registró
su mayor volumen del año, reflejando una importante recuperación de
7,6% respecto al mes anterior y estuvo muy cerca por segunda vez de
cerrar la brecha anual. Digamos que el último trimestre del año se
registró la mayor extracción de mineral, que es 29,6% de la producción
total de 2020.
A pesar de esto, al cierre de 2020, la producción total de 2020
disminuyó un 1,6 por ciento, como consecuencia de la baja producción
registrada por las empresas Minera Cerro Verde S.A.A. (-16,4%),
Minera Las Bambas S.A. (-0,5%) y Hudbay Perú S.A.C. (-32,4%).
Además, la producción total de cobre en 2020 disminuyó un -
12,5% con respecto al período correspondiente de 2019 debido a los
resultados alcanzados en los meses anteriores, especialmente en el
primer semestre del año. A nivel corporativo, Southern Perú Copper
Corporation fue el principal productor de cobre con una participación
del 19,7%. Compañía Minera Antamina S.A. ocupó el segundo y tercer
lugar, le correspondió a Sociedad Minera Cerro Verde S.A.A. 18,4% y
18,0% respectivamente.
96
A nivel regional, Áncash se consolidó primero con una
participación del 18,6 por ciento en la producción de cobre. Arequipa
quedó en segundo lugar con 18.3 por ciento, Apurímac quedó en tercer
lugar con 14.6 por ciento.
Tabla 12: Pro du cción minera metálica*. Fuente: Ministe rio de
Energ ía y Minas. (202 0).
97
En tanto, la producción de oro del país aumentó 4,0% mensual
en el último mes del año 2020, marcando el séptimo mes consecutivo
de recuperación desde que se iniciaron las fases de reactivación
económica en mayo. También es importante mencionar que la
recuperación de la producción de oro se desarrolló más lentamente en
comparación con otros metales como el cobre, debido a que la mayor
parte de la producción de oro del país se desarrolla en minas
subterráneas, las cuales son más complejas. Haciendo necesario la
implementación de protocolos anti-Covid-19, a diferencia de las minas
a cielo abierto.
Así, la mejora gradual en la producción de oro continuará a partir
de junio de 2020. Sin embargo, el análisis anual mostró una
disminución del 15,1% en Minera Yanacocha S.R.L. debido a la menor
producción registrada. (-29.6%), Compañía Minera Poderosa (-4.5%) y
Shahuindo S.A.C. (-14,1%).
Por lo tanto, la adición a la producción de meses anteriores
recibida en diciembre provocó una caída del 32,0% en la producción
de 2020 con respecto al año pasado. A nivel corporativo, Minera
Yanacocha S.R.L. ocupa el primer lugar con una participación del
Figura 28: Pro du cc ión mensual de cobr e (Miles de TMF). Fu en te:
Ministerio de energía y minas. (2020).
98
12,1%, mientras que Compañía Minera Poderosa S.A. y Minera
Aurifera Retamas S.A. ocuparon el segundo y tercer lugar con una
participación de 9,4 por ciento y 5,6 por ciento respectivamente.
A nivel regional, La Libertad mantiene el primer lugar con su
29,7 por ciento de la producción nacional total. Cajamarca y Arequipa
ocuparon el segundo y tercer lugar con 25.9 y 15.0 por ciento,
respectivamente.
La producción de zinc del país en diciembre de 2020 aumentó
significativamente en comparación con el mes anterior, en un 13,3%.
En particular, el resultado marcó el séptimo mes de crecimiento en
comparación con los niveles de producción de 2019. También registró
un crecimiento anual de 17,6 por ciento, esto se debió principalmente
por el aporte en la producción de la Compañía Minera Antamina S.A.
(+74,7%), Nexa Resources Perú (+10,5%) y Empresa Minera Los
Quenuales S.A. (+33,6%).
A pesar de ello, la producción del último mes del año, sumada a
la reportada de los meses anteriores, resultó en una disminución del
Figura 29:
Producc ión mens ua l de oro (TMF). Fuente: Min ist er io
de energía y minas ( 2020).
99
5,3% en la producción total de 2020 respecto al período
correspondiente del año anterior. A nivel corporativo, Compañía
Minera Antamina S.A. ocupa el primer lugar con el 36,9 por ciento,
mientras que Nexa Resources Perú S.A.A. y Volcán Compañía Minera
S.A.A. ocuparon el segundo y tercer lugar, ambos con el 7,5 por ciento
de la participación del país. A nivel regional, Áncash lidera con una
participación total de 39,9 por ciento, seguido de Lima y Pasco con
una participación de 15,8 y 13,9 por ciento, respectivamente.
Figura 30: Pro du cc ión mensual de zinc (Mil es de TMF). Fuente:
Mi nisterio de energí a y minas (2020).
100
En contraste, en el duodécimo mes del año (2020), la producción
nacional de plata fue la más alta, reflejando un incremento mensual de
7.9% y el segundo mes consecutivo. A pesar de ello, la producción de
plata disminuyó 8,3% respecto al año, como consecuencia de la menor
producción registrada por Compañía Minera Antamina S.A. (-3,4%),
Compañía de Minas Buenaventura S.A.A. (-38,7%) y Minera
Chinalco Perú S.A. (-1,2%).
Este resultado, sumado al reporte de los meses anteriores,
provocó una disminución de la producción del 22,5% en el reporte de
cierre de 2020 respecto al mismo período del año anterior. A nivel
corporativo, la Compañía Minera Antamina S.A. ocupa el primer lugar
con una participación del 15,3%; seguido de la Compañía de Minas
Buenaventura S.A.A. y Compañía Minera Ares S.A.C. 9,9% y 7,6%
respectivamente. En el análisis específico de la región, Áncash ocupó
el primer lugar con una participación del 19,5 por ciento. Pasco y Junín
ocuparon el segundo y tercer lugar con participaciones de 17,0 y 15,4
por ciento, respectivamente.
Figura 31: 2020: Estructura de la producción de zinc por
empresas, en ero-dic iembre. Fuente: Min ister io de energía y
mi nas (202 0).
101
Al mismo tiempo, el último mes del año fue el de mayor
extracción de mineral en la producción nacional de plomo, aumentando
3,0 por ciento mensual. Cabe señalar que la producción obtenida en el
último trimestre de 2020 estuvo al mismo nivel que el primer trimestre.
Sin embargo, la producción de este mineral reflejó una
disminución del 10,0% respecto al año anterior, lo que se debió
principalmente al bajo aporte de Sociedad Minera El Brocal S.A.A. (-
19.0%), Compañía Minera Chungar S.A.C. (-14,9%) y Sociedad Minera
Corona S.A. (-46,3%).
En este sentido, la producción anual de 2020 se redujo un 21,9%
respecto a 2019 debido a los conservadores resultados generados en
abril y mayo. A nivel de empresa, en primer lugar, Sociedad Minera El
Brocal S.A.A. con el 11,%, seguido de Compañía Minera Chungar
S.A.C. en segundo lugar con una participación del 8,4 por ciento y en
tercer lugar Volcan Compañía Minera S.A.A. contiene 7,3%. A nivel
regional, Pasco sigue ocupando el lugar más alto con 32,5 por ciento,
Figura 32: Producció n mensual de plata ( TMF). Fuente:
Mi nisterio de energía y minas (2020).
102
seguido de Lima con 19 por ciento y Junín en tercer lugar con 11,7 por
ciento.
La producción de mineral de hierro del país se ha recuperado
significativamente desde junio, superando el volumen de producción
informado en marzo por sexto mes consecutivo. En la variación
interanual, esto se reflejó en una disminución de 16,4%, lo que se debió
principalmente a una menor producción de hierro por empresas
Shougang Hierro Perú S.A.C. (-16,7%) y Minera Shouxin Perú S.A. (-
7,1%). Respecto a la última empresa, cabe señalar que el 17 de
diciembre de 2020, el sindicato Shouxin aprobó la organización de una
huelga indefinida el día 19 del mismo mes.
En cambio, la producción acumulada a diciembre de 2020
disminuyó un 12,1% respecto al mismo período d el año anterior,
aunque mes a mes esta brecha se va acortando debido a los resultados
mensuales positivos. A nivel corporativo, Shougang Hierro Perú
S.A.A. sigue siendo el número uno. Con una participación del 97,1% y
Figura 33:
Producc ión mensual de plom o (Miles de TMF). F uente:
Ministerio de energía y minas. (2020).
103
en segundo lugar Minera Shouxin Perú S.A.A. con 2.9 por ciento. Cabe
mencionar que ambas empresas están ubicadas en la región Ica.
Diciembre produjo la mayor cantidad de mineral en la
producción de estaño en 2020, reflejando un aumento de 17,5% mes a
mes y el sexto mes consecutivo que los niveles de producción fueron
superiores a los de 2019. También se registró un aumento gradual a
partir de mayo, mientras se inicia la implementación de las fases de
recuperación económica.
Así, en comparación con el año anterior, el incremento fue de
39,2%, y la producción acumulada de enero a diciembre aumentó en
4,0% con respecto al período correspondiente de 2019. Cabe mencionar
que Minsur S.A. Sigue siendo la única empresa minera que produce
este metal a nivel nacional y está ubicada en la región Puno.
Figura 34:
Producc ión mensual de hier ro (Mil es de TMF). Fuente:
Mi nisterio de energía y minas (2020).
104
Finalmente, la producción de molibdeno mostró un aumento
mensual de 0,5 por ciento en diciembre de 2020, continuando con una
recuperación gradual. A pesar de ello, disminuyó un 12,0% respecto al
año anterior, p rincipalmente por el bajo aporte de Compañía Minera
Cerro Verde S.A.A. (-43,5%) y Compañía Minera Antamina S.A. (-
90,5%).
Por otro lado, este resultado, sumado a lo registrado en los meses
anteriores, significó un incremento de 5,7% en la acumulación de
diciembre respecto al mismo periodo de 2019. A nivel corporativo,
Southern Perú Copper Corporation se mantiene en el primer lugar con
44,3 por ciento, seguida por Sociedad Minera Cerro Verde S.A.A.
27,5% y luego Compañía Minera Antamina S.A. en tercer lugar con
11.1 por ciento. En producción regional, Tacna ocupó el primer lugar
con 31,1 por ciento, seguido de Arequipa con 27,5 por ciento y
Moquegua en tercer lugar con 13,1 por ciento.
Figura 35:
Producc ión mens ual de esta ño (Miles de TMF). Fuente:
Mi nisterio de energía y minas (2020).
105
6.1.2. Producción minera no metálica
En diciembre de 2020, la producción de no metales finalizó el
año con una tendencia positiva de recuperación, lo que se demuestra
con el aumento del nivel de producción con respecto al mes anterior:
calizas/dolomitas (19,5 %), fosfatos (2,1 %), hormigón . (8,5%), sal
(11,%), conchas (7,6%). En el análisis anual, en cambio, la producción
de caliza/dolomía, fosfatos, piedra (construcción) y arena (gruesa/fina)
mejoró un 23,9%, 0,2%, 69,7% y 1,7% respectivamente al compararlo
con el último mes de 2019.
Figura 36: Producció n mensual de molibdeno (Miles de TMF).
Fuente: Ministerio de energía y minas ( 2020).
106
En diciembre de 2020, la producción de caliza y dolomita superó
el nivel del año anterior por quinto mes consecutivo. De igual forma
se lograron 3.423.447 TM. en el duodécimo mes de 2019, lo que
significó una recuperación del 23,9% con respecto al mes
correspondiente de 2019.
Respecto a la producción acumulada de diciembre, se registró un
total de 20.557.277 TM en 2020, lo que supone un 25,5% más que el
año pasado. acumulado durante el año anterior (16.385.556 TM). A
nivel de titulares mineros Chinalco Perú S.A. Se consolida como el
principal productor de caliza y dolomita en 2020 con un 62,7 por
Figura 37: Producción miner a no metálica*. Fuente: Minist eri o
de energía y minas ( 2020).
107
ciento. En segundo y tercer lugar lo ocuparon Unión Andina de
Cementos S.A.A. y Yura S.A. 21,5% y 6,5%. En el análisis regional,
Junín sigue siendo el primero con una participación nacional del 72,3
por ciento. Le siguen Lima y Arequipa con 13-2 y 7.4 por ciento,
respectivamente.
En cuanto a la producción de fosfatos, en diciembre superó por
segundo mes consecutivo el nivel de 2019, cuando se produjeron
885.310 toneladas de fosfatos, un 0,2% más que lo registrado en el
mismo mes del año pasado. La producción acumulada en diciembre fue
de 8.594.180 toneladas, un 22,5% menos respecto al mismo período de
2019 (11.091.502 TM).
A nivel de propietario de mina, Compañía Minera Miski Mayo
S.R.L. Gracias a la unidad minera Bayóvar 2, cerró 2020 como el
principal productor nacional d e fosfatos con una participación de 99,8
por ciento. De igual forma, Piura se mantuvo como la única zona
productora de este mineral, con toda la producción del país.
Figura 38: 2020: Pr oducción mensual de c aliz a/dolomit a (T M).
Fuen te: Ministerio de ener gía y minas ( 2020).
108
Por su parte, la producción de hormigón registró un total de
414.367 toneladas en diciembre de 2020, un 9,3% menos que el mes
del año anterior. El resultado anterior, sumado a los niveles de
producción de los meses anteriores, arroja un acumulado de 3.414.813
TM, 5,5% menos que en el mismo período de 2019.
A nivel de empresas en el año 2020, Unión de Concreteras S.A.
ocupó el primer lugar con 52,8 por ciento. Sucesor Concremax S.A. y
Transportes Zúñiga S.C.R.L. 13,5% y 10,0%. Lima también ocupó el
primer lugar a nivel regional con el 70,1 por ciento de la producción
del país. Arequipa y Moquegua quedaron en segundo y tercer lugar con
10.8% y 10.5%, respectivamente.
Figura 39: 2020: Producción mensual d e fosf at os (TM). Fuente:
Ministerio de energí a y minas (2020).
109
Durante el mes de diciembre la producción de piedra
(construcción) superó por quinto mes consecutivo el nivel registrado
en 2019. Así, en diciembre se alcanzaron 146.462 TM de piedra
(construcción), lo que significa un incremento anual de 69,7% en
comparación con el último mes del año pasado.
La disminución de la producción acumulada fue del 22,7% con
respecto a la acumulación del 2019. En el análisis de los propietarios
de las minas, Arids Ribas S.A.C. en producción de piedra
(construcción) en 2020 ocupó el primer lugar con una participación del
15,4%., S.M.R.L Mountain Power le sigue de cerca con una
participación nacional del 15,3 por ciento. En tercer lugar, quedó TyR
Construcciones y Servicios S.A.C. participando con 13,3% En el
análisis regional, Callao se mantuvo como la primera zona productora
de este mineral con el 30,7 por ciento. En segundo y tercer lugar
quedaron Lima e Ica con el 26,4 por ciento y el 16 por ciento
respectivamente.
Figura 40: 202 0: Pr od ucción mensual d e h ormigón (TM). F uente:
Mi nisterio de energía y min as (2020).
110
Finalmente, en el mes de diciembre de 2020, la producción de
calcita fue de 159.817 TM cifra inferior 6.5% con relación al mismo
mes de 2019. Por lo cual, la producción acumulada del año sumó
1.053,349 TM representando una disminución de 48.3% en
comparación a lo producido durante el año pasado (2.036.524 TM).
En el análisis por titulares mineros, Cal & Cemento Sur S.A. y
su unidad minera "Acumulación Puno" se consolidó como el principal
productor nacional de este mineral con el 98.9% de la participación
total. Por esta razón, la región Piura (donde opera Cal & Cemento Sur
S.A.) mantiene el 98.9% de la producción total.
Figura 41: 2020: Producción mensual d e piedra (construc ción)
(T M) . Fuente: Ministeri o de energía y minas (2020).
111
Figura 42
: 2020: Producción mensua l de ca lcita (T M). Fuente:
Mi nisterio de energí a y minas (2020).
112
Capítulo 7
7.1. Principales indicadores macroeconómicos de Perú
7.1.1. PIB del sector minero
En noviembre, la variación anual del PIB de la industria minero-
metalúrgica respecto a igual mes de 2019 fue de -3,1%. El resultado se
debe a la participación del estaño (30,3%), zinc (20,8%) y hierro
(7,0%), los demás minerales muestran una recuperación continua, lo
que acorta la brecha del PIB de la minería metálica.
En el acumulado enero-noviembre de 2020, el resultado minero
fue de -1 ,6%. El avance de la producción hasta noviembre refleja un
importante aumento de 46 puntos porcentuales en comparación con
mayo, cuando el PIB de la industria de la minería m etálica se contrajo
fuertemente debido al impacto de la pandemia de COVID-19.
La industria minera también para iniciar su recuperación
económica lo hizo en tres etapas, así fue como las empresas mineras
pudieron retomar sus operaciones de manera paulatina. Además de lo
anterior, las medidas de prevención de infecciones bajo los
lineamientos del MINSA incluyen: trabajar en áreas remotas y
campamentos cerrados, vigilancia e inspecciones para garantizar la
seguridad y protección de los empleadores, instalaciones médicas
donde los trabajadores puedan ser monitoreados. en sus centros de
trabajo. De esta manera, se posibilita la continuidad de operaciones y
la implementación de proyectos mineros.
113
7.1.2. Exportación de productos mineros
En noviembre de 2020, las exportaciones mineras se valoraron
en $2.575 millones, un 11,3% más que en el mismo mes de noviembre
de 2019. De igual forma, el valor de las exportaciones acumuladas en
enero-noviembre de 2020 aumentó en $22.872 millones.
Figura 43: Producto Bruto Interno (Ar. % respecto a s imilar
peri od o d el año anterior). Fuente: Ministerio de energía y minas
(2020).
114
El 98,2% de las exportaciones mineras fueron productos de la
minería metálica y el 1,8% restante fueron productos de la minería no
metálica. En noviembre, el valor exportado de productos de la minería
metálica fue de 2.530 millones de dólares, superior en 11,3% al
resultado obtenido en noviembre del año anterior. La fluctuación
positiva estuvo impulsada por un incremento anual en los valores
Figura 44: Va lor de exportaciones por sectore s ec onómicos
(Valor GOB en mill on es de US$). Fuent e: Minis terio de en er gía y
mi nas (202 0).
115
exportados de cobre (18,9%), estaño (26,7%), hierro (61,5%), oro
(10,3%) y plata (29,2%).
El valor de las exportaciones de minería no metálica fue de 46
millones de dólares en noviembre, un 8,9% más interanual respecto al
mismo mes en 2019. Esta mejora se debió principalmente a que
aumentó el volumen exportado de minería no metálica en 8,5% en
noviembre, sustentado por el incremento en las transacciones de
fosfato de calcio natural (EE. UU.), baldosas cerámicas (Chile y EE.
UU.), entre otros.
También es importante mencionar que el resultado de noviembre
permite que las exportaciones de no metales superen
significativamente los valores registrados en 2019 por primera vez en
todo 2020.
Figura 45:
Valor de exp or taci ones mine ría metálica (Valor GOB en
mi llones de US$). Fuente: Ministerio de e nergía y minas (202 0).
116
De lo anterior, la participación de la industria minera en el valor
total de las exportaciones del país en el penúltimo mes de 2020 fue del
61, %, la participación de los productos mineros metálicos fue del
60,3% y la no metálica del 1,1%.
Asimismo, entre los minerales exportados por el Perú, los
productos tradicionales de metal siguen siendo los más representativos
en la balanza comercial del país. Así, en el acumulado de noviembre,
el valor exportado de cobre, oro, zinc y plomo representó el 90,8 por
ciento del valor total de las exportaciones de la industria minera y el
55,8 por ciento de las exportaciones totales del país.
Analizando en detalle, el valor de las exportaciones de cobre en
noviembre de 2020 fue de 1348 millones de dólares, es decir un 18,9%
más que en comparación con noviembre de 2019. Además, esta cifra
Figura 46: Valor d e exportaciones mine ría no metálica (Valor
GOB en millones de US$). Fuente: Ministerio de energía y minas
(2 020 ).
117
permite superar el valor exportado por tercer mes consecutivo de los
meses correspondientes al año anterior.
Así, el valor exportado de cobre acumulado en el penúltimo mes
de 2020 fue de 11.169 millones de dólares, inferior en 8,9% al del
mismo período de 2019. Cabe señalar que la brecha interanual se acortó
considerablemente. gracias a los excelentes resultados de los últimos
3 meses.
En cuanto al destino de las exportacio nes, China continental
mantuvo el primer lugar con una participación del 63,2%. En segundo
y tercer lugar quedaron Japón con 10,0 por ciento y Corea del Sur con
9,4 por ciento.
Con respecto al valor de exportación de oro, en noviembre se
registró el segundo valor más alto ($782 millones) de este mineral
desde el inicio de la pandemia y el tercer valor más alto en los 11
meses analizados de 2020. Además, alcanzó el 10,3 % crecimiento
anual en comparación con noviembre de 2019. El valor de exportación
acumulado de oro en el undécimo mes de 2020 fue de 7.012 millones
de dólares estadounidenses. En cuanto al destino de las exportaciones,
Canadá se mantuvo en el primer lugar en noviembre con una
participación nacional del 28,7 por ciento. Le siguen Estados Unidos y
Suiza, que representan el 21,3 por ciento y el 19,7 por ciento.
118
Finalmente, las exportaciones de zin c se estimaron en 64
millones de dólares en noviembre, lo que representa una disminución
de 7,5% respecto de los 121 millones dólares registrados en noviembre
de 2019, principalmente por la diferencia mensual con respecto a
octubre de 2020.
En cuanto al valor de los pedidos de China (86,3%) y Corea del
Sur (-3 ,9%). Por tanto, en el undécimo mes de 2020, el valor
acumulado fue de 1.296 millones de dólares estadounidenses. Según
destinos de exportación de zinc, China mantiene el primer puesto con
una participación nacional del 2 ,8 por ciento. La participación de
Corea del Sur es del 1 ,2 por ciento y la de España es del 12,2 por
ciento.
Figura 47: Valor de las Exp ort aciones de oro (Valor GOB en
millo nes de US$). Fuente: Ministerio de e nergía y minas (2020 ).
119
Figura 48: Valor d e la s Exportaciones de zinc (Valor GOB en
mi llones de US$). Fuente: Ministerio de e nergía y minas (202 0).
Figura 49: 2 020 : De stino de l as exportaciones de zin c (enero
-
noviembre). Fuente: Ministerio de energí a y minas (20209
120
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Narrea, O. (2018). La minería como mot or de d esar rollo económico para
el cumplimiento de los Objetivos de Des ar rollo Sostenible 8, 9, 12 y 17.
https://www.up.edu.pe/egp/Documentos/agenda_2030_la_mineria_como_motor
_de_desarrollo_economico_para_el_cumplimiento_de_los_ods_89_12_y_17.pd
f
Viana Ríos, R. (2018). Minería en América Latina y el Caribe, un enfoque
socioambiental. Rev. U.D.C.A Act. & Div. Ci ent. 21(2):617-6.
http://www.scielo.org.co/pdf/rudca/v21n2/0123-4226-rudca-21-02-00617.pdf
122
Biografía de los autores
JORGE LUIS VARGAS ESPINOZA
Natural de Arequipa. Post Doctor en Ciencias Universidad Nacional Hermilio
Valdizan de Huánuco. Doctor en Gestión Empresarial Universidad Nacional
Hermilio Valdizan de Huánuco. Magister en Gestión empresarial - Universidad
Nacional Hermilio Valdizan de Huánuco. Economista. Universidad Católica de
Santa María. Bachiller en Administración de Empresas. Universidad de
Huánuco. Bachiller en Ciencias Contables y Financieras. Universidad Privada
de Pucallpa. He publicado 17 artículos en revistas indexadas He laborado en
diversas instituciones como: Coordinador de la Facultad de Gestión de
Organizaciones Universidad Nacional Intercultural Fabiola Salazar Leguía de
Bagua, Rector de la Universidad Privada de Pucallpa, Vicerrector de la
Universidad Privada de Pucallpa, director de la Escuela Profesional de
Administración de Negocios. Universidad Privada de Pucallpa, director general
del Instituto Central de Investigación e Innovaciones Tecnológicas.
Universidad Privada de Pucallpa. Director General de Gestión de la Calidad,
Editor en jefe de la Revista Cultura Viva Amazónica. Cuenta con estudio en
diversos diplomados.
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MARCELO RAMOS REÁTEGUI
Natural Orellana Loreto, nació el 07 de julio de 1961. En 1983 obtuvo la
cualificación académica de Bachelor of Arts-Economics EE. UU. Se recibió
como economista en el año 2001 en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega.
Con una trayectoria de 25 años ha ocupado puestos en calidad de funcionario
en importantes empresas públicas y priv adas en el Perú, tales como Consorcio
A.H. Mencher Hauser, Transcomercio S.A., Inselsa, Metasistemas, Mondina
S.A., Gobierno Regional de Ucayali, MINSA, Embotelladora la loretana,
COOPLINSE, COOPVONHUMBOLT, entre otras. Desde el 2005 al 2018 ocupa
el cargo de coordinador-representante UIGV-Pucallpa. Ha desempeñado la
función docente desde el año 2005 hasta la fecha en instituciones como
Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Universidad Alas Peruanas y en la
actualidad la Universidad Nacional de Ucayali. En el 2017 se recibió como
Maestro en Administración con mención en Gestión Publica en la Universidad
Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. En el 2019, obtuvo la
distinción honorifica en calidad de profesor honorario en el Seminario San
Pedro-Pucallpa. Y, en el 2021 se recibió como Doctor en Ciencias de la
Educación en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle.
Actualmente, ocupa el puesto de director de la Escuela Profesional de Economía
y Negocios Internacionales de la Universidad Nacional de Ucayali; viene
realizando una fecunda y meritoria labor de servicio como docente
universitario, catedrático, orientador y consejero de la enseñanza, forjador de
generaciones de profesionales en las ciencias económicas.
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WILY LEOPOLDO VELÁSQUEZ VELÁSQUEZ
Natural de Puno. Cuenta con el grado de Bachiller en Administración, título
profesional de Licenciado en Administración, Grado académico de Magister en
Contabilidad y Administración, mención en Administración y Finanzas,
estudios concluidos de Doctorado en Administración y segunda especialidad de
Didáctica Universitaria. Gerente General de la empresa ALPHA & VF Servicios
Múltiples S.A.C. Decano Regional del Colegio de Licenciados en
Administración CORLAD Puno, docente de la Escuela Profesional de Gestión
Pública y Desarrollo Social de la Universidad Nacional de Juliaca, Docente de
la Escuela Profesional de Administración de Empresas de la Universidad
Nacional Tecnológica de Lima Sur. docente de la Escuela Profesional de
Administración de la Universidad Nacional del Altiplano Coordinador
Académico de la Escuela Profesional de Administración y Marketing de la
Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez, funcionario del Ministerio del
Interior y Superintendencia Nacional SUCAMEC. Docente de la Escuela
Técnico Superior E TS PNP. Administrador de la empresa SIGMA S.A.C.
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ZULEMA VELÁSQUEZ VELÁSQUEZ
Natural de Puno. Cuenta con el contando con el grado de Bachiller en Economía,
Título Profesional en Ing. Económica, estudios concluidos en maestría de
Gestión Pública y segunda especialización en Asesor Comunal Rotativo de
Grupos de Pro Mujer Puno, Analista de créditos de la Caja Municipal y Crédito
Cusco S.A: - Agencia Abancay, Asesor de Negocios de la Caja Rural de Ahorro
y Crédito los Andes S.A. Puno, Docente de la facultad de Ing. de Sistemas de
la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez, Promotora de la Caja
Municipal Arequipa de Puno.
126
GIOVANA ARASELI FLORES TURPO
Natural de Puno. De profesión Licenciada en Administración, con maestría en
Contabilidad y Administración, mención Administración y Finanzas, con
estudios concluidos de Doctorado en Administración, segunda especialidad de
Didáctica Universitaria, docente de la Universidad Nacional del Altiplano,
docente de la Universidad Nacional Intercultural Fabiola Salazar Leguía de
Bagua, docente de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez do cente en
la Universidad Privada San Carlos. Experiencia Laboral en el Sistema
Financiero especialista en Microfinanzas, Administradora en la empresa
ALPHA & VF SERVICIOS MULTIPLES SAC. Administradora en Proyecto del
Gobierno Regional de Puno, Facilitadora Financiera en FONCODES.
127
Depósito Legal N°: 2022-12224
ISBN: 978-612-49052-6-1
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